¿Te imaginas ver a un ser querido que partió comiendo en tu ofrenda?, o ¿en la madrugada tienes miedo de ir al baño porque no quieres encontrarte con un ente de otra dimensión?; ¿sabes de dónde vienen estas creencias? La UNAM nos explica por qué creemos en fantasmas.
La creencia por los fantasmas viene de la infancia. Sin embargo, en la vida adulta muchas veces se convierten en consuelo o incluso en verles como compañía en diversas situaciones. Esto explicó el académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, para Gaceta UNAM.
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¿Por qué creemos en fantasmas?
De acuerdo con la UNAM, esta creencia tiene diversos orígenes; entre ellos, que en nuestra infancia los adultos contaban que sí existen los fantasmas. ¿Quién no recuerda estar buscando hasta detrás de las puertas cuando apagábamos la luz en la madrugada? Gracias a ello, en la etapa adulta, se sigue creyendo que algún día se nos aparecerá un ser de otra dimensión. Esto por la nostalgia a la ilusión de la niñez, o porque esto hace la vida más emocionante cuando se torna aplanada o aburrida.
Otro origen de nuestra creencia en los fantasmas viene de las mitologías o leyendas. Estos relatos surgieron en los inicios de las sociedades ante la falta de algún dato sobre algo. Es decir, estas historias paranormales vienen de vacíos de información que se complementan con una visión fantástica.
Día de muertos aporta en la creencia
Pablo Fernández Christlieb, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, considera que el Día de muertos aporta en la creencia de los fantasmas; porque se cree que todos los rituales, el cempasúchil, y las ofrendas son un consuelo ante la soledad que enfrentamos con la pérdida de cualquier ser querido.
La creencia en fantasmas es un alivio, de acuerdo con la UNAM
Al igual que las ofrendas y rituales del Día de muertos, los velorios son otra especie de ritual ante la soledad que se origina por el vacío que deja la muerte de una persona. De acuerdo con el profesor de Psicología, para Gaceta UNAM, estos eventos se practican para que familiares y amigos acompañen al círculo cercano de quien murió, para que no se sientan solos.
Asimismo, el sentir la presencia de un ser querido, ya sea durante estos días que se conmemora la muerte, u oler su perfume sin explicación alguna; son una dosis de consuelo, “por creer que los muertos no se fueron y los llevamos en la memoria y en el recuerdo”, apuntó el profesor.
La creencia en fantasmas puede originarse por nostalgia, apoyarse en las tradicionales leyendas y mitos; o, verse como un consuelo de que nuestros seres queridos mueren, pero siguen en el mismo plano que nosotros, o al menos en nuestra memoria. ¿Tú crees en los fantasmas?