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    Categorías: Campus

IPN: alumnos denuncian hundimientos en Zacatenco

Foto: Isaías Pérez

Los alumnos del Instituto Politécnico Nacional denuncian que la vida de miles de estudiantes corren peligro en las aulas y laboratorios de la Unidad Zacatenco. Aunque las autoridades aseguran que las instalaciones son seguras, lo cierto es que los jóvenes incluso ya han nombrado a algunas zonas como los “pasillos de la muerte”, debido a su aspecto inseguro.

Asimismo, los estudiantes señalan que algunas de sus clases son impartidas en “condiciones deplorables” dentro de “gallineros”, como han nombrado a las aulas provisionales que el IPN construyó como respuesta al crecimiento de la matrícula estudiantil.

En entrevista, José Alejandro Camacho Sánchez, secretario ejecutivo del Patronato de Obras e Instalaciones (POI) de la institución dejó en claro que cada uno de los edificios de la Unidad Zacatenco son habitables porque cuentan con estabilidad estructural y ninguno está en riesgo de colapso.

Hundimientos, grietas y edificios en desnivel

En un recorrido realizado por Generación Universitaria junto con algunos alumnos de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) y la Escuela Superior de Ingeniería Textil (ESIT), se observaron edificios con hundimientos, grietas y averías en las juntas constructivas; así como diversos daños en acabados.

El recorrido se inició en el Edificio 1 de la ESIME. Ahí, Christian Castañeda, alumno del séptimo semestre de la carrera de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica explicó varios de los desperfectos que ha detectado.

Foto: Isaía Pérez

El Edificio 1 se ubica a un costado del corredor principal que conecta con el acceso de la avenida Wilfrido Massieu y los ocho edificios restantes. También por ese mismo pasillo se tiene acceso hacia el estacionamiento y a la calle Manuel de Anda y Barredo, donde cientos de estudiantes abordan el Trolebús que los conducirá a la estación del Metro Politécnico.

El piso de este corredor está deteriorado y cuenta con una serie de grietas y vados muy pronunciados. Incluso, un grupo de trabajadores han removido bloques de cemento de este pasillo para  su estudio y análisis de riesgo.

De acuerdo con Christian, el denominador común en los inmuebles de la ESIME Zacatenco son los hundimientos que sufren los edificios principales y sus anexos.

Foto: Isaía Pérez

Deshabilitan biblioteca  por el acelerado hundimiento en instalaciones

“El avance de los asentamientos ha sido muy rápido”, comentó Christian quien explicó los daños que presentan los inmuebles, en especial el Edificio 3, en cuyo anexo se encontraba una de las bibliotecas que abastecía de bibliografía a la mayor parte de las carreras de la ESIME.

El espacio más dañado del anexo ya fue deshabilitado. Los estantes de libros fueron reubicados, al fondo se aprecia que el acceso fue bloqueado con cintas de seguridad y sillas amontonadas.  El inmueble luce abandonado.

“Con el paro reciente, se logró que se realizaran los estudios correspondientes, incluso se puede observar el hundimiento que se extiende, las paredes con grietas y el desnivel del suelo muy marcado entre el Edificio 3 y su anexo”, explicó Castañeda.

La matrícula estudiantil en la ESIME Zacatenco, en este 2022, creció a 13 mil 900 alumnos, señaló el estudiante de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica.

Foto: Isaía Pérez

Habilitan “gallineros”  para nuevas carreras

En 2019, el Instituto Politécnico Nacional lanzó seis carreras: Ingeniería en Diseño Aeronáutico, Ingeniería Fotónica, Licenciatura en Algoritmia Matemática, Licenciatura en Movilidad Urbana, Licenciatura en Negocios Digitales, y el programa de Técnico en Ciberseguridad.

“A raíz de que se crearon las nuevas carreras, se habilitaron estas aulas provisionales. Esto se hizo sin tener una planeación correcta sobre los edificios”, opinó Castañeda.

En un espacio entre los edificios 4 y 5 se edificaron seis salones provisionales, conocidos entre los alumnos como “gallineros” ya que están elaborados con muros de tablaroca, techos de lámina y sus ventanas son pequeñas. “Literalmente se convierten en un horno cuando cae a plomo el sol del mediodía. Son  lamentables estas condiciones”, dijo Castañeda.

Foto: Isaía Pérez

Alumnos sortean el pasillo de la muerte

En los alrededores del Edificio Z de la ESIME Zacatenco se encuentra el lugar que concentra los laboratorios donde realizan sus prácticas los futuros ingenieros. En esa zona se encuentra el conocido como “Corredor de la muerte”, un pasillo largo que, al momento de transitar por él, las ventanas cercanas vibran y la estructura emite una serie de crujidos.

“Personalmente no me gusta tomar mis laboratorios aquí. En especial porque es el tercer piso. Pero, tenemos que venir. Sin embargo, esperamos que las autoridades y sobre todo el Politénico solucionen este asunto”, comentó.

Foto: Isaía Pérez

Cabe señalar que el pasado 25 de mayo, a través de la redes sociales de ESIME Radio se publicó que el edificio Z había sido desalojado por decisión de los encargados de mantenimiento, protección civil y autoridades de la escuela.

Los alumnos refieren que las vibraciones, los ruidos y crujidos son cada vez más notorios, por lo que, incluso, se acordonaron ciertas zonas para impedir el paso y evitar algún incidente.

“Da mucha tristeza observar esto. Te pega en la moral saber que la escuela que tanto anhelabas no es realmente lo que esperabas y observar que te encuentras a pocos pasos de poner en riesgo tu vida. No es fácil concentrarte en estudiar cuando escuchas crujir el edificio”, expresó Christian Castañeda.

Excavan subsuelo para extraer muestras

Durante el recorrido, en ese mismo inmueble, pero en la parte externa, un grupo de trabajadores realizan excavaciones en los costados de los edificios para extraer muestras del subsuelo y analizar si cumplen con su resistencia.

“Cavamos hasta encontrar la cimentación del edificio”, comenta uno de los trabajadores quien junto a su compañero, realizó una excavación de al menos tres metros para encontrar la cimentación del edificio Z.

De acuerdo a la versión de los trabajadores tienen más de un mes que comenzaron los estudios geofísicos y mecánica se suelo en cada uno de los edificios de la unidad Zacatenco.

Foto: Isaía Pérez

Los edificios son habitables y sin riesgo de colapso

Por su parte, José Alejandro Camacho Sánchez, el secretario ejecutivo del Patronato de Obras e Instalaciones (POI) sostuvo de manera contundente que los edificios de la Unidad Zacatenco, no corren ningún riesgo que atenten contra la vida de la comunidad estudiantil porque pueden ser habitables y estar en operación.

“Ningún edificio está en riesgo del colapso ni peligro de estabilidad estructural, que los alumnos tengan la certeza que los profesionales de la construcción y como funcionario, la seguridad de la gente que habita en los edificios es una responsabilidad primordial, es lo que estamos atendiendo”, señaló el experimentado funcionario.

Asimismo, resaltó que en junio pasado, fecha en que asumió el cargo en el IPN, el funcionario realizó una revisión exhaustiva por los edificios en compañía de los estudiantes, en la que encontraron que los daños más sobresalientes se ubican en los edificios conocidos como anexos.

“Derivado de esta revisión hay unos pequeños daños en lo que son los acabados sobre todo en las fisuras que se presentan en las juntas constructivas, esto por los asentamientos provocados por los desniveles entre los edificios principales y los anexos”, señaló Camacho Sánchez.

Foto: Isaía Pérez

Tenemos Zacatenco para rato

De acuerdo a José Camacho Sánchez los edificios de la Unidad Zacatenco tiene una edad promedio de 60 años y en el caso de los anexos una edad máxima de 20 años, según el funcionario, la vida útil de los edificios se encuentra entre los 90 y 100 años, siempre y cuando se realicen los mantenimientos adecuados.

“Tenemos Zacatenco para rato y precisamente por eso estamos realizando los estudios correspondientes”, recalcó el funcionario.

En ese sentido, resaltó que la institución está realizando estudios que va desde levantamientos arquitectónicos y topográficos. Además de estudios de geofísica, mecánica de suelo,  espectro sísmico y vibración ambiental, mismo que se entregará la primera quincena de diciembre.

“Debemos tener la certeza de todo, una vez que se tengan todos los estudios se hace el dictamen, se analiza y se determinará qué hacer”

Finalmente, enfatizó que los edificios se construyen con base en la normativa y la reglamentación la cual define la carga que va a tener cada uno de los edificios y del uso que tendrá.

En el  caso de las escuelas del ESIME, señaló el funcionario que cuentan con la carga específica por el número de alumnos calculados en los edificios.

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Isaías Pérez:

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