Incorporé la inteligencia artificial a mis deberes y haberes académico/profesionales desde enero de 2023. Si bien, antes estudiaba el tema de forma teórica, no había experimentado su uso y apropiación en la vida diaria.
Y entre las primeras hipótesis a las que llego después de este tiempo de praxis son las siguientes:
- a) la IA permite acortar tiempos en actividades que aprendemos a hacer mediante la apropiación tecnológica
- b) la IA puede representar un imaginario de completud imposible de cubrir, pero que nos reta a generar alternativas pedagógicas
- c) la IA requiere de la creatividad, sensibilidad e inteligencia del ser humano
- d) hay que aprender a hacerle preguntas a la IA, y a formularse incógnitas existenciales
- e) si no se sabe usar, puede invertirse más tiempo en solucionar errores derivados de la IA, que en encontrar respuestas a problemas cotidianos
- f) hay diversas brechas a seguir examinando dentro de la IA, para resarcirlas y ampliar las posibilidades comunicativas de sujetos y grupos
- g) la IA nos muestra la importancia de saber estructurar discursos, habilidad que hoy es muy importante
Comencemos con el primer punto, en cuanto a tiempos que puede liberar (o no) la IA. De acuerdo con la Fundación BBVA: “Según un estudio de la consultora internacional Gartner, el mayor valor que las personas le dan a los algoritmos es que les permiten ahorrar tiempo y dinero, algo que les resulta más importante que los beneficios relacionados con el ocio”.
Sin embargo, aterricemos esta referencia a mi experiencia: he hecho preguntas directas a Chat GPT, cuando poseo los prompts precisos; obtengo las respuestas que deseo. Así, observo que cuando tengo claro el problema a investigar, y por ende, la pregunta que haré, las respuestas se acoplan a mis inquietudes y me permiten economizar tiempos.
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Por ejemplo, cuando estoy buscando algún concepto para mis clases, hago preguntas como: “dime los conflictos de post guerra en África. Especifica cada país. Cita cada párrafo en APA y dame referencias finales”.
Por tanto, es muy importante que conozcamos los conceptos que deseemos buscar, y así, Chat GPT fungirá como nuestro auxiliar, complemento o asistente. En el prompt o instrucción que coloqué en el anterior párrafo, la instrucción de las citas y referencias es muy importante (pues evita plagios). Además de que, una vez que utilicemos dicha información, es trascendental que la citemos en formato APA (o el sistema de su preferencia). A continuación te comparto un tik tok que hice al respecto: https://vm.tiktok.com/ZMYov78Ah/
Gracias a esto, he obtenido información clave para mis clases. Además, he hallado nuevas fuentes; y en ocasiones he pedido resúmenes de videos o lecturas, para saber cuáles son las que leeré con posterioridad. Por tanto, la IA ayuda a ser más eficaz con el tiempo; pero sabiendo qué preguntar y verificando fuentes.
En este respecto, también he utilizado programas como Scite (el problema es que tiene un periodo de prueba muy corto) que me ha ayudado a rastrear, en investigaciones científicas, preguntas para preparar mis clases. Vuelvo a insistir: la clave está en que la IA sea un complemento, no una doxa. Para que quede más claro, también comparto otro tik tok que realizamos: https://vm.tiktok.com/ZMYovKWGn/
En cuanto al segundo punto que coloco respecto a mis reflexiones sobre la IA, un error que observo en demasía es la expectativa e idealización que depositamos en la los algoritmos.
A este respecto, diré una sentencia con total franqueza: “quien en su vida se comporte como un bobo, hará preguntas bobas y sus trabajos serán bobos”. Por tanto, hay que tener claro que la IA no es la herramienta digital que nos dará la felicidad etérea, ni mucho menos eterna. Que no viene a sustituir al humano 100%, y que más bien, es una herramienta que debemos aprovechar creativa y críticamente.
Pero eso, lo abordaremos en nuestra próxima columna.