Ahorrar puede sonar como una misión imposible cuando tienes renta, transporte, comida y “gastos hormiga”. Pero ¿y si existiera una forma sencilla de controlar tus gastos y empezar a juntar dinero? Aquí es donde entra el Kakebo, una herramienta japonesa con la que puedes poner orden en tus finanzas sin complicarte la vida.
El Kakebo es más que una libreta para anotar números. Es un método que te hace reflexionar sobre cómo usas tu dinero, con el objetivo de ayudarte a gastar mejor y ahorrar sin que sientas que estás sacrificando todo. Te explicamos cómo funciona.
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¿Qué es el método Kakebo?
Según BBC, Kakebo (“libro de cuentas” en español) es una técnica japonesa que data de 1904, cuando Motoko Hani, la primera mujer periodista de Japón, creó el sistema para ayudarle a las amas de casa a manejar sus finanzas.
El método tiene como mantra “gastar bien para ahorrar bien”, pues consiste en dividir los gastos en categorías para mantenerlos bajo control y así tomar decisiones económicas racionales.
¿Por qué vale la pena intentarlo?
El Kakebo no solo te ayuda a ahorrar, también te hace reflexionar sobre cómo manejas el dinero. En lugar de sentir que siempre te falta, empiezas a pensar en cómo aprovechar mejor lo que tienes. Además, no necesitas apps, hojas de cálculo ni ser experto en finanzas; con una libreta y constancia, tienes todo lo que necesitas.
De igual manera, puedes adaptarlo a tu vida como estudiante. Si lo haces bien, no solo podrás ahorrar para emergencias, sino también para ese viaje que tanto quieres o para comprarte algo que llevas tiempo deseando.
¿Cómo funciona el método Kakebo?
Primero que nada, te sugerimos tener una libreta para poder llevar a cabo el método Kakebo, pues estarás rastreando tus ingresos y en qué los consumes. A su vez, escribir todo te obligará a ser consciente de en qué se te va el dinero.
Dicho esto, solo debes de seguir los siguientes pasos para ahorrar dinero con el Kakebo:
1. Planea tu mes
Al principio del mes, anota cuánto dinero te va a llegar (trabajo, beca, apoyos) y tus gastos fijos como renta, internet o pasajes. Así sabes cuánto te queda para gastar y, sobre todo, ahorrar.
2. Clasifica tus gastos
Divide lo que gastas en cuatro categorías:
- Necesidades: comida, transporte, servicios.
- Caprichos: salidas, ropa, delivery.
- Cultura: libros, cine, conciertos.
- Extras: emergencias o imprevistos.
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3. Lleva un control semanal
Cada semana anota cuánto gastaste en cada categoría. Esto te ayuda a ver si estás gastando de más o si puedes ajustar algo. Si te sobra dinero, puedes decidir entre ahorrarlo o “gastarlo bien”.
4. Cierra cuentas
Al terminar el mes, la quincena o la semana, revisa cuánto ahorraste y qué podrías cambiar para mejorar. No se trata de regañarte, sino de aprender a tomar mejores decisiones.