¿Cómo te hacen sentir los abrazos? Ya sean prolongados, cortos, fuertes o suaves, el acto de abrazar de manera consensuada es tan necesario como “dormir, comer o tomar agua”, aseguró Alicia Castillo Martínez, profesora de Neuroanatomía Funcional de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Asimismo, explicó que “abrazarse es vida. Así como se mueren las neuronas que ‘no se tocan’, los seres humanos sin contacto afectivo tienen un riesgo más alto no sólo de padecer afecciones sino incluso de morir, aunque algunos enfermos que son abordados (afectivamente) se recuperan más rápido”.

También puedes leer: ¿Cuándo es la segunda convocatoria de la UAM? 

Los beneficios de abrazarnos

De acuerdo con la especialista de la UNAM, en las distintas etapas de nuestra vida los abrazos, siempre que sean de mutuo acuerdo, tienen múltiples beneficios para nuestra salud física y mental.

El contacto afectivo de familiares, amigos o nuestra pareja, facilita la regeneración de nuestras células. Aunque nuestro crecimiento (estatura) se haya detenido “todos nuestros tejidos se tienen que regenerar, y esa regeneración celular está mediada por factores de crecimiento”.

Durante la niñez, por ejemplo, los abrazos representan mensajes de “aceptación, afecto y reconocimiento”, todas vitales para que los menores se construyan  “física, emocional y cognitivamente”.

Mientras que en la edad adulta un abrazo es reconfortante, y no solo eso pues “la proporción del abrazo” guarda una relación directa con tres variables psicológicas clave para una buena vida: “sentirnos aceptados, amados y reconocidos”.

Otro beneficio es que cuando un adulto se encuentra enfermo, ansioso o estresado, “el cerebro regresa a los momentos en los que necesita el contacto afectivo”. 

Y aunque la especialista aclara que “ningún abrazo resuelve un problema” dijo que esta acción puede ser “el principio para regresar a la estabilidad. El abrazo del otro ayuda a estabilizarse, a reducir la preocupación y el miedo para activarse en la resolución de problemas. Incluso, puede ser un elemento que apoye nuestra creatividad.”

Los abrazos son como “fuegos artificiales”

Para la profesora Castillo Martínez es necesario procurar abrazarnos pues nos ayuda a “secretar hormonas funcionales, como la vasopresina (más en los hombres) y la oxitocina (más en mujeres), asociadas a un estado de relajación y a poder crear vínculos.”

Además, comentó que los abrazos en la pareja son como “fuegos artificiales” porque activan muchos circuitos neuronales, específicamente tres partes: afectiva, del deseo y de la atracción. “Es como si el cerebro se encendiera”.

Incluso, aseguró que “muchos centros de placer (núcleo accumbens, área tegmental ventral, la sustancia nigra y la corteza orbitofrontal) responden placenteramente al abrazo. Por eso es tan atractivo y, a la vez, tan necesario”.

¿Qué ocurre si no nos abrazamos?

Por otra parte, la investigadora puntualizó que las campañas de “Abrazos gratis” podrían ser un síntoma de que en nuestra sociedad se está limitando el contacto afectivo, y señaló que hay varios efectos negativos por la falta de abrazos. 

Desde que un ser humano es bebé necesita del abrazo para su desarrollo biológico, psicológico y social. Cuando un niño o niña tiene poco contacto con su madre hay varias afectaciones, señaló Castillo Martínez.

La falta de abrazos afecta la síntesis de “los factores de crecimiento”, y si estas enzimas faltan, surgen alteraciones en muchas rutas metabólicas lo que puede causar “fallas en la memoria”.

Además, cuando esos niños se convierten en adultos, presentan hiperactividad motora, es decir, “les cuesta trabajo controlar sus propios movimientos. Aunque no altera demasiado su funcionalidad, esta alteración es visible y se exacerba bajo estrés”, detalló la académica.