Las universidades que no creen en las alianzas corren el riesgo de quedarse en un pasado que será superado por el rápido avance de la tecnología.

Parece un cliché aplicable a cualquier ámbito de la vida productiva, pero es una realidad comprobada al menos por 10 de las mejores universidades de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES).

Hasta hace poco, la gran mayoría de las universidades habíamos sido cerradas, rígidas y confiadas en que teníamos el 100% del conocimiento, tanto para generarlo como para compartirlo; operábamos de una manera muy aislada y competitiva frente a otras casas de estudio.

Las nuevas tecnologías de la información, particularmente internet, nos han puesto frente a una realidad que amenazaba con que nuestros días estaban contados porque las plataformas digitales nos quitarían el trabajo.

Una buena actitud y la realidad va poniendo a cada quien en su lugar.

Ese grupo de universidades comprendimos que la educación debe ser democratizada y emprendimos un trabajo conjunto para crear un modelo educativo digital con el Centro en Excelencia en Digitalización y Emtec, empresa digital. Entre las universidades participantes se cuentan La Salle, Tec de Monterrey, Anáhuac, Centro, UPAEP, la de U. de Celaya y, por supuesto, Universidad Insurgentes, entre otras.

El proyecto fue crear contenidos para compartir. Cada institución aporta lo mejor de sus habilidades educativas para atacar las más fuertes deficiencias que en general nuestros alumnos tienen. En particular, hablamos de los problemas de razonamiento matemático, digitalización o métodos de aprendizaje a los que se enfrenta nuestra matrícula.

Los materiales se fueron creando para todos los niveles socioeconomicos que trabajamos y los resultados han sido fenomenales.

Adriana Portilla, nuestra secretaría general académica, ha sido la encargada por parte de la Universidad Insurgentes, de impulsar y negociar estos acuerdos y nos sentimos muy orgullosos de los resultados. Es una experta en armar este tipo de alianzas.

“Llegamos a la conclusión que sabemos hacer cosas distintas (cada universidad). Negociamos, tomamos los acuerdos y vimos en qué habilidades podíamos converger y dónde queríamos participar”, cuenta.

Algunas instituciones tenemos mejores plataformas, otras mejor diseño instruccional, otras aportaron expertos en los contenidos.

El primer producto, estrenado el año pasado, fue el curso de superaprendizaje para desarrollar habilidades cognitivas, emocionales y colaborativas para el aprendizaje del estudiante.

Este es un buen ejemplo. Generalmente las universidades nos casamos con ciertas metodologías, pero no siempre les vienen bien a todos, explica Adriana.

Decidimos enfocarnos en que el alumno busque su propósito de estudios, que lo tenga claro, más allá de sólo aprobar la materia, para que así tomen de estos cursos lo que mejor se ajuste a su manera de aprender.

Así, pueden ser utilizados por todos los alumnos, de prepa hasta postgrado, y obtener el mejor resultado según sus fortalezas e intereses. El 95% de quienes hicieron este curso nos han reportado que han ubicado su mejor forma de aprender.

Otro gran descubrimiento para Universidad Insurgentes en el tema de las alianzas con Coursera, esta empresa de enseñanza en línea para el trabajo.

En alguna materia se incluye un curso donde ellos tienen a los mejores expertos y saben hacer el contenido, nosotros ponemos los profesores o tutores que le dan seguimiento al alumno para garantizar el aprendizaje.

Esto ha provocado que el 90% de los cursos de Coursera que inician nuestros jóvenes sean concluidos, una tasa que la plataforma ni siquiera soñaba.

Hoy en día, estos sistemas educativos (como Coursera o Google) reconocen que no pueden hacer lo que hacemos las universidades: investigar, desarrollar, innovar, incluso enseñar, pero las universidades también reconocemos que ellos tienen a expertos que saben hacer y presentar las cosas de una manera que acelera el aprendizaje de nuestros alumnos.

Son alianzas en las que ganamos ambas partes y que nos permiten a las universidades no quedar avasallados por el avance tecnológico. ¿Sabes cuantas alianzas tiene tu Universidad?