¿Alguna vez escuchaste hablar sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)? Probablemente sí, pues es la enfermedad que padecía el científico británico Stephen Hawking. Pero, ¿sabes qué es y cuáles son sus consecuencias?
El Dr. Víctor Manuel Rodríguez Molina, del Departamento de Fisiología de la UNAM, explicó que la ELA “es una enfermedad neurodivergente que afecta a las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal, que controlan el movimiento de los músculos”, a la que se le denomina “lateral” porque sólo afecta una parte del cuerpo.
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Además, debido a la alteración de las neuronas una de las principales afectaciones es en los miembros inferiores y superiores, así como en los músculos que hacen posible la respiración, deglución y el habla.
“A medida que las neuronas motoras se van degenerando, dejan de enviar impulsos a las fibras musculares que normalmente resultan en el movimiento muscular”, explicó el universitario.
¿Cuáles son las afectaciones de la Esclerosis Lateral Amiotrófica?
El Dr. Rodríguez Molina también señaló que todavía se desconoce qué ocasiona la ELA, aunque se encontró una relación de estos pacientes “con el consumo de gluten, con la carencia de absorción de algunas vitaminas, así como con la presencia de múltiples virus que produce una inflamación en las neuronas”.
Otra cuestión es que de acuerdo con el doctor, pese a no ser considerada como una enfermedad hereditaria, si se tienen antecedentes familiares existe un 5% más de probabilidad de padecerla, y son los hombres de entre 40 y 60 años quienes tienen una mayor tendencia a presentarla.
“Aunque no se ha encontrado qué causa ELA, el 95% de las alteraciones del sistema nervioso tienen que ver con obesidad, sedentarismo, hipertensión, diabetes, alcoholismo, tabaquismo, consumo de sustancias y mal dormir.”
Las afectaciones por esta enfermedad se encuentran principalmente en tres sitios: “corteza cerebral; núcleos o centros de control de los nervios para la deglución, habla y respiración; y la médula espinal en donde se controla los movimientos de los miembros superiores e inferiores”.
No obstante, el doctor de la UNAM también aclaró que no en todos los pacientes se manifiesta de la misma manera. Por ello hay que prestar atención en lo siguiente:
- Molestia y dificultad al deglutir o pasar saliva (disfagia)
- Atragantamiento
- Problemas para hablar
- Disminución de la fuerza muscular
- Movimientos espontáneos leves
- Problemas con los reflejos y control de movimientos
- No poder respirar
Cabe resaltar que la ELA no es una enfermedad con variaciones de tipo psiquiátricas, pero Rodríguez Molina comentó que sí se pueden presentar alteraciones emocionales, con facilidad e involuntarias.
¿Cómo se diagnostica?
Diagnosticar a alguien con ELA es difícil. Se comienza por sus manifestaciones clínicas, y cuando existe la sospecha se realizan estudios “para ver cómo funciona la transmisión de las señales eléctricas de las neuronas y cómo funciona la actividad eléctrica de los músculos”. Esto es mediante “una electromiografía, con potenciales evocados, por medio de una resonancia magnética o con una tractografía”.
Acerca del tratamiento, el experto dijo que no existe uno específico, pero con medicina se disminuye la velocidad de avance y las molestias de los síntomas. También se cuenta con terapias multidisciplinarias donde intervienen nutriólogos, fisioterapeutas y neurólogos, quienes son los especialistas principales.
Quienes viven con esta enfermedad tienen una esperanza de vida de hasta dos años, pero con terapia pueden vivir más años. De hecho, Stephen Hawking es la persona más longeva con dicha enfermedad, ya que vivió 55 años con ella.
El experto de la UNAM destacó que la incidencia a nivel mundial es muy baja. La cifra es de una persona por cada 100 mil habitantes. “En México, se considera que hay cerca de 5 mil a 7 mil pacientes”.
Finalmente, Rodríguez Molina recomendó “cuidar nuestra salud mediante una dieta adecuada, ejercicio, evitar consumo de sustancias tóxicas y dormir adecuadamente, para mantener sano nuestro sistema nervioso.”