En la Ciudad de México, específicamente en Ciudad Universitaria (CU) se encuentra la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que es conocida no sólo como un centro de sabiduría, sino también como un testimonio artístico de la cultura y la historia del país.
En sus muros, puedes encontrar un monumento visual, donde reside uno de los tesoros más emblemáticos de la institución: el Mural de la Biblioteca Central.
El edificio es uno de los más emblemáticos de la CDMX y seguro que los has visto más de una vez, pero alguna vez te preguntaste ¿qué significa el mural de la biblioteca central?, pues la misma UNAM lo explica.
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La historia del Mural
Según un artículo publicado en la revista UNAM Global, el pintor y arquitecto mexicano Juan O’Gorman creó el mural de la biblioteca entre 1951 y 1953, contando con la asistencia del ejército de trabajadores.
Su origen se remonta hasta mediados de la década de los años 40 del siglo pasado, cuando Diego Rivera llamó a O’Gorman y le solicitó que participara en la hechura de motivos en mosaico en el interior de la construcción del museo Anahuacalli.
De acuerdo con Rita Eder, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y especialista en Historia del Arte, esta fue una experiencia esencial para el proyecto que O’Gorman realizaría después en la biblioteca.
El arquitecto declaró: “Desde el principio, tuve la idea de hacer mosaicos de piedras de colores en los muros ciegos de los acervos, con la técnica que ya tenía bien experimentada. Con estos mosaicos la biblioteca sería diferente al resto de los edificios de la Ciudad Universitaria, y con esto se le dio carácter mexicano.”
El Mural de la Biblioteca Central de CU
La Biblioteca Central está recubierta con piedras de colores naturales que O´Gorman buscó en varias regiones del país.
De acuerdo con la experta “la forma de la Biblioteca Central es marcadamente horizontal, característica que se asocia a la forma de un libro y de los códices”.
En la cara norte del mural se usaron imágenes del Códice Borbónico y el Códice Mendocino para representar la época prehispánica. El propósito era que asemejara una especie de amoxicalli, que en náhuatl significa “casa de libros”.
Por su parte, en la cara sur se plasmaron diversos aspectos de la cultura occidental y el carácter dual de la conquista española y la época colonial.
En la cara oriente, O’Gorman plasmó su perspectiva del mundo moderno, desde los acontecimientos de la Revolución Mexicana hasta la época vanguardista de la mitad del siglo XX.
Por último en la cara poniente materializó elementos relacionados con la Universidad, entre los que destaca, el escudo de la UNAM con el lema: “Por mi raza hablará el espíritu”.