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De intercambio por el mundo: cómo estudiar y trabajar en el extranjero

Ilustración: Liliana Pedraza

Sin duda, un intercambio académico es una oportunidad de crecimiento profesional y personal. Incluso para ciertos universitarios, es uno de sus grandes sueños. La pregunta que cabe es: ¿quién no ha imaginado llegar a otro país o región a estudiar y, posteriormente, trabajar?

Es importante que antes de tomar cualquier decisión, conozcas los requisitos, beneficios y retos que implica formarte en el extranjero. Como primer paso, es necesario realizar una reflexión en la que se considere cuál es el propósito y qué se busca al vivir una experiencia internacional, indica Patricia Montaño, directora de Innovación y Redes Internacionales del Tec de Monterrey.

En entrevista, la experta considera que es de suma relevancia que el alumno se pregunte cómo esa intención enriquecerá su perfil profesional, y a partir de ahí avanzar en el trámite.

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Lo ideal es que, si quieres tener una experiencia internacional como estudiante, lo tengas claro desde el inicio de tu universidad. Si lo que buscas es una especialización, debes planearlo en el último año de tu carrera, sugieren los expertos.

En el Tec de Monterrey, a los alumnos que desean ingresar, se les pide que “piensen cuál será el proceso internacional que enriquecerá su perfil como egresado”, explica Montaño.

Laura Valmont, quien cursa un máster en Comunicación y Periodismo Deportivo en la Universidad Europea de Madrid, manifiesta que investigó todo en diciembre de 2022 para realizar sus estudios en España. En enero de 2023, la aceptaron, e inició su especialización hace tres meses.

“Una vez que me dieron la buena noticia, comencé con todos los trámites para mi permiso de estudiante extranjera, que era lo más importante para venir a Madrid”, dice la joven de 22 años.

Paola Pérez Rodríguez, consultora de la agencia Mundo Joven, menciona que lo ideal es hacer la aplicación al programa que se desea, por lo menos, con un año de anticipación, con el propósito de cubrir los requisitos en tiempo y forma.

Buscar el destino es otro de los pasos fundamentales en el plan. Debes tener muy claro el país y la institución superior a la que deseas ingresar, pues de ello depende el tipo de visa o permiso que requieres para estudiar, e incluso trabajar.

Hay naciones que brindan muchas oportunidades y facilidades para estudiantes de fuera, como Canadá, Irlanda, Australia, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, según la consultora.

“Estos países permiten que los estudiantes universitarios se desarrollen en un entorno social seguro, avancen en la parte académica y profesional, y tengan grandes posibilidades de éxito”.

El idioma también es una parte importante cuando decides hacer un intercambio académico. Si eliges países de habla hispana, seguramente no tendrás inconvenientes. De todas formas, siempre es viable dominar una segunda lengua.

Toma en cuenta que, al elegir un país con un idioma distinto al tuyo, tus clases o seminarios serán en la lengua nativa, además de las otras actividades que se demanden, por decir lo menos.

Y si tu intercambio es para aprender o perfeccionar uno que te guste, el requisito es contar con un nivel básico de conocimientos de este.

Dicho de otro modo, en cualquiera de los casos (expuestos), es importante que te prepares con cursos o programas especiales, los cuales encontrarás en tu universidad o alguna otra institución externa de enseñanza de lenguas extranjeras.

Currículum internacional  

Realizar un intercambio académico de cualquier tipo te dejará múltiples beneficios. Para la asesora de la agencia Mundo Joven, una de las principales ventajas es perfeccionar un segundo idioma, así como un crecimiento y desarrollo profesional que te llevará a tener un currículum internacional.

“Otra es el alcance de posiciones profesionales en diferentes industrias, con un índice de crecimiento salarial entre el 40 y 50% más con relación a gente que no ha salido del país”, puntualiza.

Conocer y relacionarte con personas de diferentes partes del mundo, aprender una cultura distinta, contar con más referencias de otras regiones y, especialmente, desarrollar las llamadas soft skills o habilidades blandas, que son relevantes en cualquier empresa o compañía, son otros beneficios.

Para Montaño, del Tec de Monterrey, lo anterior se encuentra dentro de los “beneficios exógenos, todo lo que viene de fuera y que complementa tu perfil”. Estos también contribuyen a desarrollar empatía y nuevos hábitos, por ejemplo.

“Pero más allá de lo que obtienes desde la parte externa, la principal transformación que consigues, cuando vives una experiencia internacional en tus estudios universitarios, es el viaje interno que realizas, las cosas que aprendes sobre ti mismo, todo lo que no sabías que eras y que no eras”.

Puntualiza que este cambio no es que se dé inmediatamente. Incluso puede ser más palpable cuando regresas del otro país, cuando miras cómo eras antes y después de volver.

Por ello, Montaño considera que es importante que se faciliten ese tipo de actividades, las de movilidad estudiantil, porque permiten que el joven madure y se vuelva una mejor persona.

¿Cuáles son los beneficios de un intercambio? 

  • Perfeccionar un segundo idioma. Al rodearte de hablantes nativos, mejoras tu pronunciación.
  • Fortalecer tu formación académica. Aprende nuevos métodos de estudio y cómo se imparte la educación en un país diferente al tuyo.
  • Conocer un nuevo país. Te da la oportunidad de conocer los lugares más representativos de la nación a la que llegas.
  • Aprender de otra cultura. Conoces costumbres, comida y la historia de otro país.
  • Conectar con nuevos amigos. Te facilita establecer buenas relaciones con gente nativa y de otras nacionalidades.
  • Desarrollar nuevas habilidades. Los retos que enfrentas en otro país te ayudan a desarrollar habilidades personales que te hacen crecer.
  • Acceder a un buen panorama profesional. Te brinda mayores posibilidades de alcanzar el trabajo de tus sueños.

¿Cuáles son los retos de un intercambio?

Realizar una estadía en el extranjero también tiene retos; uno de los principales es el tema económico. Están los centros universitarios y becas que cubren la mayor parte del intercambio estudiantil. Sin embargo, el estudiante debe costear gastos como un seguro médico y, en ocasiones, el alojamiento.

Entonces, es casi indispensable contar con un fondo de ahorro o buscar financiamiento.

Montaño explica que el siguiente ejercicio, después de reflexionar sobre un intercambio estudiantil fuera del país, es sentarse a hablar con la familia sobre la cuestión económica.

“Para la mayoría de las familias, incluso te diría que para el 90% de las familias de Tec de Monterrey, implica empezar a prepararse con dos o tres años antes en cuestión financiera”.

Comenta que poco más del 50% de programas no es pagado totalmente, por lo que el alumno (o su red de apoyo) debe desembolsar dinero propio para su estancia en un país extranjero.

“La mayoría de nuestros estudiantes se mueve o traslada a países donde el costo de vida es mayor. El Tecnológico de Monterrey tiene como principales destinos países europeos, es decir, los alumnos eligen a España, Francia y Alemania. De entrada, tienes que pagar más por la comida, tienes que pagar más por todos los servicios”.

La representante del Tec de Monterrey recomienda a los estudiantes que pretenden realizar un intercambio en el extranjero, buscar un fondo de financiamiento por medio de becas en instituciones educativas y en países, los cuales publican de forma recurrente este tipo de iniciativas.

México, ¿con avances en movilidad?

“México no cuenta con sistemas que apoyen la movilidad de los alumnos. Desafortunadamente, como país, no existe o se carece de una estrategia de internacionalización para nuestras universidades públicas y privadas”, expresa Montaño.

Acota que eso tiene como resultado que la nación presente una desventaja frente a alumnos europeos, quienes sí cuentan con una comisión que establece mecanismos y fondos para programas de movilidad. Así, la parte financiera no es para ellos tan determinante como sí lo es para los locales.

Asegura que pensar en una estancia larga, como una maestría, parece cada vez más lejano para los alumnos, no solo para los del Tec de Monterrey.

“Las instituciones (gubernamentales) que ofrecían esta modalidad, ya no lo hacen, o no con la misma medida con la que otras administraciones solían hacerlo. Eso va a tener un costo importante para el país en el futuro, ya que es imposible negar que vivimos en un mundo más globalizado y cada vez más conectado en todos los sentidos”.

Considera que todas las universidades, tanto públicas como privadas, tienen el reto de generar mecanismos para que los alumnos puedan obtener un financiamiento que sea factible, “para que no tengas que venderle el alma al diablo para poder tener una experiencia internacional”.

¿Cómo trabajar en el extranjero?

No es imposible costear tu estancia educativa en otros países. De hecho, existen diferentes formas de poder trabajar mientras estudias en el extranjero.

En demarcaciones como Canadá, Australia, Nueva Zelanda e Irlanda, está la alternativa de ingresar a un espacio laboral mientras tomas algún curso de idiomas. Para esta modalidad, existen múltiples agencias certificadas de intercambio estudiantil que te pueden ayudar.

La consultora de Mundo Joven recomienda a los universitarios que se acerquen a empresas que cuenten con especialistas en educación, con el fin de que los puedan orientar con base en sus intereses y encuentren el programa adecuado.

Las prácticas laborales, que en algunas ocasiones son remuneradas, pueden ser una buena opción si te encuentras de intercambio estudiantil por medio de tu escuela o universidad.

Por otro lado, Montaño explica que lo que el Tec de Monterrey hace, es establecer contacto con firmas que proporcionen espacios para que los estudiantes puedan ejercer y practicar la profesión para la que se están preparando.

“En algunas ocasiones, las empresas pueden hacer una remuneración, pero es simbólica, es un apoyo para transporte o comida”, agrega.

¿Cómo regresar a trabajar al país de intercambio?

“Tener mucha hambre de conocer otro entorno, otra sociedad, otra cultura, y saber que se puede vivir mejor, con mayores oportunidades”. Estos son algunos de los factores que motivaron a Renata Venero para regresar a trabajar a Barcelona, España, ciudad en la que realizó una estancia de investigación cuando era estudiante de la UNAM, de la carrera de Relaciones Internacionales.

La joven de 25 años vive en Barcelona desde hace aproximadamente tres años, cuando al concluir su último semestre de la carrera, obtuvo otra estancia de investigación; a diferencia de la primera, no fue pagada por ninguna beca ni apoyo. Ella buscó la forma de cubrir todos los gastos.

En este panorama, la especialista del Tec de Monterrey asegura que “si no existe en México la infraestructura que genere las oportunidades y empleos necesarios, para captar todo el talento que las universidades están egresando, los jóvenes que tienen la oportunidad de irse al extranjero, lo van a hacer. Y lo deben hacer sin ninguna culpa porque generar la infraestructura y las oportunidades no es algo que les compete a ellos”.

En el país, el nivel de desempleo es de 1.6 millones de personas, y el 34% de ellas, es decir, alrededor de 544 mil 869, pertenece al grupo de edad de 15 a 24 años, de acuerdo con los más recientes números o estadísticas del INEGI.

“Hay gente que tiene dos o tres años de egresada y no ha encontrado trabajo. Es muy triste (…) Eso no es culpa de la universidad en el extranjero ni de la universidad que te propicia una experiencia de internacionalización”, describe Montaño.

Valmont relata que decidió estudiar en Europa, en Madrid, para tener mayores oportunidades y abrirse más puertas en México, por medio de un posgrado que contribuyera en buena medida a su crecimiento personal y profesional.

“El choque cultural que hay en lo relativo a lo profesional es bastante positivo y enriquecedor para mi formación”, asegura la estudiante.

El hecho de que los jóvenes universitarios decidan ir a otro país a estudiar o trabajar, en opinión de la especialista del Tec de Monterrey, tiene que ver también con que en su lugar de origen no se les están facilitando oportunidades de valor.

Asegura que las instituciones deben de ser muy inteligentes para planear qué es lo que se requiere para desarrollar talento, pero también México debe revisar lo que las universidades y la industria deben hacer para generar oportunidades.

“Yo creo que tenemos bastante trabajo por hacer en lo que atañe a la llamada internacionalización educativa”, finaliza Montaño.

 

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Vanessa Solis: Vanessa Solis es coeditora de Generación Universitaria de EL UNIVERSAL. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Insurgentes.

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