Imagina que eres estudiante de la Facultad de Medicina y estás trabajando en un laboratorio de la universidad. Entonces, se te acerca un científico estadounidense, quien en un futuro se convertiría en el ganador del Nobel de Química, y entabla una extensa plática contigo.

Después de años de arduo trabajo, logras trabajar con el bioquímico David Baker, ganador de un reconocimiento Nobel. Esto le sucedió al egresado de la UNAM Daniel Silva, quien ahora también es socio del Nobel de Química. Te contamos su historia. 

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¿Quién ganó el Nobel de Química? 

La Real Academia de las Ciencias de Suecia premió a Demis Hassabis, John Jumper y David Barker con el Premio Nobel de Química 2024. La Academia reconoció el trabajo de Hassabis y Jumper por utilizar inteligencia artificial para predecir la estructura de las proteínas, mientras que David Baker fue galardonado por su trabajo en diseño computacional de proteínas. 

El Comité del Nobel destacó el trabajo de los científicos por “su enorme impacto”, ya que “lograron una hazaña casi imposible y alucinante”. 

¿Quién es Daniel Silva? 

Daniel Adriano Silva Manzano es licenciado en Investigación Biomédica Básica. Estudió en la Facultad de Medicina y en la Facultad de Química, instituciones en las que también obtuvo el doctorado en Ciencias Bioquímicas. 

Según Gaceta UNAM, al terminar sus estudios en la máxima casa de estudios, Silva viajó a Hong Kong y comenzó a trabajar en química computacional. Además de ganar experiencia en los laboratorios, comenzó a publicar escritos. 

¿Cómo conoció a David Baker? 

Hace 20 años, David Baker impartió una conferencia en la Facultad de Medicina. Aunque le insistieron a recorrer las instalaciones de la universidad, el bioquímico prefirió irse a indagar a los laboratorios. 

Cuando llegó, conoció con Daniel Silva, quien era el único estudiante que se encontraba en el laboratorio. Baker se acercó y, después de una conversación que duró horas, Silva quedó fascinado, por lo que se impuso como objetivo de vida trabajar con el científico. 

Durante su estancia en Hong Kong, contactó a Baker, pues quería aprender sobre el diseño computacional de proteínas y la perspectiva del científico estadounidense para “hacer las preguntas correctas, y luego contestarlas de la manera correcta” 

Baker recordó a Silva y, como requisito para poder ingresar a su equipo, le pidió al mexicano obtener una beca. Tras obtenerla, Silva se ha empeñado en contribuir al equipo de Baker con diseños de proteínas terapéuticas. 

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Silva no solo trabaja en el equipo del ganador del Nobel, sino que también cofundó, junto con Alfredo Quijano y Baker, Monod Bio, una empresa que se dedica al diseño de proteínas impulsadas por inteligencia artificial, que se utilizan en laboratorios clínicos y con fines de investigación biomédica. 

De acuerdo con Silva, Monod Bio se ha enfocado en “crear proteínas como herramientas de investigación y para diagnósticos de la salud de siguiente generación, con el fin de que los investigadores puedan utilizarlas para correr sus ensayos científicos”.