Estás despierto, escuchas tus pensamientos, pero el cuerpo no responde. Tratas, gritas, hasta pataleas, pero ni una pestaña se mueve. Y no, no despertaste en una película de terror o dentro de tus pesadillas, es que “se te subió el muerto”, explicado científicamente, te dio parálisis del sueño.
Cuando describimos los síntomas y nuestra abuelita nos dice que “se nos subió el muerto”, en realidad se trata de un trastorno del sueño conocido como “parálisis del sueño”, que es común entre la población y que provoca inmovilización o imposibilidad de hablar en el momento en que tratas de conciliar el sueño o despertarte.
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Generalmente, la parálisis del sueño se presenta en quienes tienen turnos cambiantes como médicos o soldados, y se puede combinar con pesadillas muy vívidas, en las que se ven caras, sombras e incluso, voces distorsionadas. Pero si se repite en más de una ocasión, puede comenzar a afectar tu vida diaria hasta llegar al punto en el que prefieras no dormir.
¿Por qué creemos que se nos sube el muerto?
A lo largo de la historia de la humanidad, cada cultura le ha dado distintas explicaciones y representaciones a las situaciones que parecen ajenas a lo cotidiano, como lo es el caso de estar despierto, pero no poder moverte ¿cómo le dices a eso en la edad media? ¿qué más te parece lógico, que un muerto ensima de ti?
Milton René Morán Morales, médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, explica que:
“Durante la Edad Media la parálisis del sueño recurrente se representaba mediante las figuras del íncubu y súcubu, demonios de leyendas medievales, y por tanto no lo describían como un trastorno del sueño, sino como un fenómeno mágico–religioso relacionado con la hechicería o posesión demoniaca. Posteriormente alimentó el mito del vampirismo, y recientemente las abducciones alienígenas”.
Sin embargo, en la actualidad y desde la evidencia científica se dice que se trata de “un despertar incompleto” derivado de una yuxtaposición entre la atonía del sueño MOR y las alucinaciones que lo caracterizan con el estado de despierto.
¿Cuáles son los síntomas?
Aunque la parálisis del sueño presenta una prevalencia relativamente baja en la población general debido a las limitantes de los estudios realizados a la fecha, la mayoría hemos tenido esa sensación al menos una vez en la vida, y la ciencia explica que existen tres formas en las que se puede manifestar este trastorno:
- La primera es con la sensación de opresión o dificultad respiratoria.
- La segunda cuando se presentan alucinaciones y llegan a visualizar sombras.
- Y la tercera de vértigo en la que la persona tiene la sensación de que toda gira a su alrededor al estar en la cama.
Pero, en general, se trata de un trastorno que provoca inmovilización o que las personas no puedan hablar en el momento que tratan de conciliar el sueño o cuando están despertando:
“Este despertar incompleto pone en alerta nuestros sentidos, pero la función motora voluntaria del cuerpo se encuentra bajo el efecto del sueño MOR, que es una de las fases que caracterizan nuestro ciclo vigilia-sueño. En el sueño MOR hay una estructura a nivel del cerebro que se encarga de paralizar los músculos voluntarios, mientras la actividad de la corteza cerebral se encuentra activa”, explicó Milton René Morán Morales, médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.
También indicó que el trastorno por pesadillas se da durante la etapa de sueño MOR, en la que hay mayor hiperactividad a nivel de la actividad eléctrica cerebral, en la que se da conectividad y por ello, existen sueños más vívidos. De esta manera es como una persona puede recordar completamente lo que sucedió durante la pesadilla, inclusive le genera síntomas como ansiedad, angustia, taquicardias y hasta provocar un despertar abrupto.
¿Hay alguna solución?
Si este diagnóstico es frecuente y está comenzando a afectar tu vida cotidiana, además de acudir con un experto, debes considerar que este trastorno se asocia mucho a la narcolepsia en un 40 y 50 por ciento. Por ello es que en la Clínica del Trastorno del Sueño de la UNAM se ofrecen para este y otros trastornos tratamientos especializados para el sueño.
Cuando los pacientes acuden a la Clínica hacemos una evaluación integral para determinar si hay factores de riesgo que predispongan o precipiten en el paciente la aparición de la parálisis del sueño recurrente tales como: apnea obstructiva del sueño y narcolepsia, para ello se realiza la evaluación clínica inicial y de ser necesario se solicita el estudio polisomnografía con el fin de identificar dichos factores, enfatizó Milton Morán.
Pero si no, si sólo ha sido ocasional, dormir adecuadamente es muy importante, ya que los seres humanos lo hacemos dos terceras partes de su vida y lo que realizan el resto del día llega a afectar de manera positiva o negativa la calidad del sueño.
Para ello, es necesario evitar dormir con mascotas, ya que a lo largo de la noche puede provocar micro despertares que interrumpen el descanso y propiciar los despertares incompletos. Además del uso de tapones para los oídos para aislar el ruido externo; usar cortinas obscuras para que no se filtre la iluminación; y, sobre todo, aprender a manejar los niveles de estrés para evitar el uso de fármacos.
Uno de los factores de riesgo que pueden desencadenar este tipo de eventos, dijo, es sobre todo en pacientes con apnea obstructiva del sueño, que es dormir boca arriba; por tanto, los especialistas sugieren que la mejor posición es de lado. Otro factor de riesgo es el consumo de bebidas alcohólicas o drogas, por lo que dejar de consumirlas sería lo mejor, incluso para la salud.