Si estás dando un paso más en tu formación educativa es probable que ya estés inmerso en el universo de las microcredenciales o las microcertificaciones.
Y es que para satisfacer las necesidades de conocimiento de los centennials –y de los internautas en general– se han diseñado varias estrategias. Una de ellas se basa en la impartición de cursos cortos que están avalados por empresas reconocidas e, incluso, por instituciones educativas que te brindan, al finalizar el curso, insignias digitales.
Pero, ¿qué son estas y por qué son importantes? En Generación Universitaria te contamos.
¿Qué son las microcredenciales?
De acuerdo con el centro de investigación sin fines de lucro Brookings, las microcredenciales son certificaciones digitales que evidencian logros, competencias o conocimientos específicos adquiridos por una persona. Asimismo, una vez terminados los requerimientos específicos, el usuario recibe una insignia digital que avala ese conocimiento.
Dicha empresa reporta, en su investigación llamada “Las promesas y los peligros de las nuevas tecnologías para mejorar la educación y las oportunidades de empleo”, que los jóvenes estudiantes disponen de una nueva y poderosa herramienta para construir y demostrar sus habilidades: las microcredenciales.
Para los especialistas, “un estudiante interesado en desarrollar una habilidad para un proyecto, trabajo o futura carrera puede buscar microcredenciales digitales porque son maneras flexibles y aceleradas de aprendizaje que demuestran resultados particulares y conjuntos de habilidades”, dice Brookings en su investigación.
Además, el reporte también refiere que las microcredenciales tienen la característica de tener una duración más corta y más especializada que un título, diploma o certificado. Asimismo estas son depositadas en aplicaciones, sitios web o sistemas de datos, mismas que son diferentes de un título o diploma que se verifica en papel.
Las insignias digitales: todo en una misma “mochila”
De acuerdo con el reporte Metaliteracy Learning Collaborative, los aprendedores podrán acumular microcredenciales en su “mochila de insignias digitales”. Además, una de las principales ventajas de las microcredenciales es que los alumnos pueden utilizarlas para “apilar” nuevos módulos y habilidades sobre su educación. Incluso, los jóvenes pueden incluir estas insignias en su currículo, en perfiles profesionales, un sitio web personal o en las redes sociales.
En ese sentido, para los jóvenes adolescentes, las insignias digitales son símbolos de logros que reconocen todo tipo de experiencias de aprendizaje tanto en las aulas tradicionales como en tutoriales en línea, mismas que son otorgadas desde un individuo, organización, institución académica y una empresa.
Las microcredenciales, una tendencia en crecimiento
En información de Credential Engine, se detalla que están disponibles para su aprovechamiento más de 750 mil microcredenciales tan solo en los Estados Unidos. Estas capacitaciones digitales son ofrecidas por todo tipo de organizaciones de alcance internacional o local, desde IBM, Google, Apple o Amazon hasta la Asociación Nacional de Pisos de Madera (NWFA, por sus siglas en inglés), por solo mencionar algunos ejemplos.
Otras fuentes de información señalan que existe más de un millón de microcredenciales en el mercado. Aunado a esto, más de la mitad de ellas son ofrecidas por empresas, asociaciones y plataformas de aprendizaje en línea que buscan satisfacer las necesidades de habilidades profesionales que requiere el mundo laboral.
Lo que es un hecho es que esta tendencia ofrece muchas ventajas de personalización del consumo de contenidos educativos. Esto dependiendo de lo que deseen aprender, en este caso, los alumnos mexicanos.
Microcredenciales fortalecen habilidades interpersonales
Alberto Pérez, Director Nacional de Acompañamiento en Tecmilenio, destacó que las microcredenciales llegaron para quedarse. A través de ellas, los docentes se sensibilizan sobre en qué aspectos deben poner más atención en cuanto a las habilidades, conocimientos, y actitudes de los alumnos. Lo anterior se traduce en un camino más claro para acompañar profesionalmente a los estudiantes.
“Es primordial que el estudiante se conozca, que identifique cada una de sus fortalezas y aquello que lo hace único como persona. Ejercer ese talento, sumando disciplina, autorregulación y pasión puede hacer que los jóvenes logren algo trascendente”, dijo Pérez. Según el académico, las microcredenciales se pueden convertir en la oportunidad de generar conocimientos que sumen de manera curricular al perfil de los estudiantes. Asimismo, es un mecanismo que lo reta a descubrir y desarrollar nuevas habilidades.
Incluso, más allá de los conocimientos académicos, también se pueden cultivar saberes relacionados, por ejemplo, con inteligencia social, liderazgo, amabilidad, gratitud y trabajo en equipo. Además, son herramientas que favorecen el inicio de la ruta de aprendizaje del adolescente.
Hacen posible el aprendizaje autodidacta
Sharon Flores, directora de Talent Academy, considera que nos encontramos en una época que promete mucho. Esto debido a que, los interesados en cualquier tema tienen acceso a cursos y programas de microcredenciales. Estos programas se especializan en temas tan variados como la inteligencia emocional y hasta en habilidades específicas como la robótica, las matemáticas y demás conocimientos.
“Esto es importante porque, al final, ellos pueden empezar a introducirse en el conocimiento de las cosas que les gustan. En ocasiones, en las etapas de secundaria y preparatoria, los estudiantes empiezan a tomar cierta especialización hacía los temas que ellos desean enfocarse a lo largo de su vida”, mencionó Flores.
Las microcredenciales son atractivas porque se adaptan a las necesidades de las personas. También lo son debido a que se imparten en línea y porque, dependiendo del tema, son de corta o mediana duración. Con esto se retiene la atención, sobre todo, de los adolescentes.
En ese sentido, Sharon Flores, directora de Talent Academy, destacó que, a través de las microcredenciales, los adolescentes pueden adquirir habilidades sorprendentes. Incluso, para esos jóvenes cursar una de estas capacitaciones puede ser un punto de partida para experimentar y decidir sobre qué quieren estudiar en su proyecto de vida profesional.
Asimismo, la experta dijo que, en ocasiones, un curso de estos puede definir rumbos profesionales. “Hay casos que nos han demostrado que no siempre se necesita un título universitario. Claro que este tiene su validez y es muy importante, pero también están estas otras alternativas. También hay personas que todo el tiempo se siguen capacitando a través de microcredenciales y de las facilidades del aprendizaje autodidacta”.
Flores expresó que parte del éxito de las microcredenciales está en que estas pueden personalizarse. Esto significa que los alumnos pueden seleccionar unidades, cursos y módulos que se adapten a sus necesidades e intereses.