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    Categorías: Campus

Deserción escolar, gran problema para la educación

Las autoridades educativas de nuestro país tienen un gran reto en esta nueva normalidad y ante el regreso a clases: revertir la deserción escolar entre los jóvenes que cursan la Educación Media Superior.

“Estamos a unos pasos del precipicio. Sin ser alarmistas, estamos a unos pasos de donde no debemos estar. El gobierno y la autoridad educativa tienen que reaccionar para revertir la deserción escolar. Además hay que incrementar los niveles de calidad y de formación de nuestros estudiantes”, dijo Alberto Gárate, vicerrector Académico de CETYS Universidad.

El tema no es menor. De hecho, datos dados a conocer por el INEGI muestran que alrededor de 5.2 millones de estudiantes abandonaron sus estudios en el ciclo escolar 2020-2021. De esta cifra, según el instituto, la mayor deserción se localizó en la educación media superior. Entre otros motivos del abandono de la formación académica destacan la falta de dinero y la necesidad de trabajar.

Asimismo, en el estudio del INEGI se detalló que el 25.3% abandonó la escuela porque que alguno de sus padres perdió su empleo. El 21.9% reportó no tener algún dispositivo o conexión de internet. Otro factor, señalado por el 26.6%, es que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje.

En otro estudio, llamado “Los costos educativos de la crisis sanitaria en América Latina y el Caribe”, realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, se incluyen datos que permiten prever que, en México, alrededor de 628 mil niños y jóvenes de entre seis y 17 años de edad se verán forzados a dejar sus estudios. Lo anterior a causa de la crisis económica y por la falta de condiciones para aprender a través de educación no presencial.

Estas cifras que reportó el BID colocan a México como uno de los países con las tasas de deserción más altas de Latinoamérica.

 

UN MAL MANEJO QUE TRAERÁ CONSECUENCIAS

Según el investigador Alberto Gárate, los problemas de abandono escolar se agudizaron en nuestro país porque la autoridad educativa no supo manejar la crisis de la pandemia de la manera correcta, ni trazó las condiciones óptimas para el regreso a clases.

“El estudiante que no va a la escuela, no socializa. Ese factor social-emocional los empezó a cansar, a estresar y a aburrir. El no encontrar esas condiciones de socialización también aceleró la deserción escolar”, mencionó Gárate.

Asimismo, resaltó que aquellos estudiantes que son desertores, optan por el subempleo o se integran a las filas de la economía informal, complicándose la posibilidad de alcanzar un mejor futuro.

Además, Gárate mencionó que el abandono escolar dejará consecuencias en el ámbito socioeducativo y científico ya que, las evaluaciones que tengan las instituciones de bachillerato en el entorno internacional tendrán resultados por debajo del promedio deseado.

El investigador señaló que en América Latina, México, Brasil, Argentina y Chile lograron finalizar los ciclos escolares, pese a la Covid-19. Sin embargo, estudios al respecto muestran que la calidad educativa en la pandemia disminuyó.

“La modalidad de educación remota tuvimos que implementarla a pesar de que no estábamos preparados. Muy pocos sistemas de bachillerato estaban listos para implementarla. En un futuro comenzaremos a ver los efectos”, señaló Gárate.

 

RAZONES PARA ABANDONAR LOS ESTUDIOS

En una investigación de Eduardo Romero, catedrático de la Universidad de Murcia, se realizó la categorización de las causas y factores que originan la deserción escolar en general.

“Cuando se enfrentan a un fracaso escolar, por ejemplo, tenemos una primera voz de alarma que podemos atender. La deserción no es de un día para otro, hay señales previas, factores que nos indican que al joven podemos perderlo. Un segundo momento es el del abandono y, en ocasiones, tenemos una tercera vez que es el retorno a la escuela, pero no siempre se d a”, dijo el académico.

Comentó que los factores de la deserción escolar pueden ser personales, relacionales, estructurales e institucionales.

Los personales, asegura, son aquellos que se refieren a la capacidad del estudiante, de sus aspiraciones, expectativas o, en algunos casos, discapacidad.

“Aquí tenemos discursos de jóvenes que dicen: ‘Yo no quería estudiar’, ‘me aburre estudiar’, ‘recibí apoyo en casa, pero yo era el que no quería’, Simplemente no se vieron inspirados”, señaló.

También se encuentra la causa relacional que tiene que ver con la familia, los grupos de iguales, amigos y compañeros de generación influyentes.

“En este factor encontramos que los jóvenes tienen discursos como: ‘no tuve apoyo de mis padres’, ‘era un infierno mi familia, la única manera de salir era ponerme a trabajar’. ‘Mi novio me convencía y yo faltaba a clases’”, dijo Romero.

 

FACTORES EXTERNOS QUE AFECTAN LA MOTIVACIÓN

En el caso de la motivación estructural, se refiere a las condiciones externas al individuo. Tiene que ver con el entorno laboral, económico y social.

“Esto tiene que ver con la necesidad de trabajar y darle prioridad a los ingresos sobre la educación. Este contexto puede exponerlos fácilmente a drogas, alcohol y otros factores sociales que se normalizan y no ayudan a darle valor social a los estudios”, sentenció el experto.

Y, por último, se refirió a motivaciones institucionales, las cuales tienen que ver con las políticas públicas socioeducativas, los centros escolares y el profesorado.

“Un profesor puede influir. Puede desmotivar al alumno si remarca sus fracasos. También influye el cambio de asignaturas, de profesores, de grupos o simplemente porque no se les motiva a seguir estudiando”, dijo el catedrático.

El experto también encontró que, en 2017, el abandono escolar en los alumnos de bachillerato era del 15.2%. Resaltó que en lugares como la Ciudad de México el promedio de abandono fue del 20.6%.

 

INSTITUCIONES AFECTADAS

La oferta educativa del nivel medio superior está conformada por tres modelos: bachillerato general, bachillerato tecnológico y profesional técnico. Cada uno con distintas maneras de financiamiento (ya sea federal, estatal, autónomo y particular), con o sin reconocimiento de validez oficial. Todas estas instituciones se ven afectadas por la deserción escolar.

Un reporte de los Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México 2020, elaborado por Mejoredu, señala que existen tasas del 17% de abandono escolar en educación media superior. Ahí destacan Morelos, la Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco y Durango.

“El abandono es uno de los fenómenos que suelen truncar la vida escolar de los estudiantes; el origen multicausal de este problema se relaciona con riesgos de diferente tipo que en ocasiones pueden traspasar los límites de la escuela, como las condiciones socioeconómicas, familiares, comunitarias y personales”, dice la investigación. Asimismo, el estudio apunta que la deserción escolar no exime al Sistema Educativo Nacional de implementar medidas que les permitan a los estudiantes continuar en la comunidad escolar.

“Hallar los mecanismos de atención a las necesidades de cada estudiante en situación de riesgo a fin de evitar, en la medida de lo posible, que el propio sistema lo expulse o separe, debe ser una de las prioridades para las autoridades educativas en todos los niveles”, se señala en el más reciente análisis de Mejoredu.

 

ACCIONES PARA DISMINUIR LA DESERCIÓN

Por su parte, Roberto de la Rosa Vázquez, de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad del Tec de Monterrey, refirió que el sistema educativo mexicano requiere de una serie de acciones que ayuden a contrarrestar la deserción escolar en el nivel medio superior.

“Las escuelas deben hacer un seguimiento de los alumnos, tener claridad de la asistencia escolar. Al empezar a detectar faltas, pueden generar un semáforo, de tal manera que se emita una alerta al interior de la escuela”, explicó.

Agregó que, además de atender a las acciones que determinen las autoridades educativas de nuestro país para combatir la deserción escolar, también es necesario que haya una interacción entre directores, docentes y padres de familia, que permita reforzar dichas estrategias e, incluso, determinar otras que sean necesarias.

Además, sugirió que entre otras de las acciones que ayudarán a evitar la deserción escolar están las tutorías, las cuales deben instrumentarse en los centros educativos. “Son medidas altamente eficaces para poder prevenir el abandono escolar y mejorar el aprovechamiento del aprendizaje”, concluyó el también investigador asociado de México Evalúa.

 

EN CONTEXTO

Los factores de la deserción escolar pueden ser personales, relacionales, estructurales e institucionales

  • Los factores personales tienen que ver con elecciones propias del estudiante
  • Las causas relacionales están determinadas por el entorno social y familiar
  • Los factores estructurales son determinados, por ejemplo, por la economía
  • Las motivaciones institucionales ocurren en los mismos centros educativos

Fuente: Eduardo Romero

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Isaías Pérez:

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