En la segunda entrega sobre cómo crear nuestro perfil digital, establecimos los pasos clave para generar un análisis de competencia. En resumen, esta técnica de investigación nos permite seleccionar y examinar un perfil aspiracional de referencia para nuestra cuenta, mismo que será capaz de entregarnos información sobre aspectos básicos para el arranque de una estrategia digital; tal como el público que buscamos, los temas a publicar, el objetivo de nuestro perfil, entre otros elementos indispensables para consolidarnos en la web.
Una vez contamos con la imagen real e ideal, además del análisis de competencia, el tercer paso es comenzar a planificar el contenido. Aunque suene simple y sencillo debido a la cantidad de material audiovisual que ya existe en el internet, y por la gran cantidad de influenciadores o influencers que encontramos en las plataformas sociales, lo cierto es que optimizar un perfil digital significa que cada pieza de contenido siempre debería tener un objetivo y una causa específica.
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El éxito de perfiles famosos en la web radica en la conexión que los influenciadores crearon con sus públicos no solo a través de su carisma, sino también mediante la experiencia en los temas que abordan y el compartir de sus conocimientos por medio de audiovisuales que cautiven al espectador. Esto último, forzosamente, aplica tanto en el diseño, como en la originalidad y en el mensaje.
Por ello, y previo a comenzar las publicaciones o el material, lo más importante es recordar el objetivo de nuestro perfil digital. ¿Qué queremos lograr con lo que creamos? ¿Ventas? ¿interacción? ¿popularidad? Después de esa pregunta, y como algo que nunca hay que dejar de lado, se debe tomar en cuenta al público que buscamos para nuestra comunidad. Nunca será lo mismo generar contenido para niños, que para adultos; así como es imposible complacer a todas las audiencias con un solo mensaje.
Por ejemplo, un público objetivo con edad media de cuarenta años, es totalmente diferente a un público joven que apenas salió de la preparatoria. No se puede hablar del mismo tema ni con las mismas palabras, pues las distintas características de las audiencias son también una pauta para entender cómo deberíamos acercarnos a ellos para encontrarnos en la misma sintonía, facilitando así la conexión entre nuestro perfil y los seguidores.
Al público de cuarenta años, es bastante improbable que lo encontremos en nuevas redes sociales como TikTok. En realidad, sería más fácil localizar a esta audiencia a través de medios con un poco más de antigüedad, como Facebook. Es importante que en durante el análisis de competencia, revisemos también en qué redes sociales están los seguidores y cuál es la reacción del público dentro de ellas. ¿Funcionan correctamente? ¿Hay interacción? ¿Cuál es mejor?
Ya que hemos decido cuáles serán los medios sociales a utilizar, comienza la planificación. Para ello, tomaremos en cuenta tanto las estrategias de la competencia, como las categorías de contenido que ofrece cada plataforma. En Instagram, por ejemplo, algunas de las opciones son los carruseles, reels, historias y live. Por otro lado, en Twitter podemos hacer uso de los Tweets, Twitter Spaces, contenido interactivo como encuestas y la posibilidad de publicar desde imágenes hasta gifs. Como podemos imaginar, es nuestro material el que debe adaptarse a los nuevos formatos, no los formatos a nosotros.
Un tip extra a tomar en cuenta, es que lo ideal es hacer uso de varios tipos de contenido para diversificar nuestro perfil digital y aumentar la posibilidad de conexión e interacción con el público. Normalmente, cada red social prioriza algunos formatos sobre otros para mostrarlos a las audiencias, por lo que es importante investigar cuál de ellos puede darnos un impulso para llegar a más personas de manera orgánica, o dicho de otra forma, sin pagar por la exposición.
Como siguiente paso, debemos generar los ejes o temas que tocaremos en nuestro perfil digital a través de nuestras publicaciones. Una vez más, nos basaremos en la competencia para saber qué clase de tópicos funcionan, inspirarnos para abordar nuevas temáticas y así diferenciarnos de otros perfiles digitales como lo establecimos en la entrega anterior:
Si somos maquillistas y vemos que a la competencia le ha ido bien al publicar cada semana tutoriales de belleza, ahora podemos inferir que los consejos e instrucciones paso a paso son de agrado para nuestra comunidad meta. Es aquí cuando entra la combinación de originalidad, esencia propia y referencia; donde podemos pensar en cómo generar contenido que use los mismos fundamentos, sin plagio y dándole un giro totalmente propio que nos acerque al profesional que queremos ser. Por ejemplo, si específicamente queremos enfocarnos en ser profesionales de belleza que atienden a actores y actrices; podríamos iniciar una línea de contenido sobre tutoriales sobre maquillaje para escenario, para iluminación artificial, efectos especiales u otros, dependiendo del medio.
Es recomendable que al iniciar solamente contemos con unos cuatro temas principales para nuestro perfil. Dos de ellos enfocados a atraer público mediante entretenimiento puro, y otros dos enfocados en promocionarnos a nosotros mismos, al producto/servicio que ofrecemos, o algún otro propósito que corresponda al objetivo que nos planteamos.
En el caso de un arquitecto que quiere encontrar nuevos prospectos, un ejemplo de cuatro tópicos podrían ser tips para la organización del hogar/oficina (entretenimiento) ; historias sobre construcciones famosas (entretenimiento); proyectos realizados (promoción propia) y testimonios de clientes (promoción propia). De esta manera, generamos un equilibro entre el material hecho para conservar o llegar al público meta, y aquel que realizamos con la intención pura de vender.
Por último, lo que falta es generar un calendario donde establezcamos con qué frecuencia publicaremos cada tema y con qué tipo de contenido o formato. Esto dependerá mucho de la creatividad y visión de cada persona, pues habrá algunos que prefieran generar imágenes, otros videos, otros audio; sin embargo, siempre debemos diversificar y no cerrarnos a una sola clase de contenido para tener más oportunidades de exposición.
Generar las bases para un perfil digital es sencillo una vez comprendemos cómo llegar a nuestro público y cómo debemos comunicarnos para transmitir nuestro mensaje. No obstante, lo difícil radica en ser constantes, optimizar y no desesperarse; mucho menos cuando no contamos con anuncios pagados o algún otro medio que pueda ayudarnos a crecer con rapidez. Debido a esto, como profesionales debemos tener paciencia y no detener la alimentación de nuestro perfil digital a pesar de que la trayectoria podría parecer lenta en un principio.
Si no hacemos las cosas como se deben, ¿cómo esperamos buenos resultados? Y peor aún, ¿cómo sabremos qué mejorar, si no sabemos siquiera qué es lo que está funcionando?