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Un orgullo ser la primera mexicana en el espacio, pero no quiero ser la única: Katya Echazarreta

Foto: X@katvoltage

Hace casi dos años que Katya Echazarreta se convirtió en la primera mujer nacida en México en llegar al espacio, como parte de la misión Blue Origin NS-21 de la NASA.

En junio de 2022, la joven cumplió uno de sus más grandes sueños y metas en la vida, viajar al espacio, pero lograrlo no fue nada fácil: le costó muchas horas de estudio, cansancio, esfuerzo y constancia.

En entrevista para Generación Universitaria, explica que ser la primera mujer nacida en México en llegar al espacio es una responsabilidad enorme, ya que es muy importante continuar trabajando para que más mujeres puedan logarlo. “Ser la primera sí es un orgullo, pero ser la única no lo es”, expresa.

La tapatía de 27 años, quien desde pequeña sabía que quería ser astronauta, se ha enfrentado a los mismos obstáculos que todas las mujeres.

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“Cuando llegas a un lugar, ven tu físico, ven a una mujer chiquita, una mujer mexicana, y no miran todo tu trabajo, el esfuerzo, el estudio…”, reflexiona Echazarreta.

Narra que profesionalmente se ha enfrentado al fracaso, aunque entiende que se debe continuar a pesar de todo. “Si realmente queremos lograr algo, el trabajo es lo más importante”.

Lamenta que sean pocas las mujeres en la industria espacial, y todavía menos las que han viajado al espacio.

Otra astronauta, su inspiración

Pese a que son pocas las mujeres dentro de la industria, la ingeniera electrónica por la Universidad de California relata que otra mujer fue su inspiración para cumplir su más grande sueño: Ellen Ochoa, una física, científica y astronauta de la NASA.

“Ellen Ochoa se convirtió en la primera mujer hispana en viajar al espacio. Ella viene de una comunidad muy similar a la mía; es de abuelos mexicanos y estudió la misma carrera que yo. Así que, para mí, ella siempre fue un referente a seguir”, recuerda Katya Echazarreta.

Otra persona clave en su éxito es su mamá, quien no pudo terminar su educación.

“Me acuerdo que cuando era niña, siempre la admiraba, porque mi mamá es una mujer fuerte, inteligente. Imaginaba que, si hubiera sido enfermera o doctora, hubiera sido la mejor”, contó en la conferencia “Un espacio sin límites”, en la Universidad Tecmilenio.

Agradeció porque el nivel de apoyo que su madre le ofreció, la ha llevado a ser quien es.

La ingeniera tiene una fundación con la que busca que jóvenes mexicanos vivan la experiencia de ir al espacio, a través de campamentos.

En la Fundación Espacial Katya Echazarreta, su mamá es la directora de los programas. “Ella tiene su carrera con nosotros por primera vez y es increíble porque construyó Marte en Jalisco”, profundiza.

Siempre confía en ti

Katya Echazarreta se mudó a San Diego, Estados Unidos, cuando tenía siete años, y desde que iba en la primaria, sabía que quería estudiar una carrera STEM.

Si bien no entendía perfectamente lo que quería, en el último año de la prepa lo descubrió.

“Fui creciendo y aprendiendo más. Me di cuenta de que las clases que me gustaban más, que me fascinaban, eran todas las relacionadas con la ciencia”.

Explica, en la entrevista, que es importante que todas las mujeres tengan muy claro qué es lo que quieren y que confíen en ellas mismas.

“Cuando vas creciendo y sigues diciendo tus sueños, muchas personas lo ven como algo ridículo”.

La astronauta mexicana espera que su trabajo con su organización llegue a más personas, no solo a mexicanas, también a nivel internacional.

“Yo quiero que las oportunidades internacionales sean para todos”, cierra la joven tapatía.

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Vanessa Solis: Vanessa Solis es coeditora de Generación Universitaria de EL UNIVERSAL. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Insurgentes.

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