Aunque en las fotografías y anuncios los dientes se vean perfectamente blancos, todos los tratamientos para blanqueamiento dental, sin excepción, atacan la estructura del esmalte de los dientes y eventualmente los dañan, si no nos crees, un equipo de la Facultad de Odontología te cuenta más al respecto.
En la odontología, el blanqueamiento dental es un tratamiento estético que logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes. Pero el doctor Alejandro Benavides Ríos, especialista en prótesis maxilofacial, y cinco de sus alumnos de la Clínica Periférica Vallejo de la Facultad de Odontología de la UNAM, nos dicen por qué no debemos blanquearlos.
Es como echarle ácido muriático al baño, advierte Benavides.
¿De dónde viene la moda de querer los dientes blancos?
El seguir ideales excesivamente marcados es debido a la moda, que está presente en todos los ámbitos de la sociedad, y los dientes no son la excepción. En la mayoría de los países, aparte de acudir al dentista para cuidar la salud bucodental, la gente acude para realizar cambios estéticos que sigan las últimas tendencias dentales.
Ahora, el margen de lo estético sigue a las masas y no a la naturaleza, como lo es la nueva ola de carrillas para diente entre los influencies o las joyas incrustadas en los dientes delanteros; añadido también, el querer un blanco pulcro en la boca, cuando es antinatural.
Naturalmente, los dientes tienen distintos tonos, a veces amarillo, marrón, gris e inclusive con ciertas tonalidades azules. Pero se cree que personas de piel más oscura tienen los dientes blancos, aunque sea sólo es un efecto visual, dado que un color ligeramente marfil sobre un fondo negro parecerá más blanco, y sobre un fondo blanco, más amarillo.
Razones para no hacerlo
La estudiante e integrante del equipo de la Clínica Periférica Vallejo, Diana Laura Vallejo Luna, observo en un análisis con microscopio electrónico de barrido, que el blanqueamiento dental ocasiona daño sobre la estructura de los prismas del esmalte, generando cavidades de distintos tamaños, lo cual podría promover la adhesión de bacterias.
En general, el blanqueamiento dental puede ocasionar:
- Hipersensibilidad dental
- Cambios morfológicos
- Disminución en el metabolismo de células odontoblásticas: debido al estrés oxidativo y a la presencia de especies reactivas de oxígeno.
- Daños sobre otros tejidos: como el tejido de so que da soporte a los dientes, hueso y encía, llamado ligamento periodonto.
Pros y contras
José Ramón Acevedo, otros de los alumnos de la clínica, señala las ventajas pueden ser:
- Efecto psicológico: pues una blancura uniforme puede representar mayor atractivo.
- Mejora nuestra imagen y rejuvenece el rostro: porque el aspecto de los dientes se ve “nuevo”.
- Más salud: los dientes blancos, aunque no son sinónimo de salud, se asocian a un aspecto más sano, higiénico y agradable.
- El peróxido de carbamida funciona como antiséptico oral: reduce la placa dentobacteriana y ayuda en la curación de heridas.
Pero, frente a las desventajas, es mejor pensarlo dos veces, ya que:
- El blanqueamiento tiene caducidad: no es para siempre y requiere de muchos cuidados.
- Su éxito es impredecible: un estudio mostró que el 50% de los dientes blanqueados presentaron regresión del color después de un año de haberse realizado el tratamiento.
- Puede causar deterioros: como reabsorciones cervicales e inflamación en dientes jóvenes y tejidos dentales.
- Daña tejidos: cuando se aplica calor en el tratamiento de dientes no vitales, pueden provocarse quemaduras térmicas, quemaduras químicas o un daño significativo en los tejidos blandos.
El deber de tu dentista
Un odontólogo, señala Benavides, debe hacer una evaluación previa y usar un colorímetro para determinar la viabilidad de un tratamiento de blanqueamiento sin daño dental, aunque el paciente tenga muchas ganas de hacerse el tratamiento porque así lo vio en TikTok.
El colorímetro, es una regla con diferentes colores de dientes y antes de tomar una decisión para blanquearlos, se debe comparar el color de dientes con los colores del colorímetro, y si el paciente está dentro de los tonos más claros, no es necesario dicho tratamiento odontológico.
Aunque todos los colorímetros que en México no tienen colores para latinos, pues están basados en estudios en población blanca europea y las marcas más utilizadas de colorímetros son alemanas, cuando naturalmente, los dientes de los alemanes tienden a ser más marrones; los de los latinos, más amarillos.
¿Aún quieres hacerlo? Métodos “naturales”, no comercial
Para Liz Mariana Delgado Delgado, también parte del equipo de trabajo, lo natural y menos agresivo es:
- Un buen cepillado dental: tres veces al día, con pasta con flúor y durante dos minutos.
- Usar el cepillo correcto: con cerdas redondeadas y dureza media, fácil de manejar y de tamaño adecuado para que alcance todas las zonas de la boca.
- Cambiar el cepillo con regularidad: cada tres meses por lo menos, ya que el uso genera desgaste.
Pero, sobre todo, hay que recordar que constantemente consumimos alimentos, bebidas y sustancias que pigmentan los dientes, como el café, el tabaco, el té, el vino tinto y los refrescos de cola, como explico Valeria Miranda Aceves Rodríguez, también estudiante de la Facultad de Facultad de Odontología, pues contienen antioxidantes que al adherirse al esmalte producen cambios en el tono original de los dientes y dejan manchas desagradables, desde amarillentas hasta marrones.
Así que si quieres unos dientes blancos, puedes empezar por dejar el café o despedirte del vinito para siempre.