“El talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.”

Michael Jordan

La universidad es un período sumamente importante para la transformación de nuestras vidas, es más que solo una etapa de educación, es aquí donde además de las asignaturas aprendemos a enfrentar al mundo de una manera positiva, con mucha energía, entusiasmo y decisión para el logro de nuestras metas, por lo que podríamos decir que la vida universitaria es una etapa de descubrimiento, crecimiento y, sin duda, de colaboración, aprendemos a ser responsables de nuestras acciones, a priorizar, a cumplir nuestras tareas, a organizarnos y nos volvemos más disciplinados.

Sin embargo, cuando llega el momento de trabajar en equipo, muchos de nosotros percibimos obstáculos que nos dificultan tener éxito en este rubro. Para evitar que esto te suceda, hoy quiero compartir contigo algunos conceptos que te serán de gran utilidad para que desarrolles esa habilidad, la cual, en un futuro es muy probable que tengas que emplearla, por lo que tienes que estar preparado para cuando se te presenten estas situaciones y puedas salir adelante en conjunto, obteniendo así grandes resultados.

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En primer lugar, debes de aprender el valor del trabajo en equipo, cada proyecto implica la colaboración de los integrantes y aunque las personalidades y habilidades de cada uno de ellos sean diferentes a las tuyas tienes que asimilarlas, aprende a escuchar, a ser tolerante y a respetar la diversidad de ideas y pensamientos; si el equipo logra de manera general poner en práctica estos conceptos, seguramente tendrán una ventaja potencial, pues de esta manera están aprovechando estas diferencias, que aunque al principio puedan parecer desafíos, la suma de fuerzas, les puede generar resultados extraordinarios.

Otra dificultad a la que comúnmente se enfrentan las personas cuando trabajan en equipo, es la disposición, hay algunos miembros que suelen estar dispuestos y altamente motivados, mientras que otros se comprometen menos, esto puede suceder por falta de interés en el proyecto, porque tienen otras prioridades ya sea personales o de trabajo, o porque no saben cómo integrarse con el equipo, por timidez o falta de compañerismo.

Esto puede causar tensión y frustración en todos, sobre todo si no se distribuye en forma equitativa el trabajo, pues algunos miembros sienten que las tareas asignadas fueron repartidas de forma desigual y que la carga de responsabilidades son diferentes, esta falta de equilibrio puede llevar a frustraciones, conflictos y resentimientos, ya que quienes se comprometen más pueden sentirse sobrecargados, para evitar que esto suceda deben de establecerse expectativas claras y balancear las actividades, logrando así una colaboración más efectiva y justa.

Los proyectos universitarios suelen tener tiempos de entrega, para la evaluación de resultados, la presión suele ser un factor que influye en el resultado, en muchas ocasiones cuando el equipo empieza a sentir esa frustración del tiempo se olvidan del trabajo en conjunto perdiendo así esta habilidad clave, es muy importante que se coordinen los recursos, el tiempo y los espacios, es indispensable mantener siempre una comunicación sólida y abierta para evitar malentendidos; el potencial del equipo y el logro de resultados se basará en gran parte de escuchar y permitir que todos los integrantes expresen sus ideas, puedes llevar a cabo dinámicas de seguimiento, como lluvias de ideas, reportes de avance, planteamiento de dudas, juntas, todo ello debe de tener una programación para que todos se preparen.

Para lograr que tu equipo de trabajo en la universidad sea un ganador, enfócate en aprender a comunicarte, busca un propósito común, y comprométete a la construcción en conjunto aportando ideas, respetando y aprovechando las fortalezas de cada miembro, recuerda que cada uno realiza diversas tareas, pero al final todas son imprescindibles para tener éxito.

¡Así que no duden más y pónganse todos en marcha para crear equipos ganadores!