La maestra Gisela Elizabeth Tucuch Santos, egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fue galardonada con el Premio Fray Bernardino de Sahagún 2022. El reconocimiento por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fue gracias a su tesis de maestría “Territorialidades emergentes frente a megaproyecto energético en el Ejido de San José Tipceh, Yucatán”.
“Los egresados de la Casa abierta al tiempo tenemos una carrera académica valiosa que es reconocida tanto a nivel nacional como internacional y estoy agradecida con esta formación”.
Para ella, obtener un reconocimiento como el Premio Fray Bernardino de Sahagún visibiliza el trabajo de jóvenes investigadores e impulsa a continuar con esta labor.
Sobre la tesis ganadora
En la categoría de Etnología y Antropología Social, la investigación aborda la complejidad de las relaciones sociales entre los diferentes actores de la población ubicada al sur del estado de Yucatán.
Quienes tienen un nivel de marginación media, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el ámbito de la inserción de un megaproyecto energético.
“Para mí era importante romper con estas representaciones estereotipadas de los actores sociales.
Con ello busco abordar no sólo a aquellas voces que resisten estos movimientos, sino explorar estas vivencias territoriales de la otra parte de la población.
Aquellos que consideraban la llegada del megaproyecto como un aguacero que cayó del cielo frente a la marginación y la pobreza”.
Tucuch Santos explicó que, durante la reforma energética de 2014, esta región se había convertido en un polo de desarrollo importante para la implantación de megaproyectos energéticos.
Y es que el Ejido de San José Tipceh tiene alrededor de 600 habitantes y fue un espacio significativo para la explotación del henequén.
Cuando esto termina mucha de la población migró hacia Mérida y Cancún y, con ello, los altos índices de desempleo, pobreza y marginación fueron incrementándose, indicó.
La intención de la investigación
En un principio, la intención del trabajo era analizar los movimientos de resistencia social.
Sin embargo, al entrar al trabajo de campo, se dio cuenta de que existía un cambio en la cotidianidad de la población y en la forma en que se relacionaban entre ellos y con nuevos actores sociales:
“Fue interesante encontrar cómo el estudio de territorialidades me permitió comprender cómo los conflictos no sólo abarcan la región, sino también la representación, y movilización de ciertos intereses.
Lo anterior, porque cada grupo defendía lo que consideraba la forma más válida de vivirlo y de representarlo”.
La egresada de la UAM expuso que su tesis aporta una nueva perspectiva que cuestiona muchos de los argumentos que se dan en estos análisis.
Fue una tarea etnográfica que se apoyó en entrevistas a profundidad, tanto a las personas en favor como aquellas que se resistían, lo que permitió hacer una exploración completa en la comunidad.
De acuerdo con la maestra en Antropología Social, presentar estas dos complejas visiones le permitió explorar las múltiples relaciones con el ejido y la forma en que estaba representado:
“Este trabajo ofrece un análisis más completo no sólo de las percepciones, ideas, discursos y acciones de los actores de ese sitio, sino también de la manera en que éstos despliegan su conjunto de representaciones territoriales”, abundó.
Para lo anterior, se solicitó el soporte y los permisos correspondientes a las autoridades ejidales, así como a los representantes de la población, expuso.