Estudiar una carrera universitaria en México implica una gran inversión. De acuerdo con el INEGI, el aumento de las colegiaturas en las instituciones de educación superior privadas en México presentó un incremento sostenido de 162% en el período de 2002 a 2019.
Considerando que en nuestro país existen 3 mil 700 instituciones de educación superior y que menos de la tercera parte de ellas son públicas (pero acogen a 70% de los estudiantes según la OCDE), no es de extrañar que los padres busquen opciones entre las universidades privadas para lograr que sus hijos estudien una carrera.
Asimismo, la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación reveló que 5.2 millones de niños, adolescentes y jóvenes, entre los tres y los 29 años, no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021. Esto fue por motivos económicos y otras causas relacionadas con la pandemia.
Y es que, la inversión promedio en una universidad privada puede ser de uno a 1.4 millones de pesos, dependiendo de la carrera y su tiempo de duración.
En información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se indica que las cinco carreras universitarias con mayor demanda son Medicina, Odontología, Veterinaria, Arquitectura y Literatura. Dos de ellas están entre las más costosas.
El top cinco de las más costosas incluye; la carrera de Medicina, con un costo promedio de 1.4 millones de pesos (mdp); Industria de la alimentación, 1.1 mdp; Comunicación y periodismo, un mdp; Literatura, un mdp y Enfermería, 957 mil pesos.
Por otro lado, si miramos cuáles son las carreras con mayor retorno de inversión (ROI) en las universidades privadas, el IMCO indica que las cinco primeras están relacionadas con la Formación docente (para primaria y para medio superior), Ciencias de la computación, Ciencias ambientales e Ingeniería en electricidad o energía.
Tendencias profesionales para los próximos años
El Foro Económico Mundial indicó que las carreras más buscadas serán las relacionadas con las Ciencias Ambientales, Enfermería, Telecomunicaciones e Informática, Robótica y Genética, entre otras.
En el aspecto económico, solventar la educación futura de los niños y jóvenes estudiantes puede lograrse con instrumentos financieros como seguros educativos.
De hecho, existen muchos productos especializados en esta área, como los de AXA México. Al respecto, Beltrando Pini, vicepresidente de Salud y Vida de esa empresa de seguros señala que la empresa que representa tiene seguros especializados en el ahorro para la educación superior, que se concentran en niños de hasta 10 años, para entregar el ahorro a los 18 o 22 años.
En un ejemplo simulado para un estudiante de la carrera de Comunicación, la inversión mensual sería de 5,535 pesos mensuales durante 18 años. Este seguro está diseñado para padres, pero también está abierto a abuelos y tíos. AXA México reveló que 85% de sus pólizas del seguro educativo son contratadas para niños y niñas menores de siete años.