En la UAM se llevó a cabo el VI Encuentro de discusión y análisis de estrategias de intervención a la violencia por motivos de género en las IES. Ahí, la maestra Norma Patricia Flores López, explicó por qué las universidades deben reconocerse como víctimas de desaparición forzada.

Flores López dijo que la desaparición forzada se entiende como “[…] cualquier forma de privación de libertad que sea obra de agentes del Estado o de individuos o grupos que actúan con su autorización, apoyo o aquiescencia, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley”.

Sin embargo, señaló que las IES todavía no conciben la relación que existe entre la desaparición forzada y las universidades. Un asunto que es necesario, reconozcan y entiendan, pues el problema no se atiende solo desde el Ministerio Público o en las fiscalías; sino también desde las entidades educativas universitarias.

Flores López también compartió que el número de mujeres en edad universitaria que ha sido víctima de dicho delito es de 58,700. Por lo tanto, las instituciones de educación superior (IES) deben atender esta problemática; y también “tienen que reconocerse como víctimas o como ofendidas, puesto que se les ha despojado de una o de varias integrantes de su colectividad”.

En ese sentido explicó que desde las universidades se necesita llevar un registro de los casos que involucren a su comunidad porque “no es posible que no contemos con el número exacto del alumnado o profesorado víctima de desaparición forzada”. Además de construir una cultura de salvaguardia tomando como base los derechos humanos.

¿Cómo hacer frente al problema?

De acuerdo con la secretaria ejecutiva de la Defensoría de los Derechos Universitarios de “La Casa Abierta al Tiempo”; para atender el fenómeno desde las instituciones, primero podrían identificar los recursos a su disposición. Por ejemplo investigaciones interdisciplinarias y transversales para ahondar en el tema con una perspectiva en los derechos humanos y de género. 

Pues la especialista en Justicia para Adolescentes del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas indicó que “si estamos formando a los profesionales –antropólogos, abogados y psicólogos– para que puedan enfrentarse a esta problemática, podemos empezar con los aportes desde la indagación”.  

Apuntó que otras acciones que se pueden llevar a cabo desde las IES son “abandonar ideas individualistas y pensarnos como sociedad”; así como crear protocolos para normar las líneas de prevención, atención e incluso, apoyos a las personas víctimas de desaparición forzada. 

Para combatir el problema, también señaló que es importante identificar factores de riesgo como trazar las rutas más peligrosas que utiliza la comunidad universitaria; los transportes, zonas de riesgo o grupos afectados como mujeres o “jóvenes que participan en movimientos estudiantiles”.

Agregó que es trabajo de las universidades, fortalecer los derechos humanos, generar espacios libres de violencia, fomentar la cultura de la paz, crear instrumentos eficientes, y poner a disposición de la comunidad los recursos necesarios para dar solución a las problemáticas. Por ejemplo, desde la UAM Cuajimalpa se creó el Proyecto de desaparición forzada en México y América Latina.

Proyecto de desaparición forzada en México y América Latina

La Unidad Cuajimalpa creó un proyecto sobre desaparición forzada, que abarca a México y América Latina. Cuentan con una amplia variedad de especialistas en el tema, quienes participan en conferencias, conversatorios, diálogos e incluso un diplomado.

Algunas partes del material generado desde el 2019 que comenzó el proyecto, puedes encontrarlo aquí.