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    Categorías: Campus

IA, una oportunidad de innovación para las universidades

Foto: Unsplash

En las universidades del país no existe la intención de prohibir la inteligencia artificial (IA). El énfasis está en cómo se implementará en todo lo que atañe al funcionamiento y desarrollo de los centros educativos. En este sentido, se ha pasado de una etapa de conocimiento a una de implementación.

Las instituciones de educación superior, ya sea en el papel o de forma implícita, buscan comprender cómo el desarrollo de esta tecnología incidirá tanto en sus profesores como en sus alumnos, por eso no es raro encontrar lineamientos sobre cómo se debe usar en la organización de una clase o al momento de entregar una tarea escolar.

La IA, como se verá más adelante, también busca su espacio en la manera en que se administra una escuela, como en la inscripción u organización de grupos u horarios. Lo mismo en la  investigación, donde se programan algoritmos  con la intención de  dar soluciones a determinadas problemáticas sociales.

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Impacto en la enseñanza-aprendizaje

“Debido a que el mundo cambiará por la inteligencia artificial y los trabajos se modificarán, lo que se enseña en las universidades también deberá transformarse”, declara José Escamilla, director asociado del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey.

De hecho, para abordar el tema de la IA en la educación, la institución superior realizará la IFE Conference en enero de 2024, la cual, anteriormente, se identificaba como Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE).

Si bien la irrupción de ChatGPT en noviembre de 2022 impulsó el tema de los algoritmos a una escala mayor, entre las personas, Escamilla indica que el Tec de Monterrey ha usado IA, chatbots y aprendizaje adaptativo desde tiempo atrás.

“Siempre hemos pensado que la IA es una herramienta para personalizar el aprendizaje de los estudiantes y apoyar a los profesores en tareas que pudieran ser automatizadas”, puntualiza.

Carles Abarca, vicepresidente de Transformación Digital del Tec de Monterrey, suma el cómo introducir en los programas académicos el factor IA para formar a los profesionistas del futuro.

“Las universidades, como el resto de las industrias alrededor del mundo, estamos procesando la oportunidad que representa esta tecnología, observando dónde están los escenarios más a corto plazo de su empleo”, agrega el directivo.

Retos de la IA en universidades 

En opinión de Abarca, el Tec de Monterrey no ha tenido una postura de prohibir el uso de la IA. “Desde nuestro punto de vista, lo que se debe hacer es acoger las novedades tecnológicas dentro de un marco consciente de uso responsable”.

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Expresa que ahora mismo se trabaja en la institución universitaria en una política de uso de IA, “que ya indica lo que consideramos legítimo e ilegítimo desde el punto de vista del empleo por parte de los estudiantes y profesores”.

Posiblemente, será hasta 2024 cuando esté disponible el lineamiento para la comunidad, año en el que TECgpt, el propio modelo de IA generativa de la universidad, dejará de ser beta, especialmente para tener un mayor alcance.

Otro reto que vislumbra Abarca, y que coincide con el punto de vista de Escamilla, es generar el conocimiento que el mercado necesitará en un mundo dominado por la IA.

Ello significa formar ingenieros de ética en IA, analistas de datos en IA, ingenieros de aprendizaje profundo, entre otros. “Todas esas disciplinas no existen hoy en los centros educativos, pero el mercado los está empezando a demandar desde ya”.

Francisco Alvarado, profesor y parte del Laboratorio de Dispositivos Médicos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), hace hincapié en que sí es importante una implementación de la IA en las escuelas, pero también lo debería ser el entendimiento de esta tecnología, especialmente por parte del cuerpo docente y estudiantes.

“Debe quedar claro que no es lo mismo usar la inteligencia artificial que entenderla. Esto último requiere bastante conocimiento”, acota Alvarado.

Un futuro inteligente

De acuerdo con una encuesta de la UNESCO, realizada en más de 450 escuelas y universidades alrededor del planeta, menos del 10% de los espacios educativos ha implementado políticas institucionales u orientaciones formales sobre el empleo de aplicaciones de IA generativa.

“El vacío de orientación demuestra que los sistemas educativos están trabajando para ponerse al día con las nuevas tecnologías”, manifiesta el organismo internacional especializado.

De cualquier manera, Abarca vislumbra un escenario en el que cada profesor tendrá un asistente artificial que le permitirá resolver las “tareas más rutinarias”, desde la programación de los horarios hasta el pase de lista de los estudiantes, así como diferentes recomendaciones de contenidos sobre los cuales trabajar en la próxima clase.

“El alumno tendrá un tutor de aprendizaje siempre disponible, el cual podrá llevar siempre consigo, en su celular o computadora portátil”.

Ya entre el profesor y el estudiantado, Abarca manifiesta que una de las posibilidades de la IA está en diseñar experiencias de aprendizaje personalizadas, “alumno por alumno”, que contarán con materiales según su “momento” de aprendizaje.

“No habrá un curso único de casi nada; este se adaptará a cada uno de los jóvenes, a cada uno de los ‘aprendedores’”, concluye Abarca.

Comentarios
Luis Miguel Paredes: Busco aportar mis conocimientos como editor o colaborador de contenidos, sobre todo en las fuentes de educación y tecnología, en las que tengo una experiencia de más de 10 años. Me gusta remarcar la importancia de crear materiales de calidad, que sean comprensibles y útiles para las personas.

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