¡Es hoy, es hoy! El Día de Muertos, una de las celebraciones más esperadas por los mexicanos, por fin está aquí. Durante estas fechas, los olores de la flor de cempasúchil, el pan de muerto y las películas de terror, ya se hacen presentes. Y por supuesto, tampoco pueden faltar las tradicionales ofrendas para recordar a nuestros fieles difuntos. No queremos romper tu corazón, pero, la costumbre de poner altares de muertos podría no tener origen en el México prehispánico, ¿será? Expertas de la UNAM nos cuentan el origen de las ofrendas.
De acuerdo con Gaceta UNAM, la costumbre mexicana de colocar ofrendas como las conocemos hoy en día, en realidad no existían en México prehispánico, De hecho, durante este periodo, se trataba más bien de ofrendas dedicadas a los dioses. Por ejemplo, Tláloc, Huitzilopochtli, Mictlantecuhtli o Tezcatlipoca.
Al respecto, la académica del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, Diana Martínez Yrizar, afirma que el culto a los muertos se remonta a la época prehispánica, pues se realizaban rituales todo el año.
“La idea de ofrendar a los muertos en las culturas indígenas se asocia con la época agrícola para que ayuden a los hombres a tener buenas cosechas. Eran ciclos que comenzaban con la siembra, luego la cosecha, la recolección y la época de secas. Era como un ciclo de vida y muerte a lo largo del año”, explicó.
En este sentido, la experta agregó que en las excavaciones se han encontrado diversos objetos dentro de las tumbas de los señores nobles. Tales como piedras preciosas, artefactos y sirvientes. Incluso se han hallado perros, quienes ayudaban al fallecido a cruzar por un río hasta llegar al lugar que le correspondía, según la forma en la que había muerto.
Las ofrendas, ¿origen español o mexicano?
Por su parte, la directora del IIA de la UNAM, Ana Bella Pérez Castro, sostiene que las ofrendas en los días dedicados a nuestros seres queridos difuntos, tiene origen en la tradición española. “Y se introduce a México con la religión católica, en la Conquista. En España les rezaban porque se creía que sus almas pedían permiso para venir en días especiales, entre los meses de septiembre y noviembre. Para luego irse de nuevo”, dijo.
Los españoles colocaban pequeñas ofrendas con pan de trigo, veladoras y lámparas de aceite para iluminar el camino de los fallecidos. Tampoco podía faltar la sal y el agua para saciar la sed a lo largo de su camino a casa.
Así lo refiere Pérez Castro, quien también añadió que en la época colonial, el pueblo sepultaba a los difuntos en iglesias o atrios. De manera que, las personas fallecidas que tenían mayor poder adquisitivo, se ubicaban más cerca del altar. Sin embargo, tiempo más tarde, por cuestiones sanitarias, se crearon los panteones. En este lugar, los indígenas ya podían enterrar a sus muertos e incluso, adornar sus tumbas en el momento adecuado.
“La idea de que los muertos están presentes en la vida de los vivos fue algo en lo que ambas culturas, indígenas y españoles, coincidieron. Por ello, los conquistadores buscaron que tanto las fechas religiosas de los fieles difuntos como los días de culto a la muerte de los indígenas, encajara”, abundó.
Los altares del pasado
La titular del IIA de la UNAM indicó que no se conoce con precisión el momento en que los mexicanos pusieron ofrendas en sus hogares. En donde en un primer nivel, colocaban imágenes de santos. Mientras que, en el segundo, las fotos de los seres queridos difuntos y en el tercero, los alimentos que disfrutaban en vida.
Según la universitaria, en las ofrendas actuales se pueden encontrar diversos elementos. Entre ellos, cervezas, tequila, mezcal, refresco, café o chocolate. También se ofrecen alimentos de la dieta contemporánea como frituras, sopas instantáneas o tamarindos.
Para finalizar, las expertas concluyeron que la muerte debe verse desde un sentido dinámico, en el que implica creencias y tradiciones que son resignificadas e integradas a distintas culturas. Como resultado, existen diversas maneras de celebrar a los fieles difuntos. Sin embargo, en México, el Día de Muertos otorga identidad y pertenencia a sus habitantes.
¿Y tú cómo colocas tus ofrendas?, ¿qué elementos no pueden faltar en tu altar?