El 1 de julio se celebra el Día de la Ingeniera y del Ingeniero. En este contexto, vale la pena preguntarse por qué solo el 31% de los estudiantes de esta disciplina está representado por mujeres y qué planes es posible implementar tanto en el sector privado como en el público  para fomentar la equidad de género en las áreas del rubro.

Myrna Lira Cabrera, vicepresidenta adjunta de Transporte y Operaciones de AT&T México, y Miriam Arroyo Bermúdez, vicepresidenta adjunta de Personal de la misma empresa, compartieron las estrategias con las que han contribuido para aumentar la presencia femenina en roles técnicos y, en consecuencia, fortalecer el empoderamiento de las mujeres dentro y fuera de la firma.

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“Ha sido el resultado de múltiples iniciativas, desde la comunicación directa en las universidades hasta la creación de semilleros y campañas de reclutamiento”, comentó Lira Cabrera.

La representante de la compañía destacó que uno de los programas fundamentales es “Mujeres en acción”, establecido desde 2016. En específico, este incentiva la igualdad de oportunidades para ellas dentro de la organización. 

“Se trata de fomentar una cultura laboral libre de estereotipos, en la que se promueva el desarrollo de todas las personas, sin importar el género o las diferencias culturales”, expresó. 

Comité transversal

Otra de las estrategias con las que se puede ayudar a promover la igualdad de oportunidades es empoderar a las mujeres que ya trabajan en las compañías. 

“En AT&T creamos un comité transversal a toda la organización, en el que participan todas las áreas: marketing, legal, ingeniería… Este busca el empoderamiento de las mujeres dentro de la empresa. Se promueven herramientas personales y profesionales, y se hace networking con el fin de que sientan que pueden trascender a donde quieran”, explicó Lira Cabrera. 

La joven explicó que muchas de las mujeres en las compañías están superpreparadas, pero tienen problemas de confianza, por lo que es importante que existan programas que les ayuden a romper el “techo de cristal”. 

“Para ello, es importante proveerles información sobre cómo potenciar la ‘marca personal’, así como fomentar las relaciones entre compañeras para demostrar que no están solas en el camino”, expresó. 

Fortalecimiento de programas 

Otro aspecto indispensable para fomentar la participación de mujeres ingenieras en el sector privado es la creación y fortalecimiento de programas que faciliten su integración en las empresas.

“Si tenemos 10 posiciones vacantes, al menos el 40% debe ser cubierto por mujeres, y en las ternas de selección siempre debe incluirse al menos a una mujer”, explicó Arroyo Bermúdez.

Asimismo, detalló que en AT&T se llevan a cabo campañas en redes sociales para promover las vacantes y compartir la experiencia laboral de las mujeres en la compañía. 

“También implementamos programas de semilleros de talento. Cada semestre, grupos de estudiantes realizan prácticas profesionales, incluyendo áreas como IT, network y seguridad. Al menos el 40% o 50% de los participantes son mujeres”, apuntó.

Explicó que se invita a las estudiantes a participar en un proceso de evaluación, que incluye entrevistas y psicométricos, para proporcionarles retroalimentación sobre sus fortalezas y áreas de mejora.

“Esto les ayuda a prepararse mejor y a superar cualquier temor a alzar la mano”, destacó la colaboradora de AT&T.

Preparación desde los primeros pasos

Sin duda, el aspecto fundamental para promover una mayor participación de las mujeres en las empresas, en el campo de la ingeniería, es incrementar el número de estudiantes en estas disciplinas.

“Aunque hemos visto avances en el número de mujeres que eligen estas carreras, aún queda mucho por hacer. Es por eso que visitamos universidades y dialogamos con ellas sobre cómo es vivir y trabajar en una empresa como la nuestra”, señaló Arroyo Bermúdez.

Lira Cabrera reflexionó sobre el hecho de que todavía se lidia con estereotipos arraigados desde hace tiempo, los cuales deben ser abordados también desde el seno familiar. 

“Es lamentable que aún haya familias que distribuyen las tareas según el género, lo cual contribuye a perpetuar esta problemática. Para alcanzar una sociedad verdaderamente equitativa, debemos comenzar a trabajar desde nuestro propio núcleo familiar. Es sorprendente que este tipo de situaciones todavía persistan en pleno siglo XXI”, concluyó.