El rector de la Universidad Iberoamericana, Luis Arriaga Valenzuela, presentó su Primer Informe Anual, de lo que se ha hecho en la institución.

El Dr. Arriaga agradeció a toda la comunidad universitaria y jesuita el esfuerzo compartido en la conformación de una Universidad que “se distingue por su alto nivel académico, la generación de conocimiento e investigación y por su compromiso e incidencia social”, vinculada con el mundo y los problemas que aquejan a la sociedad.

Luego de la etapa de pandemia por Covid-19, “volvimos y lo hemos hecho bien, pero no podemos permitirnos la ingenuidad de pensar que hemos vuelto al mismo mundo”, dijo el Rector.

Destacó el proceso de renovación estratégica en la estructura organizativa que se echó a andar en su primer año de Rectorado, traducida en la definición de un nuevo organigrama que permite mayor agilidad en la toma de decisiones, así como potenciar el talento y experiencia de quienes colaboran en esta casa de estudios.

Lee también: IBERO desarrollará robots que ayuden a las infancias a tener conciencia de sus cuerpos

Cinco ejes del Rector que guían la ruta

Desde que asumió su cargo, el Dr. Arriaga Valenzuela ha impulsado con entusiasmo cinco ejes estratégicos, cuyos avances recordó en este primer informe:

• Excelencia humana integral
• Incidencia social
• Internacionalización e interculturalidad
• Fortalecimiento de la identidad ignaciana
• Eficiencia y sostenibilidad

Excelencia humana integral

El Rector explicó que la excelencia humana integral caracteriza no sólo a la IBERO sino al proyecto educativo de la Compañía de Jesús, y aspira a ir más allá de la excelencia académica: a “una conversión radical, un cambio de corazón”.

Dicha misión, dijo el Rector, nos exige hacer investigación y docencia que se sustente en el trinomio: calidad, pertinencia e incidencia social.

Asimismo, resaltó que el cuerpo docente y de investigación de esta Universidad “dialoga con los estándares científicos globales”.

Señaló también la importancia de vivir la IBERO como un ecosistema de innovación, donde el trabajo académico y de investigación llega cada vez más a los salones de clases. El objetivo, agregó, es permitir “que nuestro estudiantado madure la confianza necesaria para convertirse en personas conscientes, competentes, compasivas, comprometidas y colaborativas”.

Incidencia social

Sobre la incidencia social, el segundo eje de este Rectorado, dijo que implica resignificar el sentido e impacto del trabajo de la Universidad, poner la excelencia académica al servicio de la sociedad. “El objetivo es impulsar proyectos y estrategias que mantengan a la Ibero como una institución capaz de tender puentes y entablar diálogos con la totalidad de las y los agentes sociales”. Queremos, agregó, que nuestro estudiantado asuma que “ser las y los mejores para el mundo” significa un compromiso cotidiano con las demás personas y con la Casa Común.

Internacionalización e interculturalidad

La internacionalización y la interculturalidad, tercer eje, se han visto muy presentes en este primer año, y el Rector recordó el compromiso de la Universidad de formar personas abiertas a las diferencias y capaces de trabajar conjuntamente en la construcción de sociedades equitativas, justas y plurales.

Sobre esa línea, relató que la Ibero amplió sus vínculos con universidades de otros países, fortaleció el trabajo con instituciones hermanas y participa de manera activa y constante en las redes de homólogos de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL).

Fortalecimiento de la identidad ignaciana

Al abordar el cuarto eje, el fortalecimiento de la identidad ignaciana, recordó que la Iberoamericana es una Universidad confiada a la Compañía de Jesús, por lo que apuesta por el cultivo de la interioridad, la justicia, el diálogo intercultural y la reconciliación en el trabajo universitario. “La nuestra no es una identidad sectaria o cerrada”.

Eficiencia y sostenibilidad

Con miras a la eficiencia y sostenibilidad de la Universidad, quinto eje, el Dr. Arriaga recordó que ha asumido de manera responsable y prioritaria el desarrollo del Plan Estratégico para los próximos cinco años. “Ahí están plasmadas las aspiraciones de nuestra institución”.

Con este plan se inicia la transición hacia un modelo universitario que potencia procesos de planeación flexibles, dialógicos, reflexivos y de construcción de intelecto colectivo. En este marco, se creó la Dirección General de Planeación Estratégica e Innovación, y se definieron en su estructura las áreas de Inteligencia de Datos, Gestión de Innovación y de Evaluación Institucional.

El Dr. Arriaga mencionó el reto de que la comunidad esté al día con las tendencias tecnológicas. “Requerimos formarnos y capacitarnos constantemente, y aportar toda nuestra creatividad y talento para innovar, potenciar y cuidar los recursos de nuestra Universidad”.