Dentro de los virus existentes más contagiosos se encuentra el sarampión, cuya aparición se da de manera frecuente en los primeros cuatro meses del año, entre el final del invierno e inicio de la primavera. Para reducir el contagio, la UNAM dio una serie de recomendaciones que puedes llevar a cabo.
El sarampión no es una enfermedad nueva en un país como México, pues en la década de los 90 atravesó por una epidemia provocada por este virus. Para evitar el incremento de casos positivos en la sociedad mexicana y dado su alto nivel de contagio, la UNAM aconseja aplicar lo siguiente.
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¿Cuáles son las recomendaciones?
De acuerdo con lo publicado por la máxima casa de estudios, existen diferentes recomendaciones que pueden llevarse a cabo para prevenirlo. Estas son algunas:
- Para niños de 5 a 13 años, verificar su cartilla de vacunación. Es recomendable aplicar la dosis correspondiente a los seis años. En caso de no contar con dos dosis, debe recibir dos de SRP, con un lapso de al menos 28 días entre ambas.
- Niños de 6 a 11 meses de edad que vayan a realizar algún viaje internacional, debe recibir una dosis de la vacuna contra el sarampión, pero no contará como parte del esquema, ya que después se les tendrá que aplicar sus dos dosis generales.
- Para estudiantes de niveles medios y superiores, deberán recibir dos dosis de SR dejando pasar 28 días entre ambas. Esto en caso de no tener evidencia de haber sido vacunado previamente.
- Los adultos que no recuerden haber sido inmunizados, deben recibir una dosis de SR.
De igual forma, la UNAM recomienda estar alerta ante la posible aparición de casos confirmados de sarampión. Si tienes dudas o sospechas, puedes comunicarte a la Dirección General de Atención a la Salud, al PUIREE o bien acudir al Servicio de Salud de la máxima casa de estudios.
¿Qué es el sarampión y cómo se transmite?
De acuerdo con lo dicho por la universidad en Gaceta UNAM, es una enfermedad viral aguda, cuyo contagio es sumamente alto y por lo mismo llega a ser grave. Una persona puede contagiarse por contacto directo con tan solo unas gotas de saliva y moco que alguien más expulsa cuando habla, estornuda o tose.
Puede resultar complicado identificarlo en un principio, ya que se presenta como un cuadro similar al catarro con fiebre, es decir, sus primeros síntomas consisten en estornudos, congestión nasal, tos y lagrimeo. Sin embargo, después de unos días comienzan a aparecer ronchas rojas en la piel.
El tiempo entre el contagio y la aparición de los síntomas es de entre siete a 21 días, pero el individuo es capaz de contagiarlo a los demás ya sea cuatro días antes o después de empezar a presentar las lesiones en la piel. Estas pequeñas ronchas llegan a durar una semana, después de eso las costras empiezan a caer.