Seguramente a lo largo de toda tu vida académica has intentado mantener una organización que te ayude a cumplir todos tus objetivos día con día, y así evitar caer en la procrastinación que todo universitario enfrenta cuando no tiene un orden de sus actividades, tareas y actividades recreativas.
La procrastinación puede generar estrés y frustración por no saber cómo iniciar el cumplimiento de tus actividades. Para ponerle un alto y tener mayor dominio de ella es buena idea que comiences a utilizar una agenda personal.
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En muchas ocasiones no es fácil usar una agenda porque requiere de constancia y determinación para hacerlo. Así como una organización muy puntual para decidir qué cosas se deben priorizar.
¿Cómo organizar una agenda?
Según el experto y empresario en administración de negocios, Alex Bobadilla, comentó en su podcast “El mundo para las ventas” que utilizar una agenda facilita que puedas tener una buena distribución de tus actividades durante el día, semana, mes y año. Llama a esto como una rutina de planeación que ayuda a que no dejes las cosas para después.
Estos son los tips para que puedas organizar una buena agenda para el siguiente ciclo escolar y para la vida diaria.
- Establece tus objetivos y prioridades: identifica qué es lo más importante para ti en el periodo que vas a planificar. Esto te ayudará a enfocarte en lo que realmente importa.
- Utiliza un formato que funcione para ti: puedes usar una agenda física, una aplicación en tu teléfono o Tablet. Elige el formato que te sea más cómodo y que te ayude a mantener organizado.
- Divide tu tiempo en bloques: asigna bloques de tiempo específicos para diferentes actividades o tipos de tareas. Esto te ayudará a gestionar mejor tu día y a asegurarte de que tienes suficiente tiempo para todo.
- Incluye tanto tareas personales como profesionales: una agenda completa debería cubrir todas las áreas importantes de tu vida. Asegúrate de incluir tiempo para descansar, ejercicio, hobbies y relaciones personales.
- Revisa y ajusta regularmente: dedica unos minutos al final o al inicio de cada día para revisar tu agenda y ajustar si es necesario. Esto te ayudará a mantenerte al día y a adaptarte a cambios.
- No te sobrecargues: esto puede llevar al agotamiento y al estrés, sé realista sobre lo que puedes lograr en un día y deja espacio para el descanso.
- Utiliza recordatorios y alarmas: si utilizas una agenda digital, aprovecha las funciones de recordatorio y alarmas para asegurarte de que no olvidas ninguna tarea importante.