El bullying no es un juego
Por Ángel José Solís Domínguez, estudiante de Ingeniería en Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey
Foto: Pixabay¿Cómo definir el bullying? ¿por dónde empezar? Considero que la normalización de este tipo de violencia usa recursos como la discriminación, persecución o el hostigamiento.
Hoy en día además de presentarse en las escuelas, este tipo de acoso incrementó su presencia en redes sociales (conocido también como ciberacoso), un lugar que fácilmente puede estar lleno de haters y que con frecuencia se vuelve un sitio tóxico.
Cuáles son las razones por las que existe alguien que molesta a otro: ¿es cuestión de inmadurez? ¿de querer mostrar estar sobre las demás personas? ¿deseo de poder o un reflejo de inseguridades?
Quien realiza bullying hacia alguien más toca sus fibras más sensibles: sentimientos, autoestima y sensibilidad: eso puede causar daños permanentes en la vida que son difíciles de borrar.
Desde mi punto de vista es una situación compleja y puede estar detrás de mucho de los que nos rodea, por ejemplo, canciones que escuchamos, series que vemos o en acciones que realizan los influencers que seguimos. Todo esto va construyendo nuestra forma de actuar consciente o inconscientemente.
Entonces, ¿qué es lo que podemos hacer para mitigar el bullying? Pienso que, para empezar, debemos cuidar lo que decimos. Las palabras tienen poder y sin darnos cuenta nosotros podríamos estar comenzando una situación incómoda.
¿Te has puesto a pensar en eso? Debemos cuidar nuestras palabras para dejar de normalizar burlas, comentarios innecesarios o agresiones explícitas.
También ayudaría buscar más la comprensión y la inclusión, ya que son las claves para una sana convivencia, sobre todo en generaciones tan polarizadas como en la que nos encontramos; abrazar las diferencias y respetar puntos de vista ajenos.
Por parte de las autoridades escolares, que en sus propias normas presten atención a las dinámicas entre jóvenes para detener, formar, y si es necesario, sancionar en caso de agresiones explícitas o implícitas.
De manera personal, conocer sobre inteligencia emocional es una forma de manejar nuestras emociones y una alternativa para hacerle frente a la violencia.
Finalmente, toda la comunidad debemos perder el miedo de comentar nuestros problemas y ser solidarios con alguien que veamos vulnerable.
El bullying no es un juego, nunca lo ha sido.
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