Es cierto que en la actualidad se ha vuelto normal escuchar hablar a otros de las llamadas “relaciones tóxicas”, donde principalmente se hace referencia a vínculos de pareja que se caracterizan en su mayoría por presentar comportamientos de abuso por ambos individuos. Sin embargo, este tipo de actitudes destructivas no son las únicas, pues más allá de una relación de pareja, existen también otros círculos donde se presentan acciones hostiles, principalmente hacia mujeres.
El Centro de Opinión Pública de la Universidad Tecnológica de México puso manos a la obra y realizó el estudio “Relaciones tóxicas: expresiones del trato en el ámbito familiar, afectivo y laboral”. Esto con el fin de identificar actos de violencia no solo física, sino también verbal que están presentes en el día a día y dan pie a cierto tipo de interacción hostil no solo en una situación de pareja, sino también familiar y laboral.
Relaciones tóxicas no solo en pareja, también en el seno familiar
Podrían y no sorprender los resultados que este estudio arrojó en cuanto al porcentaje de personas que consideran se puede tener una relación tóxica con la pareja (89%), con los amigos (67%), compañeros de trabajo (53%) y con los padres (52%).
Sin embargo, es posible ver una diferencia considerable en cuestión de género en las mismas situaciones, ya que al parecer, son más mujeres las que consideran puede desarrollarse una relación de este tipo con amigos (74% mujeres y 56% hombres), con los padres (63% mujeres y 37% hombres); con los hijos (52% mujeres y 32% hombres) y los abuelos (33% mujeres y 18% hombres).
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Es posible observar una tendencia a una mayor probabilidad de que sean ellas quienes incluso dentro del ámbito familiar, donde se espera sea un espacio de respeto, las que se ven envueltas en una relación tóxica. Prueba de ello es el 21% de mujeres que reportó tener este tipo de relación con sus padres, a comparación del 9% de hombres que manifestó la misma situación.
¿Comentarios hostiles desde la infancia hasta ahora?
Puede parecer normal para muchos el hecho de que cuando había algún conflicto familiar, haya una tendencia a resolverlo platicando, o al menos eso se esperaría. Sin embargo, para otros tantos esto no figura entre sus formas para resolver situaciones familiares, pues un 49% reportó lo hacían a base de gritos, 41% simplemente dejaban de hablarse, 29% recurría a las humillaciones, 27% recurría a las amenazas y finalmente, un 21% reportó golpes.
De esto se desprende uno de los hechos más comunes cuando se habla del seno familiar, y es el que la figura paterna termina siendo la mayoría de las veces quien ejerce este tipo de comportamientos hostiles, así lo reportó un 27% de los individuos. Desde actos para reprimir como castigos, miradas severas, gritos, nalgadas, hasta llegar a casos extremos como dar una golpiza, eran las actitudes ejercidas más comunes.
En este sentido, un mayor porcentaje de mujeres asegura haber recibido un maltrato de tipo emocional y verbal, mientras que en los hombres se ejercían reprimendas físicas.
Otra diferencia en razón de género muy marcada, es que un 39% de mujeres aseguró que en su seno familiar era muy común que los hombres se deslindaran de tareas domésticas por el simple hecho de ser hombres. Caso contrario y muy visto, es que el 36% de varones expresaron que les era prohibido manifestar sus emociones a través del llanto, por su misma condición.
Comportamientos hostiles presentes el día de hoy
Aún en pleno siglo veintiuno, es posible seguir observando cierto tipo de comportamientos que atentan de manera directa con la integridad muchas veces más emocional que física tanto a mujeres como hombres y es que 35% de ellas y 23% de los varones están de acuerdo con que al menos un familiar suyo les ha dado a entender que no está satisfecho con sus logros.
Desde minimizar los problemas que posiblemente han tenido que afrontar no de manera sencilla, hasta demeritar sus esfuerzos, son actos posibles de ver en el seno familiar hoy en día. Incluso infundir cierto miedo tanto mujeres (34%) como hombres (25%) por la reacción que algunos miembros de su familia puedan tener si hacer algo con lo que el resto no esté de acuerdo.
Desde luego, la familia no es el único círculo social en que el diariamente se desarrollan las personas, pero sí el principal y el más directo desde que cada uno se empieza a formar como individuo, por lo que el recibir comportamientos hostiles por parte de este, tiene un mayor impacto.
Fuera de él se encuentran situaciones como las relaciones de pareja, donde del total, el 23% evidenció que su pareja las hace sentir culpa por eventos pasados, otro 23% que se han molestado con ellos por tomar decisiones sin consultarlo primero y un 18% refleja un sentimiento de miedo por la reacción que su pareja pueda tener tras hacer algo con lo que no estuviera de acuerdo.
De esta forma, se puede ver cómo este nuevo término de “relaciones tóxicas” que se ha vuelto popular, no solo aplica en relaciones de pareja, sino también familiares y, desde luego abarca otros ámbitos como el espacio laboral y las amistades que, más que hacerte sentir bien como amigo, se genera lo opuesto.