Sí eres profesor o estudiante asistente de algún profesor, estás consejos de Dan levy de la facultad de Fortalecimiento de la Excelencia en la Enseñanza y el Aprendizaje de Harvard Kennedy School, seguro te ayudarán.
El investigador ofreció un taller de tecnología y enseñanza en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, donde compartió algunas técnicas para mejorar la enseñanza de los profesores.
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Técnicas para mejorar la enseñanza
One-minute paper
Se trata de utilizar los últimos minutos de la clase para que los alumnos escriban en una hoja de papel qué fue lo que aprendieron.
Dan Levy sugiere preguntar:
- ¿Qué aprendiste hoy?
- ¿Qué te gustaría recordar de la clase dentro de un mes?
- ¿Qué preguntas tienes?
- ¿Qué te tiene confundido?
“Esta técnica arroja mucha información que después podemos usar en la siguiente clase, pero también hay que ser lo suficientemente dinámicos para no aburrirlos”, dice Levy.
El resultado de la técnica fueron todo tipo de ideas, desde recursos relacionados con lo visto en clase, hasta cómo lo aplican en su día a día.
Abrir el aula a otros profesores
“Una de las cosas más valiosas que he hecho para mejorar mi enseñanza, ha sido pedirle a colegas que me observen y me den retroalimentación sobre mi enseñanza”.
Tips para ser observado:
- Dan Levy recomienda dejar claro a tu colega que se trata de una observación formativa y no evaluativa.
- Determinar qué tipo de feedbackquieres, por ejemplo, señalar qué área es la que quieres mejorar.
- Presentar al colega a tu clase.
Tips para el observador:
- Poner atención a lo que está haciendo el profesor y lo que hacen los alumnos
- Da recomendaciones usando los siguientes modelos de referencia: me parece que esto funcionó o lo que yo haría diferente es.
- Si eres profesor Tec, puedes acercarte al Centro de Desarrollo Docente e Innovación Educativa, donde existe el servicio de mentoreo para docentes.
Pedir retroalimentación a los estudiantes
El profesor e investigador de Harvard explica que al igual que se usa la observación de los colegas se debe usar la de los alumnos.
Para aplicarlo, sugiere recoger la información de manera anónima y compartir la retroalimentación de lo recibido en algún momento de la clase, preferentemente al inicio o final.
Documentar reflexiones acerca de lo que pasa en nuestras clases
Este punto se trata de dedicar 5 minutos después de cada clase para anotar lo que salió bien y lo que se puede mejorar.
“Es una carta que escribimos para nuestro yo del futuro y para mí esta es una práctica sagrada de enseñanza”.
De esta manera si hay errores en las presentaciones se pueden modificar al terminar la clase y usarlos sin contratiempos en la siguiente.
Además, se puede tener mejor control del tiempo, saber dónde uso más tiempo y para qué no le dio tiempo. También permite ver patrones de participación en el aula y buscar que todos hablen en clase.
“Es una carta que escribimos para nuestro yo del futuro y para mí esta es una práctica sagrada de enseñanza”.
Realizar investigación acerca de nuestra enseña
En una ocasión Dan Levy hizo una encuesta anónima con mis alumnos para ver cuántos leían antes de clase, el resultado fue que el 66% de sus alumnos no leían.
Esto le permitió establecer mecanismos como: test de la lectura antes de clase o rondas de participación aleatoria para fomentar la lectura previa.
Con información de CONECTA