Durante la celebración de la Feria Internacional del Libro, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, Rector de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México (IBERO), impartió una plática titulada “Inteligencia Artificial y Democracia: un reto para la educación superior en el siglo XXI”.
En la charla, se habló principalmente sobre dos cosas: los problemas que tienen las democracias al lidiar con la inteligencia artificial (IA) y cómo las universidades pueden ayudar a entender y resolver este asunto.
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¿Por qué el rector de la IBERO ve como un desafío a la IA?
El Dr. Arriaga Valenzuela expresó su preocupación acerca de cómo los recientes avances en inteligencia artificial tienen el potencial de generar desequilibrios de poder significativos. Este riesgo radica en la capacidad de las tecnologías emergentes para otorgar un poder excesivo a quienes las administran. En otras palabras, el control y la gestión de la IA podrían caer en manos de unos pocos, lo que podría tener consecuencias negativas para la sociedad al generar asimetrías de poder.
Asimismo, el rector señaló qué la inteligencia artificial afecta la forma en que recibimos y compartimos información, especialmente en entornos como las redes sociales. Destacó que la polarización y los conflictos actuales pueden agravarse debido a la incapacidad de la sociedad para cuestionar críticamente la información que consumimos en plataformas digitales. La IA, al ampliar la posibilidad de recibir información falsa que parece realista, complica aún más la capacidad de discernimiento y contribuye a la creciente polarización.
Propuestas del Rector para Afrontar los Desafíos de la Inteligencia Artificial
Ante estas circunstancias, el Dr. Arriaga presentó tres propuestas para hacer frente a estos desafíos.
La primera recomendación del rector es no quedarnos indiferentes ante los cambios tecnológicos. ya que se necesita la comprensión de que las nuevas tecnologías no son simplemente herramientas neutras; deben ser analizadas considerando el sistema en el que se desarrollan.
En segundo lugar, resaltó la responsabilidad que debemos tener como ciudadanos de participar activamente en las conversaciones sobre el uso de la inteligencia artificial. Esto implica ser capaces de discernir la información que recibimos, mantener una actitud crítica y evitar adoptar posturas inflexibles, fomentando en su lugar el debate abierto en el ámbito público.
Finalmente, el Dr. Arriaga recomendó abogar por recuperar el control democrático sobre las tecnologías dominantes. En otras palabras, concebir la inteligencia artificial como una nueva esfera de interés público que no debería estar sujeta a los intereses exclusivos de grandes conglomerados.