La realidad detrás de un ¿Cuánto cobras…?
Por Sara Lorena Oscoy Morales y Cynthia Denisse Nava Arellano, estudiantes de la Universidad Anáhuac
Foto: PixabayUna de las actividades más antiguas que se reconocen dentro de la historia de la humanidad es la prostitución que puede ser definida como la actividad que realiza la persona que cobra por mantener relaciones íntimas con otros individuos. Prostituirse, por lo tanto, consiste en tener sexo a cambio de una remuneración económica, que no siempre es entregada debido a la violencia que sufren por parte de los clientes con armas o en estado de ebriedad e intoxicación por drogas.
México ocupa un lugar de alerta referente a este tema, puesto que es el segundo país de América Latina donde hay más asesinatos contra personas trans debido a la transfobia. Según Suárez, las personas transexuales actualmente son las que más sufren los estragos de la prostitución en México, del 100% de trabajadoras sexuales, el 54% son personas trans.
Los factores por los cuales las personas trans forman el grupo mayoritario en este trabajo, es debido a la falta de empleos por su preferencia sexual, para las personas trans las opciones de trabajo son limitadas y se les deja el trabajo sexual. La propia sociedad es la que condena a la mayoría de las personas transexuales a vivir de esto. A pesar de ser de sus únicas opciones laborales, también son condenados a vivir altos niveles de violencia, estigmatización, discriminación y otras violaciones a sus derechos humanos.
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Los aspectos socioculturales relacionados con el estigma y la discriminación generan problemáticas de género en contra dichas personas, esto al no haber un reconocimiento del trabajo sexual.
De acuerdo con la Segunda Encuesta sobre Trabajo Sexual en la Ciudad de México, realizada por el Centro de Atención a las Identidades Trans (CAIT) para el COPRED, del 54% de trabajadoras sexuales trans, tomando en cuenta este porcentaje como un 100%, el 77% dijeron sí haber sufrido violencia ejerciendo el trabajo sexual en calle. Nuevamente, siendo las protagonistas, con 55 trans feminicidios, cifra que representó un aumento con respecto a 2020, en el que hubo 43 víctimas.
Existe demasiada amplitud en el tema, y respecto a la conciencia, esta existe a pesar de ser poca, un claro ejemplo lo muestra Luis Heredia.
Luis es un adulto joven de 29 años, egresado de la carrera de psicología, sin embargo, desde inicios de la licenciatura él tenía hambre de buscar cómo su carrera podría ayudar a miles en la calle y no solamente estar en un consultorio privado o en la academia, por lo que Luis ingresó a Lleca, en la cual lleva 3 años trabajando de la mano de profesionales y amistades.
Lleca al revés significa calle, el nombre de esta colectiva surge por los términos que se tienen dentro de los reclusorios en México, es decir, en la cárcel se le dice Lleca a la calle, comentó Luis.
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En la pandemia, no solamente restaurantes y colegios cerraron, también hoteles y albergues en donde las personas que se dedican al trabajo sexual vivían, por lo que les quedó la calle, debido a esto se triplicó la cifra de personas en situación de calle y de aquí surge la colectividad, con la necesidad de ayudar a la gente que se les dijo “quédate en casa”, pero, que no tenían casa o “lávate las manos en esta pandemia”, pero no tenía agua.
No tenían quien las ayudará, aunado al aumento de drogas para olvidarse del hambre o otras situaciones difíciles. Esta institución ayuda a brindar contacto entre varias personas trans que trabajaban en la calle debido a que los hoteles estaban cerrados y hacían el trabajo en vía pública volviéndolo delictivo. Lleca es encargada de brindar apoyo en desamparo y la vulnerabilidad.
Su fundadora, Victoria Sámano, cuenta que cuando comenzó este proyecto a inicios de la pandemia en 2020, hace apenas 3 años, quedó impresionada de ver que a pesar de ser una problemática que lleva demasiados años, antes de la pandemia, no existía ningún lugar de apoyo, hasta la aparición de Lleca, sin embargo, es urgente la apertura de otros espacios que brinden refugio, escuchen, atiendan y garanticen seguridad a las personas de esta comunidad, debido a que este es el único refugio dedicado a apoyar a las personas LGBTQ+ en situación de calle en la Ciudad de México.
De igual manera durante su experiencia en la colectiva, Luis encontró que la mayoría de las personas que están en la prostitución, no están por gusto sino porque es un ingreso económico grande y momentáneo. La mayoría son mujeres trans debido a la precarización de empleos por ser transexuales. El trabajo sexual está inmerso en un ambiente violento de drogas que pueden llevar hasta el asesinato de las personas que trabajan en esto y a la falta de pagos por el mal estado de los clientes.
Para contribuir y ayudar, es necesario que el marco legal de la Ciudad de México reconozca el trabajo sexual como actividad remunerada, en lugar de castigarlo, ya que esto lo vuelve ilegal y peligroso.
Asimismo, persiste la discusión sobre cuál es la mejor vía, la descriminalización o la regulación del trabajo sexual.
En este sentido, el consejo COPRED insta a todas las autoridades locales y federales para prevenir y eliminar la discriminación institucional y la violencia; y reitera su compromiso de acompañar a las personas trabajadoras sexuales para estas reflexiones, hace patente su obligación legal de prevenir y eliminar todo tipo de discriminación hacia ellas y ellos.
Algunas de las medidas de cómo ayudar a disolver esta problemática de manera individual, es decir, como mexicano que observa la situación de prostitución de transexuales en sus calles, es divulgando información veraz y certera en redes sociales, con familiares y amigos, de igual manera apoyar a las instituciones encargadas de hacer un cambio. Tomar medidas individuales generará una diferencia colectiva, como Luis las ayude porque todos tienen un pie ahí, si en algún momento una persona perdiera todo: trabajo, dinero y familia, lo único que queda es la calle, no es un escenario tan lejano.
“Yo creo que deberían existir políticas públicas para que puedan apoyar a la banda de la calle, en aspectos como salud, vivienda y trabajo. El estado no lo garantiza y es algo que debería de ser.” Comentó Luis.
Las personas Trans sufren desde que buscan integrarse a la sociedad, y tienen que soportar muchas formas de abuso, a pesar de esto buscan como salir adelante, lamentablemente a veces tienen la obligación de trabajar en esto a falta de más oportunidades, lo que los lleva a tener consecuencias también en su salud.
Dentro de lo que sufre su cuerpo existen ejemplos como: enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y abortos precarios, desórdenes alimenticios, fracturas y dislocaciones y en el peor de los casos la muerte.
Dentro del área de la salud mental, también se tienen consecuencias como: baja autoestima por la exposición a constantes humillaciones, estrés psicológico, aislamiento social, ruptura con el entorno más cercano, y el miedo extremo, derivado de las deudas.
Con todos estos conflictos presentes, las personas trans en situación de calle tienen que buscar cómo vivir su vida, sin embargo al tener tan poco apoyo se vuelve una carga.
Afortunadamente, Lleca hizo presencia al apoyar a esta comunidad, pero no es suficiente, ya que este tema no es tan sonado como debería, por lo que pierde importancia en la sociedad, un claro ejemplo es todo el tiempo que tardó en aparecer una institución especializada en la ayuda a transexuales.
Las mujeres transgéneros se convierten en una sinfonía de valentía y supervivencia en los oscuros escenarios de la prostitución.
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