Tener una relación sentimental con otra persona implica entre muchas cosas, compromiso. Esto puede provocar que para varias personas sea complicado mantener un noviazgo duradero, terminando muy pronto con sus parejas. Si a ti te sucede esto, posiblemente tengas el síndrome de Houdini y no lo sabes.

Más allá de este síndrome existen diferentes factores que propician el rompimiento de las relaciones e incluso el inicio de una. La falta de alteridad y compromiso tienen mucho que ver, así como el desarrollo de la vida actual con el uso de la tecnología y el internet.

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La UNAM explica que implicarse con otra persona se ha convertido en una molestia y se vuelve redundante. Esto junto con el llamado síndrome de Houdini llegan a ser razones para que las personas no duren con sus parejas.

¿Qué es el síndrome de Houdini?

A pesar de la explicación que internet proporciona sobre este síndrome, que consistiría en la nula capacidad para establecer vínculos emocionales, de acuerdo con la UNAM, dicho síndrome en realidad no se encuentra catalogado como tal, es decir, no es una patología que esté reconocida por la ciencia.

Ricardo Trujillo Correa, de la Facultad de Psicología de la UNAM, explicó para Gaceta UNAM que “Fernando Savater ya había observado que la invención de este y demás ‘síndromes’ obedece a una actuación moral que, surgida a partir de un adultocentrismo muy arraigado y una respuesta de superioridad, busca sancionar y estigmatizar qué está bien y qué está mal”.

En ese sentido, el síndrome de Houdini lo utilizan para justificar la irresponsabilidad que tienen algunas personas hacia otras al huir de un compromiso o vínculo emocional profundo y de larga duración, argumentando que dicho síndrome les imposibilita mantener una relación de ese tipo.

¿Por qué no duran las relaciones?

Además de utilizar este síndrome como una causa para la incapacidad de mantener relaciones duraderas, la universidad explica que en la época actual ya no se profundiza en el otro por miedo o aburrimiento. Esto lo propicia la inmediatez y tránsito constante del día a día.

El experto en psicología, expone que incluso los programas de televisión o videos de redes sociales como Instagram o Facebook son creados para ver y escuchar un discurso corto y rápido. De esta forma, las personas se quedan en lo superficial e inmediato porque así lo prefieren, reflejándose también en las relaciones.

Asimismo, el académico considera que además de este síndrome existen otras formas en que se manifiesta esta falta de afecto. El ghosting es una de ellas, esta nueva expresión ante la falta de involucramiento emocional que es común verlo llevarse a cabo a través de las redes sociales.

Sin embargo, según Trujillo Correa, no solo lo anterior contribuye a que las relaciones no sean duraderas, pues el comportamiento narcisista y actitudes demandantes que ambos individuos también influyen, así “la relación amorosa, entonces, se convierte en una especia de intercambio mercantil”, explicó para Gaceta UNAM.