¿Te imaginas un mundo donde no hubiera seguimiento de los tratamientos médicos? ¿Donde cada paciente tomara principios activos de la manera que le pareciera sin contar con el diseño de una forma farmacéutica? El uso de medicamentos se volvería una ruleta rusa. Gracias a los farmacéuticos, podemos quedarnos solamente imaginando este sombrío panorama.
El pasado 25 de septiembre se celebró el Día Mundial del Farmacéutico, establecido por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), durante un Consejo celebrado en septiembre de 2009 en Estambul (Turquía). La fecha 25 de septiembre se eligió para conmemorar el día de la creación de dicha organización.
Esta celebración se instituyó para promover el importante papel que desempeñan estos profesionales en la prevención de enfermedades, promoción de la salud y seguimiento de tratamientos médicos a nivel mundial.
La FIP es una organización no gubernamental que representa la farmacia, las ciencias farmacéuticas y la educación en esta disciplina. Se fundó en 1912 en la Haya, integrando farmacéuticos de todo el mundo. Ha colaborado con la OMS y distintos gobiernos del mundo para la mejora de la salud global, ofreciendo experiencia técnica, ejecutando proyectos y diseñando acciones que buscan avances en la salud, ciencia, educación y la práctica farmacéutica.
Cada año, la FIP elige un tema para celebrar el Día Mundial del Farmacéutico. En 2022, el tema es: “Farmacia unida en acción para un mundo más saludable”, el cual busca promover la cooperación y solidaridad entre profesionales farmacéuticos.
El tema de este año tiene como objetivo subrayar la importancia de la farmacia en la salud, la cual es un derecho que debe estar por encima de cualquier diferencia políticas, social o cultural. En este concepto recae el valor del desempeño ético del farmacéutico en la sociedad.
En un mundo donde cada día estallan más conflictos políticos y diferencias sociales, donde la intolerancia y la ignorancia impiden el avance y la credibilidad de la ciencia, resulta cada vez más importante el papel del farmacéutico al impartir sus conocimientos y consejos en cuanto a vacunación, apego a tratamientos y educación en general.
¿Recuerdas cuando mencioné que, sin el seguimiento de los farmacéuticos, el uso de medicamentos sería una actividad extrema? ¡Claro!, ya que estos profesionales se encargan de supervisar el uso de los medicamentos, considerando dosis, reacciones adversas e interacciones medicamentosas, para hacerlos lo más seguro posibles y optimizar sus efectos.
Además, el farmacéutico está presente a lo largo de toda la vida del medicamento, desde la investigación y desarrollo, hasta su distribución, dispensación y seguimiento. Las moléculas con actividad terapéutica se convierten en las formas farmacéuticas que consumimos y conocemos solo a través de la experiencia farmacéutica.
¿Recuerdas cuando eras pequeño y querías elegir una profesión con la cual salvar al mundo? Los farmacéuticos tienen ese poder y esa gran responsabilidad, ya que contribuyen a transformar positivamente la salud de la sociedad, con el desarrollo de medicamentos y la educación sanitaria, la investigación y la implantación de servicios farmacéuticos que atienden las nuevas necesidades sanitarias de la población.