“La pandemia que nos ha tocado vivir desde hace dos años ha impactado profundamente a la educación y con ello crece la necesidad de soluciones eficientes, inclusivas e innovadoras. Muchos procesos tuvieron que ser reimaginados.”, dijo Rodrigo Kede Lima, Presidente de Microsoft para América Latina, durante ell evento “Camino a la Nueva Educación”, realizado por Microsoft.
Kede Lima destacó que la transformación de la educación es una prioridad que representa el único camino hacia el progreso y hacia un mundo mejor para todos. Asimismo, añadió que en el mundo pospandemia, descubrieron que la tecnología juega un papel mucho más importante.
En esta charla, docentes y personajes involucrados en la mejora de la educación, intercambiaron experiencias de enseñanza y los retos por los que atraviesa el sistema educativo a raíz de la modalidad virtual y uso de la tecnología.
Luciano Braverman, director de Educación en Microsoft América Latina considera que los docentes enfrentan varios desafíos como: preparar a sus alumnos y alumnas a las nuevas habilidades del siglo XXI; plantear procesos educativos con dinámicas que despierten el interés y motivación a los chicos; y enfocar las políticas educativas hacia la igualdad de oportunidades.
Al hablar sobre igualdad de oportunidades, Braverman dijo que la pandemia agravó los problemas de desigualdad, pues de acuerdo con estudios del Banco Mundial, en Latinoamérica la desigualdad aumentó un 6% durante 2020. Y señala que “estas condiciones socioeconómicas nos exigen a todos repensar nuestro enfoque educativo. Partiendo de contextos de alta vulnerabilidad.”
Adopción de tecnología para reducir la deserción
Otro de los problemas que se enfrenta en la región es la deserción escolar, ya que según datos de la UNESCO, 33 millones de estudiantes mexicanos siguen afectados en sus procesos educativos por las restricciones del COVID 19.
En ese sentido, se habló de algunas de las instituciones que han reducido desigualdades a través del uso de la tecnología o que han implementado la enseñanza de TICS para reducir la brecha digital.
El Colegio de Ciencias y Humanidades es una de estas instituciones. En voz de Armando Rodríguez Arguijo, secretario de Informática del Colegio de Ciencias y Humanidades, durante la emergencia sanitaria, la tasa de graduados de esta institución, se elevó un 15%.
El primer desafío, dice Arguijo, fue preparar la plataforma para que la comunidad de 57 mil alumnos y 3 mil profesores continuara de forma remota con clases. Se contemplaron dos objetivos: el primero era poner en funcionamiento esta herramienta online y el segundo, capacitar a profesores y alumnos para que la utilizaran. Actualmente, gracias a Microsoft Teams, cuentan con 127 mil aulas virtuales.
Por otra parte, para Julia Yemail, directora de Ciencias y Tecnologías y Medios Educativos de la Secretaría de Educación en Bogotá, “la pandemia nos deja el reto de configurar modelos híbridos, donde lo presencial y virtualidad configura la escuela del siglo XXI.”
Esta es la razón por la que creó el proyecto “100k” que consistió en la entrega de dispositivos móviles junto a un plan de conectividad, pero también con la enseñanza de habilidades digitales. En este plan se contempló que todos los colegios públicos de Bogotá pudieran implementar las TICS como método de enseñanza.
Otras instituciones como El Tecnológico de Monterrey lograron la creación de laboratorios virtuales gracias al uso de la nube y la herramienta Azure, con la que lograron mudar información de forma segura, como los datos de esta institución a la nube, con la finalidad de que las y los estudiantes pudieran acceder desde sus hogares.
Apoyo para la comunidad universitaria a distancia
Gracias a las herramientas de Microsoft, también se logró el proyecto colaborativo a larga distancia “Si callas eres cómplice”, que fue encabezado por 3 profesoras de diferentes lugares: dos de ellas de las provincias argentinas de Buenos Aires, Córdoba y una de la Ciudad de México.
Para hacer posible “Si callas eres cómplice” los y las alumnas aprovecharon las nuevas herramientas tecnológicas que tienen a su disposición para cambiar el paradigma de la igualdad de género. Por ejemplo, con el uso de Teams, realizaron llamadas en las que intercambiaron experiencias y organizaron pláticas con especialistas en la prevención de la violencia de género.
Una de las profesoras de Química de la Facultad Municipal Juan Galo de Lavalle de Chascomús, Buenos Aires, señala que el trabajo colaborativo enriqueció el proyecto. Dijo también que las profesoras se apoyaron de herramientas como Insights, mediante la cual vieron el progreso de los alumnos, y estadísticas sobre rezago.
Finalmente, Luciano Braverman remarca que aunque durante la pandemia los problemas relacionados a la desigualdad se agravaron, “gracias al trabajo de nuestros docentes, el sistema educativo se sostuvo”.