Foto: El Universal
Este 7 de octubre la Asamblea Nobel en el Instituto Karolinska otorgó el Premio Nobel de Medicina a Víctor Ambros y Garay Ruvkun por el descubrimiento del microARN y su papel en la regulación genética.
Victor Ambrosio es doctor del Instituto Tecnológico de Cambridge, donde también realizó investigación postdoctoral entre 1979 y 1985. Posteriormente, realizó investigación postdoctoral entre 1979 y 1985 y también fue profesor de medicina hasta el 2007.
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Por otro lado, Gary Ruvkun es doctor de la Universidad de Harvard, también fue investigador postdoctoral en el Instituto Tecnológico de Cambridge de 1982 a 1985. Se convirtió en investigador principal en el Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard en 1985, donde ahora es profesor de Genética.
De acuerdo con información de Fundación Nobel, ambos científicos descubrieron el microARN, una nueva clase de moléculas de ARN diminutas que desempeñan la regulación genética esencial para los organismos multicelulares, incluidos los humanos.
“Ahora se sabe que el genoma humano codifica más de mil microARN. Su sorprendente descubrimiento aperturó una dimensión completamente nueva de la regulación genética”, explica Fundación Nobel.
El Premio Nobel de este año se centra en el descubrimiento de un mecanismo regulador vital que se utiliza en las células para controlar la actividad genética.
La información genética fluye del ADN al ARN mensajero (ARNm), a través de un proceso llamado transcripción, y luego a la maquinaria celular para la producción de proteínas. Allí, los ARNm se traducen para que las proteínas se fabriquen de acuerdo con las instrucciones genéticas almacenadas en el ADN.
“La regulación genética por microARN, ha estado en funcionamiento durante cientos de millones de años. Este mecanismo ha permitido la evolución de organismos cada vez más complejos”, señala Fundación Nobel
Las células y los tejidos no se desarrollan normalmente sin microARN. La regulación anormal por microARN puede contribuir al cáncer, y se han encontrado mutaciones en los genes que codifican microARN en humanos, lo que provoca afecciones como pérdida de audición congénita y trastornos oculares y esqueléticos.
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Las mutaciones en una de las proteínas necesarias para la producción de microARN dan lugar al síndrome DICER1, un síndrome raro, pero grave vinculado al cáncer en varios órganos y tejidos.
El descubrimiento fundamental de científicos, Ambros y Ruvkun en el pequeño gusano C. elegans fue inesperado y reveló una nueva dimensión de la regulación genética, esencial para todas las formas de vida complejas.
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