El Gran Premio de México ha sido un escenario importante para impulsar prácticas sustentables en el ámbito del automovilismo. La adopción de medidas más responsables con el medio ambiente responde a la creciente conciencia global sobre el impacto ambiental de grandes eventos deportivos, y el GP de México no es la excepción. A lo largo de los años, los organizadores han emprendido un camino hacia la sostenibilidad que implica un equilibrio entre mantener la espectacularidad del evento y minimizar su huella ecológica.
Uno de los principales enfoques ha sido la gestión de residuos. Dado que el evento atrae a miles de aficionados, la generación de basura puede ser considerable. Para enfrentar este reto, se han implementado programas de reciclaje y reducción de residuos dentro del Autódromo Hermanos Rodríguez, promoviendo entre los asistentes la correcta separación y disposición de los materiales.
El transporte de los aficionados también representa un desafío. La congestión vehicular y las emisiones de carbono son preocupaciones importantes, por lo que se han establecido iniciativas para fomentar el uso de transporte público y opciones compartidas como la integración de 77 unidades eco-eficientes Además, se ha incentivado el uso de bicicletas y otros medios de transporte alternativos, intentando disminuir el impacto ambiental que generan los traslados masivos.
En cuanto al uso de energía, los organizadores han comenzado a explorar la posibilidad de utilizar fuentes renovables para abastecer parte de las necesidades energéticas del evento. Aunque aún queda camino por recorrer en esta área, la integración de energías limpias representa un paso hacia una mayor sostenibilidad.
El ahorro del agua es cada vez más importante y demandado por diferentes stakeholders, por lo que se han ido implementando eco-tecnologías para su cuidado durante el fin de semana de la carrera. En números, en el 2023 se ahorraron más de 8 mil litros de agua gracias a la integración de 8 puntos de hidratación en diferentes zonas del Autódromo Hermanos Rodríguez y 62 baños secos utilizados por más de 17 mil personas.
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En el aspecto social de la sustentabilidad tienen prácticas en diversidad e inclusión al considerar como voluntarios a personas con discapacidad. Así mismo se tienen alianzas para aplicar la práctica de Zero Waste favoreciendo a los programas de Bancos de Alimentos.
Un aspecto clave es la colaboración con patrocinadores y empresas que comparten una visión ambiental. Estas alianzas permiten que el evento no solo promueva prácticas ecológicas, sino que también sirva de plataforma para la difusión de iniciativas sustentables a nivel global.
Los retos de sustentabilidad en el aspecto social para el Gran Premio de México reflejan la complejidad de organizar un evento de gran escala que, además de minimizar su impacto ambiental, busque generar un impacto positivo en la comunidad local y garantizar la inclusión social. Estos retos abarcan diversos aspectos, desde la equidad económica hasta la inclusión y el legado social que deja el evento en la sociedad mexicana.
El GP de México también aún enfrenta retos importantes en su búsqueda por ser más amigable con el medio ambiente. Sin embargo, los avances muestran que la combinación de compromiso y acción es fundamental para seguir reduciendo el impacto ambiental del evento, sin sacrificar la calidad y emoción que caracteriza a esta competencia.
Lo importante es que el camino está echado a andar y de seguir así, se va a llegar a la meta.