Las personas que padecen enfermedades cardiovasculares deben cambiar su estilo de vida, como mejorar su alimentación o incorporar ejercicio físico, el cual debe ser con base en su evolución y según las recomendaciones de su médico. Sin embargo, pocas veces se pregunta si llevar una vida sexualmente activa es una de esas actividades que puede continuar o tiene que evitarse.
A continuación te contamos qué opina el Doctor Enrique Gómez Álvarez, Profesor de Cardiología de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.
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¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?
El profesor de Facultad de Medicina explicó que las enfermedades cardiovasculares “son desordenes que afectan al corazón, a los vasos sanguíneos, venas y a todo el aparato circulatorio”.
Entre los padecimientos más comunes se encuentra el infarto al miocardio, que es el estrechamiento de los vasos sanguíneos que se encargan de llevar sangre al corazón, y también es la primera causa de muerte en el mundo.
Cabe resaltar que tanto hombres como mujeres pueden padecerla, aunque en diferentes etapas de la vida y con distintos síntomas. La edad promedio de los hombres en la que ocurre un infarto es a los 60 años; mientras que en las mujeres hay una mayor incidencia entre los 65 a 70 años, debido a que la etapa hormonal sirve de protección, al menos hasta la menopausia.
No obstante, cuando se presenta un evento cardiovascular como un infarto agudo al miocardio o se detectan enfermedades relacionadas sin antecedentes, en ambos casos y tanto en hombres como en mujeres, es necesario controlar factores de riesgo “como el padecer obesidad, colesterol alto en sangre, hipertensión o diabetes”.
De igual manera, se vuelve indispensable que los pacientes adquieran un estilo de vida saludable que incluye una alimentación balanceada y actividad física.
Entonces, ¿las personas con enfermedades cardiovasculares pueden tener una vida sexualmente activa?
Debido al esfuerzo físico que supone mantener una vida sexualmente activa, durante un tiempo se pensó que no era recomendable que las personas con enfermedades cardiovasculares la tuvieran. Además, es poco frecuente que los pacientes pregunten sobre el tema o que los médicos informen sobre cómo llevar su vida sexual después de la detección de un padecimiento del corazón.
Pero de acuerdo con Gómez Álvarez “es extremadamente raro que ocurra un infarto durante la actividad sexual y no hay evidencia de que signifique algún peligro, e incluso algunos estudios señalan que mejora la función cardiovascular, dependiendo del daño que haya causado el infarto”.
Asimismo, el especialista en cardiología aseveró que la actividad sexual se puede reanudar a las pocas semanas de haber sufrido un incidente cardiovascular “siempre y cuando el paciente se encuentre estable, controlado con su tratamiento y rehabilitado. El médico rehabilitador irá fijando la carga de esfuerzo en la o el paciente de acuerdo a sus condiciones y evolución”.
También señaló que el acto sexual en realidad no implica un esfuerzo tan grande y que incluso es más peligroso recibir una mala noticia o experimentar una situación desagradable.
Las enfermedades del corazón en México
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en México y el mundo. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos padecimientos junto a los accidentes cerebrovasculares cobran más de 17 millones de vidas al año, y se estima que para el 2030 esa cantidad aumentará a 23.6 millones.
Para cuidar nuestra salud, la OMS lanzó algunas recomendaciones como evitar el consumo de grasas saturadas, aumentar la ingesta de omega 3 y pescado; así como hacer ejercicio físico 30 minutos al día, limitar el consumo de sustancias perjudiciales (sal, bebidas azucaradas, alcohol, tabaco), controlar los niveles de colesterol y el peso.