¿Qué es lo que nos importa a los mexicanos?, ¿qué hace nuestra vida mejor?
De acuerdo con la estadística de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD) y el Índice para una Vida mejor, a los mexicanos nos importa, primero, la educación; en segundo lugar, la salud, y, en tercer lugar, la vivienda. Es interesante que compartamos dicha valoración con otras economías latinoamericanas, como Perú, Colombia, Brasil, Chile y Uruguay.
Si existe tal interés en la educación también debería de existir interés en la alfabetización, y para el presente caso, alfabetización financiera. En el año 2009, la OECD y la Red Internacional de Educación Financiera (INFE) elaboraron una guía práctica para medir la alfabetización financiera, lo que fue un reto al ser esta un constructo complejo.
Estas guías se concentran en tres partes. La primera es relativa al conocimiento financiero, por ejemplo, al uso de números y datos para tomar buenas decisiones y el conocimiento de conceptos económico-financieros.
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La segunda dimensión tiene que ver con el comportamiento financiero, referente al manejo, cumplimiento y planeación financiera y, por último, la actitud financiera o cómo es que se actúa en torno al presente con relación a decisiones futuras.
En nuestro país, la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) incluyó preguntas para avanzar en el tema de la alfabetización y así crear un índice de alfabetización financiera.
En 2019, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) generaron un documento relativo a estudios de inclusión financiera y al cálculo del índice de alfabetización financiera, en el cual México aparece con una evaluación de 58.2 en alfabetización financiera, un puntaje por debajo del promedio de los países del G20.
Es interesante la desagregación del índice para estudiar nuestras decisiones financieras. En primer lugar, este análisis se centra en el comportamiento financiero, ya que en este rubro México se encuentra con la calificación más baja del comparativo con diversos países del G20, siendo 60 el promedio de calificación.
Lamentablemente, México está evaluado con un 48.2; con una calificación un poco mayor destacan Italia y Argentina, con 48.9, Brasil les sigue con un 51.1. Otra parte relevante del índice son los conocimientos financieros, en el cual México tiene una evaluación de 65.8, puntaje por encima del promedio del G20, que es de 61.4.
Por último, la actitud financiera, en este apartado México está muy bien evaluado con un 65, versus un promedio de 60 del G20.
Cuando realizamos consultoría, los consultores solemos exponer áreas de oportunidad que puedan generar mejoras significativas. En cuanto a ello, me llama la atención el índice de preguntas correctas e incorrectas que nos muestran áreas de oportunidad en la población mexicana en cuanto alfabetización financiera.
El concepto de interés compuesto tan solo obtuvo un 12.5% de respuesta correctas, siendo este concepto clave en la generación y acumulación de riqueza. Otro tema de oportunidad se encuentra en el hábito de elaboración de presupuesto, con tan solo un 32.4% de respuestas correctas, sin duda, una excelente práctica en el control de ingresos y egresos que ayuda a tener claridad del manejo y administración de recursos.
Otros aspectos del comportamiento por analizar son los relativos a la comparación de productos antes de adquirirlos. Con relación a si comparamos lo productos financieros, como cuentas, créditos y seguros, tan solo 17.4% tuvo respuestas correctas, siendo este un tema ciertamente importante, ya que se pueden comparar las ventajas y desventajas de los diversos productos financieros.
Con relación al uso de asesorías independientes, tan solo el 4.5% de la población acertó a la respuesta correcta, con lo que existe una coyuntura favorable en cuanto al uso de páginas financieras, asesoría y recomendación para la mejora de la alfabetización financiera.
Al contrastar con temáticas bien evaluadas en materia financiera, los conceptos sólidos con un alto porcentaje de aprobación son los relativos a la inflación (89.6%), el valor del dinero en el tiempo (78%), el concepto de riesgo y retorno (76.1%) y el pago puntual de deudas (72.8%).