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Paradojas y retos en torno a la transición escuela-trabajo

Foto: Pixabay

En la última década, ¿cómo ha sido la vinculación entre los profesionistas de 25 a 35 años y el mercado laboral? Para dar respuesta a esta y otras preguntas, hace unos días en la Universidad La Salle se organizó  el seminario “Paradojas y retos en torno a la transición escuela-trabajo”.

En ese espacio, la doctora Andrea Bautista León, de la Coordinación de Planeación Curricular de La Salle explicó que en los 20 años recientes ha habido una disminución de los salarios de los universitarios por lo que es necesario analizar las tendencias laborales actuales, para adaptar la oferta educativa a las nuevas realidades del mercado y las sociedades.

“Este es el momento en el que el país tendría que fortalecer los empleos que se ofrecen, para que las personas tengan la capacidad de ahorrar, adquirir bienes y contribuir al sistema de pensiones para el futuro, para enfrentar el envejecimiento poblacional”, dijo la doctora Bautista.

Según dio a conocer La Salle, citando a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, del año 2000 al 2020 se dio un aumento en la escolaridad en los niveles de educación superior. Sin embargo, en ese mismo periodo hubo una disminución en los sueldos de los profesionistas.

Al respecto, la especialista señaló que si bien para generaciones anteriores el lograr un grado de educación superior era sinónimo de obtener un buen trabajo; en contraste, para las generaciones actuales esto ya no es ninguna garantía pues las tasas de desempleo son mayores.

Bautista también destacó las diferencias relacionadas con el género. En ese aspecto, dijo que alrededor del 20% de las mujeres que cuentan con educación superior no ingresan al mundo laboral lo que representa el doble comparado con los profesionistas varones.

“En el año 2000, las mujeres con educación superior que trabajaban tenían un 70% más de ganancia sobre las mujeres con educación básica. Para el año 2010, se redujo al 61.1%. Hacia el 2022 vemos otra reducción al 44.5%. Esta tendencia a la baja significa que hay una depreciación de los ingresos que perciben las personas profesionistas”, dijo Bautista.

Durante el mencionado seminario, Roberto Veléz, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, señaló algunas de las barreras en la movilidad social a partir del tema educativo.

El especialista aseguró que, en México, esta movilidad es baja. Comentó que alrededor del 74% de los mexicanos que nacen en los hogares más pobres, se quedan en la pobreza, mientras que tres de cada 100 personas llegan “al piso más alto”.

Asimismo, Ángeles Valle Flores, investigadora de la UNAM aseguró que en este tipo de esfuerzos académicos también deben incluirse análisis de fenómenos como el de la sobrecalificación y el subempleo en el mercado laboral. También consideró necesario ampliar este tipo de investigaciones con seguimiento del éxito laboral de los egresados, su adaptación a las necesidades del mercado laboral; así como generar investigaciones sobre los efectos del Covid en este tipo de temas.

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David Ochoa:

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