Alrededor del 30% de la población padece hígado graso, según el Tec de Monterrey. Además, señala, para diagnosticar o dar seguimiento a este padecimiento, es necesario realizar una biopsia una y otra vez, es decir, se extraen muestras de tejido o células del cuerpo para llevarlas a analizar al laboratorio. Esto podría resultar doloroso imaginarlo, ¿no? Sin embargo, en el Tec estudian algunas opciones de diagnóstico biopsy-free para personas con esta enfermedad. Te decimos qué es y cómo ayudaría este método a los pacientes.
De acuerdo con el Tec de Monterrey, las palabras biopsy-free significan en español “libre de biopsia”. Hasta ahora, un gran número de autores han planteado algunos sistemas de puntuación biopsy-free como medio para detectar el hígado graso. Las propuestas también incluyen sistemas de jerarquización de riesgo para el hígado graso no alcohólica (NAFLD, por sus siglas en inglés) basados en fibrosis.
Algunos de ellos se enfocan en la relevancia de la biopsia hepática como estándar de diagnóstico, pero insisten en una identificación clara de los pacientes que se sometan a dicho procedimiento. Ante esto, el Grupo de Investigación con Enfoque Estratégico (GIEE) en Bioingeniería y Medicina Regenerativa del Tec de Monterrey, participa en el estudio de estos sistemas de puntuación biopsy-free para la detección de hígado graso.
Detección de hígado graso con sistemas biopsy- free
El equipo de investigadores del Tecnológico busca profundizar en el estudio de biomarcadores sanguíneos como alternativa de diagnóstico. Por ejemplo, las adipocinas, los microRNAs y los polimorfismos genéticos. Esto es posible debido a que los valores de ambos se alteran en dos situaciones: en el síndrome metabólico y ante una lesión hepática.
De igual manera, señala el Tec de Monterrey, los polimorfismos genéticos pueden identificar a las y los pacientes que se encuentran predispuestos a desarrollar hígado graso. Según el Tecnológico, esto abrirá paso a diagnósticos más tempranos, más acertados y con mayor accesibilidad, lo cual, comprobará la efectividad de biopsy-free como estrategia de diagnóstico. Así, los próximos estudios permitirán nuevos puntos de vista para analizar la enfermedad de hígado graso a través de estrategias sin dolor para la detección y sin riesgos para las y los pacientes.
Acerca del padecimiento
De acuerdo con el Tecnológico de Monterrey, el hígado graso no alcohólica se caracteriza por un incremento en el porcentaje de grasa contenida en este órgano y que es inducida por diferentes mecanismos.
Para analizar el hígado graso, el padecimiento se clasifica en tres etapas: esteatosis, esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés) y fibrosis. En cada una de ellas se han reportado diversos métodos biopsy-free para su estudio.
La esteatosis hepática, la etapa más leve de hígado graso, ocurre cuando el porcentaje de lípidos en el órgano es mayor a 5%. En cuanto al diagnóstico biopsy-free, con el objetivo de contar con alternativas seguras y eficaces similares a la biopsia, se han desarrollado varios sistemas. Tales como NAFLD Ridge Score, Fatty Liver Index y Hepatic Steatosis Index.
Por su parte, NASH, la segunda etapa del hígado graso, se presenta cuando el paciente tiene esteatosis y, además, ocurre un proceso de inflamación del hígado. Al respecto, el Tec de Monterrey subraya que el 20% de las personas que se ubican en esta fase, desarrollarán cirrosis.
Para diagnosticar NASH, existen sistemas de alta confiabilidad, como el CA Index y NASH Diagnostics. No obstante, los parámetros que se utilizan en estos métodos, no son exámenes de rutina. De manera que, resulta complicado conseguirlos, lo cual, podría incrementar el costo del diagnóstico.
Finalmente, en la tercera fase de la enfermedad, el hígado del paciente se encuentra dañado por el exceso de lípidos e inflamación. Esto podría ocasionar una fibrosis hepática o la cicatrización anormal del órgano. A las consecuencias de las etapas tardías se suma el aumento de las probabilidades de complicaciones e, incluso, la muerte.
Los sistemas que se han planteado para el diagnóstico de fibrosis hepática, así como la presencia y el grado de cicatrización, son tres. Se trata de Hepamet Fibrosis Score, el índice de Forns y el Fibrometer.