¿Por qué no nos gustan las matemáticas?
A pesar de los esfuerzos, aún persiste la imagen negativa de las matemáticas. ¿De dónde proviene ese estigma?
El 14 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Matemáticas, aunque en algunos países lo identifican como el Día del Pi (π).
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo proclamó como una fecha especial para visibilizar su importancia en la mejora de la calidad de vida de los seres humanos, así como para afrontar desafíos en temas como la “inteligencia artificial, el cambio climático, la energía y el desarrollo sostenible”.
Aún cuando expertos e instituciones han resaltado su relevancia en la vida humana, el aprendizaje de las matemáticas se enfrenta a varios estigmas que no han logrado resolverse.
El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2022 mostró que los estudiantes con mejor desempeño tienen, en promedio, “niveles más bajos de ansiedad ante las matemáticas”.
Los 17 países/economías con los niveles más altos de ansiedad matemática registraron un desempeño por debajo del promedio de la OCDE, que es de 472 puntos. De ese grupo, 13 obtuvieron menos de 400, entre ellos se encuentra México.
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¿Realmente es porque son difíciles?
En PISA 2022, México registró una caída considerable en el desempeño de matemáticas que lo situó a un nivel similar al que alcanzó en 2003. Los resultados lo posicionaron como el tercer país con el peor puntaje de la OCDE.
México también está dentro de los países con los niveles más altos de ansiedad matemática. La UNESCO coincide con la organización en la relevancia del bienestar socioemocional en el aprendizaje y desempeño en esta ciencia, pero ¿qué hay detrás del estigma hacia esta disciplina?
Ana Medrano, posdoctorante en el Departamento de Matemática Educativa del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), identifica tres factores.
El primero está relacionado con el proceso de enseñanza. La académica explica que muchas complicaciones provienen de la “demanda de un re-aprendizaje constante entre los diferentes niveles educativos”. Al ingresar a uno nuevo, se vuelven a estudiar conceptos, aunque con mayor complejidad, lo que genera una sensación de frustración, pues “pareciera que todo lo que aprendiste previamente no sirve”.
Esa frustración contribuye a generar, a su vez, la idea de que las matemáticas son difíciles y exclusivas para un sector “privilegiado”, menciona la también doctora en Psicología Educativa y del Desarrollo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El tercer factor se asocia con la utilidad y la practicidad de las matemáticas. Si bien, considera que en la primaria las personas las encuentran beneficiosas en la vida cotidiana, la situación cambia en los siguientes niveles educativos, pues no identifican su aplicación en la realidad.
¿Cuáles son los beneficios de las matemáticas?
Para Ana Medrano, aprender matemáticas es sumamente importante. Tiene beneficios a nivel personal y social. En el primer ámbito, permite el acceso al desarrollo del pensamiento complejo, mientras que en el segundo posibilita la participación en la sociedad.
Estima que, a través de las matemáticas, las personas también podrán participar activamente en la sociedad y tomar decisiones informadas.
“Individuos que van a tener un pensamiento mejor estructurado y desarrollado que se van a poder relacionar mejor con el medio ambiente y van a poder entender mejor las relaciones del ambiente para decidir de una forma más informada”, explica.
Además, es una materia transversal de todas las disciplinas y las bases de algunas como la ciencia, la ingeniería y la misma IA.
“Si yo quiero seguir desarrollando inteligencia artificial, pues al final del día tengo que hacer uso del lenguaje matemático”, comenta.
El papel del docente es muy importante
El profesor es clave ante la disparidad de conocimientos matemáticos entre los estudiantes, advierte Medrano. Considera que hay personas que puedan adaptarse más fácilmente y otros que les tomará más tiempo, pero que eso no significa que los primeros son “privilegiados” y los únicos que pueden hacerlo.
“No es que sean los privilegiados, sino que tal vez la forma en las cuales fueron enseñados y las relaciones que tuvieron previamente les facilitan este reaprendizaje constante de los elementos matemáticos”, aclara.
Medrano advierte que al no adaptarse fácilmente a los cambios del aprendizaje matemático en los diferentes niveles educativos, los estudiantes pueden fortalecer la idea de que las matemáticas son difíciles y empeorar su relación con ella.
“Lejos de querer acercarme de una forma distinta, voy a querer huir de estas situaciones”, enfatiza.
Para prevenir esos escenarios, la doctora en Psicología Educativa destaca el rol del docente en la forma en cómo canaliza y afronta las diferencias entre los estudiantes.
“Si no se percata de esto, no genera formas distintas de aprendizaje ni brinda recursos distintos, se van acentuando estas diferencias”, advierte.
“Que las matemáticas no limiten a los estudiantes”
Ana Medrano apuesta a mejorar la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas. Para dicha transformación cita los esfuerzos realizados en aumentar la “vinculación del álgebra y la aritmética desde los niveles básicos”.
“Esta propuesta tiene la idea de promover el pensamiento algebraico desde el preescolar, entonces visualiza el álgebra como un eje rector a lo largo de todas las matemáticas. Permite que no se esté dando este reaprendizaje de ciertos elementos y denotaciones matemáticas”, explica.
Para los estudiantes actuales, considera que la divulgación científica es fundamental, por lo que invita a jóvenes a acercarse a las universidades e instituciones.
La académica considera que la clave es hacer realidad la posibilidad de que los estudiantes puedan “elegir por convicción y no por evadir las matemáticas”. Afirma que este cambio de perspectiva tendrá un impacto de forma general en el desarrollo del país.
“En la medida en la que se tenga un mejor aprendizaje, personas capacitadas para que den una mejor enseñanza matemática, a mediano y a largo plazo, va a impactar en el desarrollo de la sociedad. Porque entonces todos los estudiantes van a poder optar por la carrera que quieran, ya no por la que puedan”, enfatiza.
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