Sobre el reciente asesinato de dos jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, el doctor José Sols Lucia, académico del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dijo que ojalá tanto la Iglesia como la sociedad digan “¡basta ya!” ante la violencia.
El académico hizo alusión a dos casos en los que la sociedad se organizó para decir “¡basta ya!”. El primero del que habló fue el surgimiento del movimiento cívico espontáneo “Espíritu de Emu”. Que inició como una respuesta al terrorismo vasco y el asesinato en manos de ETA, del concejal por el partido popular, Miguel Ángel Blanco.
Posteriormente, enfatizó la lucha de las Madres de la Plaza Mayo, quienes exclamaron “¡basta ya!” Con el objetivo de recuperar con vida a sus hijos que fueron desaparecidos durante la dictadura de Rafael Videla en Argentina.
Para Sols, la Iglesia debería comenzar a movilizarse y encargarse de “movilizar a la sociedad”; pues considera que los jesuitas “deberían ser levadura de la masa, invitando de manera profética a la sociedad a decir ¡basta ya!”.
Y mencionó que ojalá el asesinato de los Padres Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, sea un punto de “inflexión” sobre otros casos de homicidios, violencia, desapariciones, “y otros crímenes del narcotráfico”, que ya no deben ser tolerados en México.
Muerte de jesuitas en El Salvador
Como ejemplo, José Sols señaló que, entre el pueblo estadounidense, el asesinato de 75,000 personas en 12 años de guerra civil en El Salvador no generó conmoción. Sin embargo, dijo que sí hubo indignación cuando en 1989 asesinaron a seis jesuitas, entre ellos el Padre Ignacio Ellacuría, Rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
Dicha situación detonó que antiguos estudiantes de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús, y jesuitas hicieran presión al partido demócrata del Congreso de Estados Unidos, para que ellos, a su vez, pidieran un cambio de las políticas que el gobierno de George Bush tenía en América Latina. Y ocurrió que sí se frenaron los asesinatos de “sacerdotes, obispos y animadores de la palabra”.
Finalmente, destacó otra similitud entre los jesuitas de la UCA y los de Chihuahua. Explicó que ambos grupos optaron por la justicia y decidieron quedarse para ayudar a la gente. Por eso, en el caso de los Padres Mora y Campos, dijo que no fue mala suerte, “sino que ese era su estilo de vida, ayudar al desfavorecido, al necesitado”.
Además expresó que “ambos colectivos estaban allí porque querían estar, sabiendo que era peligroso, y no querían estar de cualquier manera, sino que querían estar comprometiéndose con la gente”.
¿Qué se sabe del caso de los sacerdotes asesinados en Chihuahua?
El pasado 20 de junio, los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, fueron asesinados dentro de un templo ubicado en el poblado de Cerocahui, Chihuahua. Pero sus cuerpos se hallaron a 100 kilómetros del lugar donde ocurrió el crímen. Esto de acuerdo con Roberto Fierro Duarte, Fiscal General de Chihuahua.
Además, Fierro informó que, según las primeras investigaciones, el asesinato ocurrió luego de que ambos curas resguardaran en el templo de Cerocahui al guía de turistas Pedro Palma, que huía de José ‘N’ alias ‘El chueco’, a quien señalan como el presunto asesino.
“El hombre antes privado de la libertad escapó y llegó policontundido al templo del pueblo, donde fue auxiliado por los religiosos, quienes también fueron privados de la vida y cuyos cuerpos fueron recogidos por el agresor”. Indicó el Fiscal General de Chihuahua.
Actualmente la Fiscalía General de Chihuahua. ofrece una recompensa de $5,000,000 a quien dé información que lleve a la captura de José ‘N’ alias ‘El chueco’. Es la recompensa más alta que se ha ofrecido en el estado.