Es un hecho que en la actualidad cada vez más mujeres toman la decisión de no ser madres.
Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la información del Censo de Población y Vivienda 2020 de México muestra que, por primera vez, el nivel de fecundidad del país se encuentra bajo el de reemplazo poblacional, con una Tasa Global de Fecundidad (TGF) de 1.9 hijos por mujer.
Asimismo, en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica del INEGI se demostró que la negativa ante la concepción en las mujeres aumentó de 18.3 por ciento en 2014, a 24.2 en 2018.
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¿Por qué las mujeres deciden no ser madres?
De acuerdo con el documental ¿Y SI DECIDO NO SER MADRE? de UNAM Global el cambio en las prioridades, la incursión en el mundo laboral y educativo, el uso de anticonceptivos y una mayor libertad en la vida sexual de las mujeres, son algunos de los factores.
Andrea Paz, Estudiante de Sociología, UNAM expresó que “debido a las brechas salariales, a las diferentes desigualdades a las que atravesamos las mujeres, la maternidad resulta ser un proyecto de vida bastante difícil de llevar a cabo de manera solitaria”.
Además, la experta Diana Berenice Paz Trejo, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM expresó para la Gaceta institucional que las mujeres buscan ser profesionistas y “el tener un embarazo implica que consideren el dejar de formarse académicamente, dejar de trabajar o hacerlo, pero menos horas”.
Por su parte Abigail Rojas del Instituto de Geografía de la Universidad señaló que se puede percibir que incluso “se está postergando la edad media de la maternidad, por ejemplo, en países desarrollados llegan a los 35 hasta los 40 años justamente”.
Una decisión audaz
En México aún persiste la idea de que la meta en la vida de una mujer es el matrimonio y su rol principal en la sociedad es ser madre.
La experta Diana Paz afirmó que “La maternidad nos atraviesa a todas las mujeres, queramos ser madres o no. Siempre va a estar el juicio social sobre si no queremos, es tu papel dentro de la sociedad, es tu papel en la naturaleza y si queremos ser madres es: bueno si tienes uno, porque no tienes otro”.
A su vez la estudiante de sociología apuntó que “se tiene todavía ese estigma de la soledad. Y como si para poder ser felices las mujeres entonces tendríamos que ser madres y no solo ser madres, sino también estar con alguien para toda la vida”.
A pesar de los avances en cuanto a la autonomía de los cuerpos de las mujeres, aún hay un camino largo por recorrer para acabar con esta percepción negativa que se tiene de quienes deciden no tener hijos.