X
    Categorías: Campus

Egresado del Tec de Monterrey impulsa industria de grillos comestibles

Foto: Cortesía

Alejandro de la Brena, egresado de la Ingeniería en Biotecnología  del Tec de Monterrey,  produce alimentos basados en grillos comestibles que son cultivados en comunidades rurales de México. El joven emprendedor, narra que en 2016 se dio a la tarea de crear la empresa Griyum. Actualmente esta iniciativa produce harina de grillo que es distribuida para que 25 marcas la comercialicen, esto luego de agregar proteína y fibra a sus diversos productos y alimentos.

Impactado por un reporte sobre los insectos comestibles de La Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura, en el que descubrió que la producción de proteína de grillos requiere solo el 4% de los recursos naturales que requieren las vacas (en comparación con la generación de un volumen similar de producto), Alejandro decidió dedicar su tiempo y esfuerzo en crear la empresa Griyum.

En ese afán, este emprendedor y su equipo de trabajo han desarrollado sistemas de producción escalables, logrando su implementación en granjas de Guanajuato. De la Brena dice que se necesitó mucha tecnología para lograr alimentar y mantener a los grillos domésticos.

También lee: UVM busca a jóvenes emprendedores; los mejores proyectos recibirán 50 mil pesos

“Nuestra innovación se centra en encontrar un balance entre las granjas artesanales y las hipertecnificadas que existen en otros países. Entonces, ya hemos logrado automatizar procesos y controlar temperaturas, con menor inversión, para poder extender esta tecnología a productores rurales”, dice De la Brena.

El proceso de producción de Griyum considera la colaboración de las comunidades. Así, esta empresa le compra el grillo a los productores, quienes tienen sus propias plantas de procesamiento para convertir a este insecto en diferentes ingredientes. Posteriormente estos insumos se venden a corporativos y restaurantes.

Crecimiento postpandemia

Después de una pausa obligada por la pandemia, en Griyum retomaron la producción y se acercaron a la industria restaurantera para ofrecer productos deliciosos al paladar, además de nutritivos.

“Es un ingrediente que resalta el sabor de otros ingredientes en una receta (…) Está comprobado que una buena experiencia de consumo es suficiente para cambiar la perspectiva del consumidor para aceptar comer insectos por el resto de su vida”, explica Alejandro de la Brena.

La pasión por el mundo de los insectos comestibles le dio la visión a este joven emprendedor para estudiar un doctorado en Biotecnología aplicada en alimentos y nutrigenómica, haciendo su tesis sobre la harina de grillo.

 

Cuestionado sobre qué fue lo que más le sirvió en sus años de formación universitaria, Alejandro comenta que debido a los requisitos de la beca que tenía, cumplía con muchas actividades no solo académicas sino deportivas y culturales. Entonces, fue esa diversidad la que le ayudó a generar una visión para resolver problemas pensando “fuera de la caja”.

Esto también contribuyó a la construcción de un equipo colaborativo para formar su empresa, que tiene que relacionarse con diversos tipos de clientes. Por otro lado, lo que aprendió como egresado fue el manejo de emociones, pues eso no se lo enseñaron en la universidad.

“Tuve que aprender a controlar mis nervios en las presentaciones y juntas, lo mismo con los pequeños productores que con los abogados al crear la empresa. Se va aprendiendo a la buena y también a golpes”, comenta.

Sobre qué hace falta para ser emprendedor en este país, Alejandro considera que necesitamos “un terreno plano”, pues, aunque se siente afortunado por la situación que le ha tocado vivir a él y el apoyo de su familia, considera que esa no es una situación común para todos los mexicanos.

“Algo que se necesita construir por todos los mexicanos es el buscar tener un terreno plano. Es decir, partir de las mismas condiciones para poder hacer realidad nuestros sueños”, finaliza.

Comentarios
David Ochoa:

Esta web usa cookies.