Las calles vuelven a moverse con el regreso a las clases presenciales. Es más común ver estudiantes en el transporte público, en bibliotecas o simplemente conviviendo cerca de las escuelas. Poco a poco regresa la normalidad que conocimos y con ella, algunas de nuestras actividades.

Recuperar la rutina no es sencillo después de dos años de confinamiento. Enfrentarse al tránsito, retrasos del transporte y nuevos horarios, puede provocar que seamos algo impuntuales. Por ello, como una forma de ayudarte a recobrar este hábito, universitarias y universitarios te dan sus mejores consejos para llegar temprano a clases.

Prepara alimentos para comer en la escuela

Comer en la escuela puede ahorrarte varios minutos del día. Llevar fruta picada, quesadillas o cuernitos rellenos, por ejemplo, te dará más tiempo para alistarte. Si buscas algo más elaborado, puedes apoyarte de recetas fáciles y recuerda preparar cantidades que sí te llenen.

Con esta medida, Adrián Canedo, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM) que viaja en metro al menos 50 minutos para llegar a la escuela, tiene más tiempo para atender a sus mascotas por las mañanas. Diariamente se prepara un sándwich y un licuado que desayuna hasta llegar a su escuela.

Alista tus cosas con anticipación

En ocasiones, la falta de organización es una de las causas por las que no llegamos temprano. Una manera de evitarlo es dejar listas nuestras cosas de la escuela con anticipación. Concéntrate en esta tarea varios minutos antes de salir de casa, incluso la noche anterior. Puedes guardarlas directamente en tu mochila o asignarles un sitio en que puedas recordarlas fácilmente.

Mariana Godínez, alumna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM), prepara una noche antes aquello que necesitará a lo largo de su jornada. Su estrategia consiste en colocar en lugares fáciles de recordar los materiales escolares, como libros, cuadernos y tareas, y los artículos personales, como ropa, llaves y cartera, que ocupará. Esta medida le permite salir a tiempo, pues su traslado desde Tultitlán, Estado de México, puede durar hasta 2 horas y media.

Llega a tiempo a clases en compañía de tus amistades

Para Mariana Arellano, estudiante de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Cuajimalpa, llegar a la escuela en compañía de su amiga es un incentivo, pues de esa manera no sólo es responsable de cumplir con su horario escolar, sino con el acuerdo de verse con ella antes de clases. Esta estrategia les ha permitido llegar hasta con 30 minutos de anticipación a las aulas.

Viajar a la escuela con acompañantes puede animarte. De esta manera, comienzas el día de buen humor y pones en práctica el hábito de encontrarte con otras personas a una hora acordada. El transporte en grupo hace que las personas se motiven a llegar a tiempo, haciendo su trayecto más agradable.

¡No te confíes! ¡Programa más de un despertador!

No escuchar la alarma en las mañanas es un problema muy común. Por esta razón, Adrián Canedo ajusta su reloj para que suene dos horas antes de levantarse, como una forma de recordar que el momento de ir a la escuela se acerca. Por otro lado, las amigas de Mariana Arellano actúan como un segundo despertador, llamándola en caso de que no alcance a percibir la alarma.

Si eres de las personas que no despiertan con un solo ruido, evalúa cuántas alarmas requieres. Prográmalas según tu ciclo de sueño, la probabilidad de que te despiertes a cierta hora del día y la facilidad con la que percibes el despertador. Pueden ser dos, cuatro, seis o más; pero comprométete a levantarte en cuanto consigas escucharlas. Considera tus necesidades y adáptate a ellas.