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    Categorías: Campus

¿Qué futuro le depara a la educación con la posible eliminación del Comipems?

Foto: Unsplash

México enfrenta una crisis severa en materia educativa, al ser el tercer país peor evaluado entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en Matemáticas y Comprensión Lectora, y el último en Ciencia. Ante ello, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reiteró su deseo de eliminar el examen Comipems, la actual vía de ingreso a la educación media superior en la Zona Metropolitana.

No obstante, para Emilio Blanco Bosco, doctor en Ciencias Sociales con especialización en Sociología e investigador del Colegio de México (COLMEX), esta propuesta no es la solución ni el camino para garantizar de manera real el acceso y la calidad de la educación.

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¿Beneficio a la educación en el país?

“Eliminar el examen Comipems tiene mucho de demagogia. En otras palabras, se hace un anuncio que a la gente le gusta escuchar porque piensa que con esta medida habrá más justicia, sin embargo, no va a solucionar nada”, subrayó el especialista del COLMEX en entrevista para EL UNIVERSAL.  

 Más en específico, la remoción de esta prueba no beneficia a la educación en cuanto a rezago, deserción y calidad de la enseñanza.

Asimismo, destacó que la información debe manejarse con cautela, pues la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior o Comipems, en estricto sentido, no excluye a nadie de su derecho a la formación en las escuelas preparatorias. 

De hecho, la mayoría de quienes aplican a esta convocatoria obtiene un lugar, acotó Blanco Bosco.

“El problema no es meramente de acceso, sino que, muchas veces, a los chicos les tocan escuelas que no quieren. Alrededor del 30% se le asigna el plantel colocado como su primera preferencia. El resto va a su segunda o tercera opción, o a instituciones elegidas al azar (…) Pero ¿por qué no quieren asistir? Porque son malas. Aunque se hagan más escuelas, ese es el problema sobre la educación media superior y del cual nadie quiere hacerse cargo.

“Es necesario poner otra cosa en lugar del examen. A esta prueba debemos ponderarla con justicia, viendo sus beneficios y perjuicios, pero siempre en comparación con alternativas. Si no nos dicen cuál será, no podemos hablar de ventajas o desventajas”, complementa.

¿Un proceso para todos?

La Comipems surgió hace casi tres décadas y acordó una iniciativa de selección para que los jóvenes egresados de las secundarias obtuvieran un lugar por medio de un proceso transparente y equitativo, pues la falta de vigilancia o de un sistema centralizado favorecía a la corrupción y, por tanto, a las injusticias.

Una prueba única con las mismas reglas para todos reducía la complejidad de la información, factor no menor a la hora de orientar a los alumnos para tomar decisiones, además de simplificar un trámite y dar mayor certidumbre. Con este filtro, hoy pueden ingresar a uno de los 458 planteles de la Ciudad de México y el Estado de México según el puntaje obtenido.

Para el especialista, se trata de una gran herramienta, aunque reconoce que no elimina las desigualdades sociales “porque a los chicos con mejores oportunidades de aprender, procedentes de familias con más recursos y con posibilidades de acudir a escuelas públicas o privadas con mejores maestros, les va mejor en la prueba. No les da la misma oportunidad a todos”.

Al cierre de esta edición, no se conocen todos los detalles de cuál será el nuevo mecanismo para la asignación de alumnos en las escuelas, por lo cual el investigador del COLMEX propone como alternativa “una tómbola”, ya que está de moda.

“Pero eso solo podría corregir el problema de la relación entre el origen social, condiciones de pobreza y aprendizajes.

“En cambio, se eliminaría totalmente el componente del esfuerzo y el estímulo para que les vaya bien durante la secundaria y para preparar un buen examen; el problema del bajo nivel de esas instituciones sería igual”, advirtió.

Instituciones privadas, las más beneficiadas

Una de las consecuencias de la eliminación del examen Comipems, de acuerdo con el especialista, es el auge de escuelas de carácter privado, en especial si el proceso se sustituye con un sorteo en el cual varios alumnos no conseguirían un lugar, por ejemplo, en preparatorias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Blanco Bosco, autor del libro Los límites de la escuela. Educación, desigualdad, y aprendizajes en México, concluyó que, a pesar de todos los escenarios analizados, la única realidad es que eliminar la prueba no solucionará el problema y, sin una alternativa clara donde se pueda conocer su factibilidad, solo queda la especulación.

Comentarios
Daniela Payán Escobar: Colabora en EL UNIVERSAL con temas de educación, mascotas, salud, tecnología, entre otros. Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM.

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