Estudiantes de la Unidad Azcapotzalco de la UAM, a partir de inteligencia artificial y la aplicación de algoritmos de reconocimiento de voz, visión por computadora y realidad aumentada, desarrollan una variedad de prototipos para misiones espaciales.
La Universidad Autónoma Metropolitana informa que los artefactos se enfocan en diversas áreas del conocimiento, entre ellas, el clima y la exploración de nuevos planetas. Asimismo, los proyectos se basan en las expediciones a Marte o los medios tecnológicos que se adoptan para un reingreso a la superficie lunar.
En este sentido, la UAM señala que los alumnos han creado un simulador de aeronave y una propuesta completa donde, a través de una pantalla, se pueden visualizar desde la planeación hasta el lanzamiento, los posibles errores de un programa aeroespacial.
Al respecto, el ingeniero Fernando Tavera Romero, docente del Departamento de Ciencias Básicas y coordinador del proyecto, detalla que los estudiantes realizaron un proceso de monitoreo multicámara que favorece la alerta sobre zonas de peligro, falta de equipo de seguridad y, en caso de algún problema, facilita la ruta más rápida a ejecutar.
El equipo de trabajo, conformado por alumnos de múltiples disciplinas, se reúne en el Laboratorio de Óptica de la UAM para realizar una investigación interdisciplinaria orientada a la exploración espacial. Además, como resultado, se han desarrollado diversos dispositivos que permiten captar imágenes, señales, y todo aquello relacionado con datos medioambientales que se pueden obtener.
A propósito, Tavera Romero precisa que el estudio del espacio “abarca todo lo que hay más allá de la zona terrestre. Así que nos dedicamos a la observación y la instrumentación para obtener datos del espacio exterior”.
En relación con el dispositivo de acoplamiento de una nave a la Estación Espacial Internacional, el titular del proyecto explica que “con algoritmos de visión artificial y realidad aumentada, hemos podido crear algunos modelos para la divulgación de la misión Apolo, con el fin de conocer cómo era el cohete en cada una de sus partes y fases de lanzamiento”.
Prototipos espaciales de la comunidad
De acuerdo con la UAM, los alumnos de las licenciaturas en Ingeniería Física y en Ingeniería en Computación, Abraham Ulises Pérez Martínez y Bruno Delgadillo Bernal, respectivamente, crearon un expectofotómetro. Se trata de un dispositivo que recopila y trata datos mediante imágenes. De igual manera, señalan, “podemos detectar la composición de los cuerpos celestes por el conducto de luz que emiten”.
Por su parte, el estudiante de la licenciatura en Ingeniería Química, Pedro Velázquez Núñez, y la maestra en Ingeniería Ambiental, Angélica Ríos Maravilla, desarrollaron un proyecto que implica generar hidrógeno a través de los restos del proceso de nixtamalización del maíz: el nejayote.
Conforme con los autores del trabajo, el nejayote resulta ser un combustible efectivo, pues libera una gran cantidad de energía. Por lo tanto, Ríos Maravilla y Velázquez Núñez, sugieren que, para dejar de lado el uso de drones en la elevación de un CanSat, “proponemos su empleo en cohetes”.
El proyecto, explican, se puede aplicar como tanque de hidrógeno para encender el calentador del baño o la estufa; también como motor de hidrógeno, propulsión de cohetes y en cualquier tipo de combustión. “Usamos el nejayote porque es rico en carbohidratos, contiene muchos átomos de hidrógeno y puede obtenerse de molinos de maíz”, añaden.
Carlos Daniel Miranda, quien cursa la licenciatura en Ingeniería en Computación, trabaja en un satélite de costo reducido y que entra en la categoría de minisat. Entre las ventajas del dispositivo, se encuentra la facilidad para imprimirlo en tercera dimensión a base de materiales resistentes.
En tanto que, el estudiante señala que el desarrollo del instrumento es un reto porque “no sólo debemos ver partes de la electrónica, sino aprender igualmente aspectos del diseño, la estructura y la química, entre otros”, subraya.
El proyecto de Isaí Rojano Altamirano, alumno de Ingeniería Física, consiste en la elaboración de bocetos de circuitos. Esto con la finalidad de obtener un prototipo de precio accesible y “mostrar que con elementos muy básicos pueden hacerse grandes cosas”, refiere el matriculado.
El equipo de la UAM en la UNAM
El coordinador del proyecto, Fernando Tavera Romero, expuso que antes de la emergencia sanitaria por Covid-19, “decidimos integrar un equipo más especializado y formal para inscribirse al Concurso Satélites Enlatados, una iniciativa del Programa Espacial Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México”.
El docente refiere que, como parte de la competencia, comenzaron a diseñar un satélite que tuviera el tamaño necesario para entrar en una lata de refresco “con toda la instrumentación que se requería para el certamen”, apunta.
La finalidad es que los prototipos de exploración, más allá de la Tierra, funcionen para cuidar el medio ambiente, el planeta y la salud. Así lo refiere Tavera Romero, quien además añade que están abiertos a todas y todos quienes deseen participar, pues no es necesario poseer conocimientos previos, ya que estos se obtienen en el Laboratorio.
El equipo que atravesó las tres etapas del concurso, se integra por estudiantes de primer año y otros más de últimos trimestres, señala el profesor. “(…) no buscamos que sean superespecializados en algún tema, sino que tengan la convicción de lo que quieren efectuar, ganas de aprender y que dediquen tiempo a la elaboración de su proyecto”, puntualiza.