Después del COVID–19, quizá nuestro sentido de alerta se enciende con cualquier enfermedad de la que escuchamos, y peor si comienzan a elevarse los casos. Justo algo como esto sucede actualmente con las noticias sobre la viruela del mono. Pero ¿qué tan peligrosa es? Te contamos lo que dice la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El profesor del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, Mauricio Rodríguez Álvarez, explicó que la viruela del mono, es una enfermedad que transmiten animales como monos y roedores a humanos. Y aseguró que actualmente se trata de un brote, más no de una epidemia.
Esto se debe a que los casos que existen no son cifras que representen un problema epidémico, aunque la “cadena de contagios sea grande”. Y de acuerdo con el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se dio el 24 de mayo, a nivel mundial hay 131 casos en 17 países. Entre los que se encuentran: España con 40 casos; Portugal con 37, y Reino Unido con 20.
Además, señaló que este virus es menos agresivo que el de otras épocas, como aquel que en 1520 afectó a la población mexica. Ya que la mortalidad es muy baja, pues de 100 personas infectadas se podría decir que solo “la mitad de uno” se encuentra en riesgo de complicaciones o de perder la vida.
¿De dónde viene esta enfermedad?
De acuerdo con Rodríguez, la viruela del mono proviene, principalmente, de países en África Central y de África Occidental, tal como el broté que surgió de esta enfermedad en 2018.
Lo cual coincide con el brote actual, ya que el registro de los primeros contagios se encuentra relacionado con personas que tienen antecedentes de haber viajado a Nigeria o que tuvieron contacto con gente que estuvo en ese país.
¿Cómo sé si tengo esta enfermedad?
La viruela del mono tiene síntomas inespecíficos y puede generar fiebre, así como dolor muscular y de articulaciones. Después aparecen lesiones en la piel, es decir, bolsitas con pus. Además, puede haber inflamación de ganglios debajo de la piel, en la ingle o en el cuello.
Sin embargo, por lo general, esta enfermedad se “autolimita” entre las primeras dos o cuatro semanas después de que comenzaron los síntomas.
Y en caso de que exista un contagio, el académico también precisó que vigilar la evolución de los enfermos y dar tratamiento oportuno puede frenar que haya más casos. Pues, aunque no hay un medicamento específico contra la viruela, sí existen algunos recursos médicos para tratar la enfermedad como vacunas e incluso algunos antivirales.
En cuanto a las formas de contagio, Rodríguez señaló que no es una enfermedad de transmisión sexual, aunque haya contagios que se han dado de esa forma. No obstante, dijo que la forma de transmisión es por el contacto con una persona infectada y también a través de secreciones corporales. Finalmente destacó que no hay necesidad de cambiar nuestras rutinas actuales.