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La adolescencia es una etapa difícil física y emocionalmente, en ella debe de haber diversos cuidados para un correcto desarrollo, entre estos están las horas de sueño, lamentablemente, la mayoría de adolescentes no duermen como se debe, sin saber que esto les juega mal a corto y largo plazo.
Durante el sueño de un adolescente, se producen hormonas que los ayudan a su crecimiento y desarrollo. A esta edad el cerebro continua madurando, dejarlo descansa sus horas necesarias es indispensable para su correcta formación.
Además, hay más riesgos de tener un trastorno del sueño, sumado con el estilo de vida que los adolescentes en promedio tienen, se vuelve un problema que los limita en su día a día, explicó Selenne Verde Tinoco, especialista en salud laboral y medicina del sueño en la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.
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Las consecuencias son tantas, entre ellas el insomnio, estados de ánimo desfavorables, cambios repentinos de ánimo, mal humor, ronquidos, sueño a lo largo del día, patrones del sueño dañinos y falta de concentración, de acuerdo con UNAM Global.
Loa adolescentes suelen pensar que despertarse tarde después de haberse desvelado es una buena opción, lo que no saben es que esto también es un trastorno del sueño de nombre fase retirada. El sueño es un proceso mental que cuenta con un reloj automático, cuando el adolescente no duerme temprano, no se cumplen todos los procesos que tiene un sueño reparador, aunque se hayan dormido las ocho o diez horas necesarias.
Es la pregunta que muchos padres y tutores tendrán en mente, un adolescente debe de dormir entre ocho y diez horas, de lo contrario, se sentirá con poca energía y tendrá problemas para hacer sus tareas básicas.
Si no se están cumpliendo con las horas de sueño recomendadas, se pueden tomar las siguientes medidas:
Entre las cosas que más causan la falta de sueño, se encuentra el consumir refrescos, tabaco o alcohol. Hacer ejercicio cuando falten tres horas o menos para irse a dormir también es algo que despierta más al cerebro y dificulta poder dormir.
El problema que se lleva el broche de oro por ser el más común es el uso nocturno de los aparatos electrónicos, ya sean computadoras, celulares o televisiones, sus pantallas causan una sobre estimulación en el cerebro del adolescente.
El confinamiento por Covid-19 sólo agravó el problema, los adolescentes tuvieron que aislarse del mundo durante dos años, perdiendo sus ritmos de vida y la rutina que los ayudaba a tener horarios de sueño prudentes, dijo la especialista de la UNAM.
Este estilo de vida que se les dio en la pandemia sigue afectándolos hasta ahora, por eso, es importante que tutores estén al pendiente de los horarios de sueño que manejan es casa.
Los padres de familia tienen que aprender a leer las señales que un adolescente presenta cuando no duerme bien. Síntomas mencionados al principio son focos rojos que nos permiten ver el problema. Si esto ocurre, se recomienda acudir a una consulta clínica para saber cuál es el problema.
Incluso, hay estudios que brindan un registro cerebral y respiratorio junto con un electroencefalograma que muestra cómo está funcionando el cerebro durante su sueño. Para más información consulta: Clínica de Trastorno del Sueño
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