¿Quién es Ramón López Velarde y por qué aparece en el buscador de Google? Ramón López Velarde es un famoso poeta mexicano y el buscador decidió conmemorarlo, pero no por sus cumpleaños o natalicio de su fallecimiento. El doodle es dedicado a él porque un día como hoy, hace 106 años, se lanzó el último número de su revista.
Pegaso fue su la revista que cofundó el escritor, pero además de eso, en sus letras ponía en alto el nombre de México. Este hombre, a quien se le dedicó el Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde, nos dejó grandes obras de patria, desamor y más.
El pecado, la espiritualidad y los sentimientos amorosos son grandes protagonistas en las obras de Ramón López Velarde, te dejamos algunos de sus poemas que te pueden gustar
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Para los despechados
¿Tienes el corazón roto? este poema habla de los sueños que se fueron de la mano de aquella persona tan amada.
Huérfano quedará
Huérfano quedará mi corazón,
alma del alma, si te vas de ahí,
y para siempre lloraré por ti
enfermo de amorosa consunción.
Triste renuncio a las venturas todas
de tu suave y eterna compañía,
hoy que se apaga, con la dicha mía,
el altar que soñé para mis bodas.
Y el templo aquel de claridad incierta
y tú, como las vírgenes vestida,
brillarán en la noche de mi vida
como la luz de la esperanza muerta.
Para los que sueñan con un lugar mejor
Aquí podemos ver cómo el poeta siente que, aquellas calles que pasa, lo hacen sentir mejor y le hacen creer que las cosas no se pondrán peor.
Del pueblo natal
Ingenuas provincianas: cuando mi vida se halle
desahuciada por todos, iré por los caminos
por donde vais cantando los más sonoros trinos
y en fraternal confianza ceñiré vuestro talle.
A la hora del Angelus, cuando vais por la calle,
enredados al busto los chales blanquecinos,
decora vuestros rostros -¡oh rostros peregrinos!-
la luz de los mejores crepúsculos del valle.
De pecho en los balcones de vetusta madera,
platicáis en las tardes tibias de primavera
que Rosa tiene novio, que Virginia se casa;
y oyendo los poetas vuestros discursos sanos
para siempre se curan de males ciudadanos,
y en la aldea la vida buenamente se pasa.
Para los enamorados
¿Tienes en mente a una chica que le quede este poema? mira como el escritor compara la belleza de una mujer.
Ella
Esta novia del alma con quien soñé en un día
fundar el paraíso de una casa risueña
y echar, pescando amores, en el mar de la vida
mis redes, a la usanza de la edad evangélica,
es blanca como la hostia de la primera misa
que en una azul mañana miró decir la tierra,
luce negros los ojos, la túnica sombría
y en un ungir las heridas las manos beneméritas.
Dormir en paz se puede sobre sus castos senos
de nieves, que beatos se hinchan como frutas
en la heredad de Cristo, celeste jardinero;
tiene propiedades hondas y los labios de azúcar
y por su grave porte se asemeja al excelso
retrato de la Virgen pintado por San Lucas
Para los obreros intelectuales
Gracias a este poema se le dio nombre uno de los poemarios que se lanzaron después de la muerte del autor.
El son del corazón
Este es un homenaje para el Bloque de Obreros Intelectuales de México.
“Una música íntima no cesa,
porque transida en un abrazo de oro
la Caridad con el Amor se besa.
¿Oyes el diapasón del corazón?
Oye en su nota múltiple el estrépito
de los que fueron y de los que son.
Mis hermanos de todas las centuras
reconocen en mí su pausa igual,
sus mismas quejas y sus propias furias.
Soy la fronda parlante en que se mece
el pecho germinal del bardo druida
con la selva por diosa y por querida.
Soy la alberca lumínica en que nada,
como perla debajo de una lente,
debajo de las linfas, Scherezada.
Y soy el suspirante cristianismo
al hojear las bienaventuranzas
de la virgen que fue mi catecismo.
Y la nueva delicia, que acomoda
sus hipnotismos de color de tango
al figurín y al precio de la moda.
La redondez de la Creación atrueno
cortejando a las hembras y a las cosas
con el clamor pagano y nazareno.
¡Oh Psiquis, oh mi alma: suena a son
moderno, a son de selva, a son de orgía
y a son mariana, el son del corazón!”
¿Te sientes como López Velarde?
Este poema, que forma parte del último título que publicó en vida, ahonda en las inquietudes del autor.
El mendigo
“Soy el mendigo cósmico y mi inopia es la suma
de todos los voraces ayunos pordioseros;
mi alma y mi carne trémulas imploran a la espuma
del mar y al simulacro azul de los luceros.
El cuervo legendario que nutre al cenobita
vuela por mi Tebaida sin dejarme su pan,
otro cuervo transporta una flor inaudita,
otro lleva en el pico a la mujer de Adán,
y sin verme siquiera, los tres cuervos se van.
Prosigue descubriendo mi pupila famélica
más panes y más lindas mujeres y más rosas
en el bando de cuervos que en la jornada célica
sus picos atavía con las cargas preciosas,
y encima de mi sacro apetito no baja
sino un pétalo, un rizo prófugo, una migaja.
Saboreo mi brizna heteróclita, y siente
mi sed la cristalina nostalgia de la fuente,
y la pródiga vida se derrama en el falso
festín y en el suplicio de mi hambre creciente,
como una cornucopia se vuelca en un cadalso”.
Ahora ya tienes poemas para dedicar y ya sabes quién es el hombre que está en el doodle de Google.
Con información de Poemas del Alma y La-lista